En El Mueble nos gustan los retos y no hay baño pequeño que se nos resista. Nada que no se pueda arreglar con un poquito de ingenio y creatividad. Porque escasear en metros cuadrados, no significa necesariamente tener que renunciar a todo aquello que nos gusta. En todo caso, significa tener que adaptarlo al espacio disponible con un poquito de cabeza (y grandes dosis de estilo).
En un baño pequeño, cada centímetro cuenta y debemos seguir varias premisas: no sobrecargar el ambiente, perseguir la luz a toda costa y eliminar todo elemento que estorbe, resulte innecesario o se pueda cambiar por soluciones más ligeras. ¿Cuántas veces te has quejado porque te falta esto o aquello? ¿Cuántos problemas le has buscado tu baño mini? Pues se acabaron los lamentos porque te ofrecemos 5 soluciones a esos 5 problemas más recurrentes que, seguro, has tenido alguna vez. Te lo aseguramos: aunque a primera vista pueda parecer que las posibilidades son limitadas, los baños pequeños tienen un encanto especial. ¡Toma nota!
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1. NO TENGO SITIO PARA UNA DUCHA TOP
Uno de los problemas más frecuentes que encontramos en baños pequeños es la falta de espacio para instalar una ducha grande y moderna. Esta escasez de metros cuadrados hace que nos conformemos con soluciones menos atractivas, pero, en cualquier caso, funcionales.
Solución: un plato de ducha encastrado
Si tu ilusión es tener una de esas duchas de revista a pesar del poco espacio disponible, tenemos buenas noticias: un plato de ducha enrasado es la solución ideal. Como su propio nombre indica, este tipo de plato está al mismo nivel que el suelo del baño, algo que “lo hace accesible y aporta una sensación agradablemente abierta”, explican los expertos de Duravit. Cuando no tenemos espacio, lo que buscaremos serán ambientes sin demasiados obstáculos visuales, por lo que estos platos, al estar a ras de suelo “lo hacen visualmente más cálidos y acogedores, aunque sean pequeños. Además, son fáciles de limpiar y sellar debido a la falta de juntas”, rematan.
Una clave extra: permítete jugar con un acabado diferente para focalizar ahí la atención del baño que deberá ser uniforme en tonalidades y materiales para crear armonía.
2. el lavabo se come todo el espacio
El lavabo tradicional es uno de los elementos que más espacio suele ocupar en los baños pequeños. Suelen ser voluminosos, con un fondo generoso, y esto come un espacio precioso para poder dedicarlo a otros menesteres o, directamente, liberar espacio para que todo quede menos abarrotado.
Solución: un lavabo volado
Como decimos, un baño pequeño debe dar sensación de ligereza y equiparlo con lavabos exentos en la encimera es una idea inteligente. En este baño reformado por Maite Prats, la encimera como tal está compuesta por dos tableros paralelos a medida. En uno está el lavabo sobreencimera y el otro se utiliza para almacenaje. De esta manera también eliminas los molestos cajones y puertas abatibles que pueden chocar con otros elementos del baño y, al estar elevado del suelo, permiten que se vea más superficie libre, lo que amplifica la sensación de espacio en el baño.
Una clave extra: opta por grifería empotrada, quedará un conjunto mucho más limpio y compensado.
3. no tengo espacio de almacenaje
El almacenamiento es otro de los grandes retos en los baños pequeños. En muchos de ellos, especialmente los más antiguos, la opción de poner un armario de almacenaje apoyado en el suelo es totalmente inviable, por lo que los problemas de desorden vienen solos (y más en esta era en la que acumulamos tantos y tantos productos de higiene y cuidado personal). ¿Qué hacemos?
Solución: aprovecha el espacio vertical
En lugar de los clásicos armarios, instala muebles supendidos o estanterías abiertas en la pared para liberar espacio del suelo. Con estas últimas, al ser abiertas, puedes acceder fácilmente a tus útiles diarios sin necesidad de abrir puertas o cajones.
Una clave extra: puedes aprovechar para ello hornacinas o retranqueos en la pared para aprovechar aún más el espacio disponible. Fíjate también en la opción de poner un inodoro volado. Prescindes de la cisterna, queda más limpio y puedes hacer uso de la vertical de la pared más fácilmente.
4. la puerta me quita espacio
Imagina un baño muy pequeño con la típica puerta batiente: ocupa espacio al abrirse, limita la circulación y dificulta el acceso a otros elementos. Además, pueden interferir con muebles o accesorios, restando muchísima funcionalidad. Por no hablar de que, a nivel estético, da sensación de estar más cerrado y compartimentado. ¿Qué hacemos?
Solución: puertas correderas
Todas las puertas correderas conceden metros a la estancia al eliminar el recorrido que haría una puerta batiente, pero, en el caso de los ambientes pequeños, es todo un acierto. Y es que, además, ofrecen una amplia gama de opciones para personalizar y adaptar a cualquier espacio, necesidades y estilo decorativo. Pueden estar integradas en el propio tabique o, como vemos en este ejemplo, fijadas por una guía empotrada en el techo.
Una clave extra: las puertas correderas de cristal con vidrio estriado ofrece la privacidad necesaria para una estancia como esta y, además, dejará pasar la luz, algo que siempre escasea en baños pequeños.
5. mi baño es muy oscuro
Quizás sea uno de los problemas más comunes, pero, por suerte, es uno de los que más y mejores soluciones tienen. ¿Tu baño pequeño es oscuro? ¿Tiene una ventana pequeña o, directamente, no tiene? Que no cunda el pánico. Cuando la luz y los metros escasean, solo hay que tirar de recursos e ingenio.
Solución: espejos y luz neutra.
Los espejos son esenciales en todo baño que se precie. Si tienes poca luz natural, un diseño de gran formato con perfilería fina será ideal para reflejarla y multiplicarla. También puedes hacer como vemos en esta imagen, jugar con varios espejos de distintos tamaños (uno sobre el lavabo y otro vertical de pared). Cumplirán este mismo objetivo y además será doblemente funcional.
En cuanto a la luz, apuesta por focos de techo y apliques en la pared principal que apenas ocupan espacio. La luz neutra, con una temperatura de color en torno a los 4000K, es la más recomendable para maquillarse y mirarnos frente a este tipo de espejos. Por el contrario, la luz cálida que tanto nos gusta para otras estancias podría crear sensación de mayor recogimiento e intimidad, cuando lo que queremos es el efecto contrario: abrirnos hacia la luz. Este tipo de luz neutra está muy cerca del espectro de la luz natural, lo que evita alteraciones en la percepción de los tonos de piel. Nos gusta el contraste que han hecho en este baño con tulipas de fibras naturales, que dan ese toque de calorcito necesario en un baño tan neutro.
Una clave extra: los colores neutros son clave para este tipo de baños pequeños. Siempre que puedas, unifica materiales para conseguir esa armonía visual de la que hablamos, como vemos en esta reforma de Ángeles Rodes.