Ideas bonitas y estilosas para decorar la pared de la cocina y darle mucha personalidad

Al contrario que los módulos cerrados, los estantes en la cocina ofrecen un espacio de almacenamiento visualmente más ligero y adaptable a cualquier rincón. Encajan bien encima de la zona de trabajo o en cualquier rincón desaprovechado y sin gracia. Además de su potencial práctico, es un efectivo elemento decorativo donde apoyar cuadros, dejar cestos o poner a la vista botes, jarrones o piezas bonitas de menaje. Es esta cocina, por ejemplo, al ser de madera natural consiguen reforzar el efecto rústico de las vigas vistas y del mobiliario de obra. En otros casos, sirven para aportar un puntito de calidez cuando el resto de la estancia es neutra y fría.

Nos encanta esta opción con revestimiento de lamas de madera blanca, realizada por Carpintería Antonio Sánchez Olmos. Esta solución evoca a la cocina de una casita de campo, en la que se han utilizado baldas del mismo color a ambos lados de la campana extractora, logrando un efecto de continuidad muy armonioso. En contraste a este ‘total white’ con un punto rústico, tenemos el mobiliario en madera sin tratar y una decoración con pinceladas verdes, tanto en la vajilla como en las cazuelas que quedan a la vista, dando ese tono de hogar tan necesario.

A medio camino entre los armarios cerrados y las baldas tenemos este tipo de módulos abiertos que quedan suspendidos de la pared. Hablamos de una solución práctica y decorativa a la vez, capaz de dar carácter y personalidad a cualquier cocina. Lo podemos comprobar en este proyecto del Estudio MoserMur, donde jugaron con diferentes alturas para crear contrastes. En este caso, estas cajas de madera de pino están colocadas un nivel más abajo que la campana, para facilitar su accesibilidad y crear un bonito contrapunto visual. Son perfectas para decorar con cestas de mimbre y dejar la vajilla a la vista.

A día de hoy, los libros se han convertido en un elemento decorativo más. En esta cocina blanca proyectada en L, se ha aprovechado una pequeña pared vacía de la zona de trabajo para colocar un estante de pared de carácter minimalista. Es de color negro, que conjuga perfectamente con los marcos de las ventanas y los electrodomésticos, tiene líneas muy sencillas y sirve como expositor de recetarios. Una idea muy práctica a tener en cuenta.

¿Espejos en la cocina? No es habitual, pero el resultado puede ser espectacular si se funden bien dentro de la propia distribución. En esta imagen vemos una pequeña zona de trabajo con armarios laterales y salpicadero marmolado. Encima, se ha ideado una original estructura dorada que enmarca un espejo de tres cuerpos integrado en la pared, también con el filo metalizado. De este modo, genera un aura muy especial en el ambiente, multiplicando la sensación de luz y de profundidad, sobre todo en cocinas pequeñas. Una solución moderna, diferente y con tintes ‘glam’.

El revestimiento de la propia cocina se puede convertir en un elemento decorativo por sí mismo, siempre que se elija un diseño capaz de focalizar en él todas las miradas. Hace años que los azulejos dejaron atrás su estética antigua y aburrida para adecuarse a todo tipo de gustos y estilos. Lo comprobamos en esta cocina con acabados geométricos en azul celeste. Lejos de recargarla, genera sensación de luz y amplitud gracias al mobiliario y a los cerramientos de color blanco que lo complementan genial. Mira cuáles con las tendencias en azulejos para la cocina.

Los revestimientos a todo color también pueden darse en pequeñas dosis en el antepecho, dejando el resto de la pared en tonos neutros. Esta fórmula se convierte en el lienzo en blanco perfecto para dejar volar la imaginación e introducir las piezas de arte que más os gusten. Enmarcar unos cuadros a tono con el salpicadero y coronarlos con unos apliques dorados para darle aún más potencia visual, es una forma distinta y efectiva para darle un sencillo lavado de cara a tu cocina.

Hay muchas fórmulas para introducir pinceladas de color en una cocina. Una de las más utilizadas es el uso del papel pintado, como ocurre en este proyecto de Asun Antó, en el que eligió un diseño de motivos vegetales en tonos verdes. La decoradora reforzó el aire ‘country’ de este office con un zócalo de gruesas lamas de madera lacadas en blanco. A la hora de elegir el diseño del papel pintado para la cocina, es importante que sean resistentes y soporten bien el agua o las manchas. Los vinílicos siempre son una buena inversión, ya que tienen un gramaje y un grosor que los hacen más resistentes, aparte de una capa plástica que actúa como barrera de protección.

¿Mármol? ¡No! Es un vinilo decorativo. Si quieres dar un cambio a cualquier pared de tu cocina evitando las molestas obras, siempre puedes recurrir a esta sencilla solución para recubrir los azulejos. Son fáciles de colocar, cambian completamente el tono de la estancia y están disponibles en infinitos acabados. En este caso se ha elegido un vinilo con efecto mármol, la tendencia estrella en las cocinas actuales. Como puedes comprobar, el resultado es efectivo y elegante.

Debes saber que el enemigo de los vinilos son las altas temperaturas, por lo que deberás asegurarte que la firma en cuestión contempla la posibilidad de ponerlo en el salpicadero o cerca de fuentes de calor.

Una de las premisas que tenía esta cocina era pasar casi inadvertida para fundirse con la estética del salón. Por eso, se eligió el color blanco como base para todos los acabados, unificando así ambas estancias. Sin embargo, sabemos que los detalles ingeniosos siempre marcan la diferencia, de ahí que se haya apostado por un antepecho de acero inoxidable que, aparte de dar ese necesario contraste, sirve para colocar los especieros en su pequeña repisa. Además, se puede utilizar a modo de tablón imantado para pegar notas recordatorias, fotografías o los dibujos de los más pequeños de la casa. ¿No es un gran invento?

También existen estos prácticos rieles con ganchos que se pueden quitar o añadir según tus necesidades. De ellos se pueden colgar cajitas de almacenaje, trapos de cocina e, incluso, pequeñas macetas con flores o plantas aromáticas para cocinar. Como ves, es una solución que puede dar un giro radical a la típica pared de la cocina que, a priori, no tiene demasiadas posibilidades.

Vivimos en una época en la que nada se deja al azar, en cuanto a estética se refiere. Ahora, hasta los textiles que usamos habitualmente en la cocina, como trapos o delantales, se cuidan hasta el más mínimo detalle. Los linos, los algodones orgánicos, los bordados y los diseños cuidados se imponen, así que, ¿por qué relegarlos al fondo del armario? Cada día son más los que optan por poner percheros bonitos en las paredes de la cocina y colgar ahí este tipo de piezas que "crean hogar".

Si hay alguna estancia donde no suele faltar un reloj de pared esa es la cocina. Es un buen comodín para dar vida a cualquier rincón al que le falte un toque especial. En este caso, se ha elegido un diseño minimalista con piezas adhesivas metalizadas, que conjuga perfectamente con la estética depurada y en tonos grises del mobiliario.