No abrir los espacios Eliminar tabiques es una solución muy útil en espacios pequeños, porque sumarás metros, amplitud y luz. Siempre que puedas, abre el dormitorio al baño o al vestidor, si tienes la suerte de contar con uno, aunque sea pequeñito. Aquí, por ejemplo, se ha eliminado el tabique y se ha reemplazado por una estructura metálica que, además de decorar por sí sola, sirve de pared de la ducha. La puerta corredera abre el espacio ampliándolo. Además, la luz llega al baño. Dormitorio proyectado por Mireia Torruella. Recargar el espacio con muebles Aprovechar el espacio no significa saturarlo de muebles que, a la larga, acabarán siendo más una molestia que un aliado. Piensa que un dormitorio pequeño despejado siempre se verá más amplio que uno atiborrado de muebles. Opta por las piezas básicas y que sean prácticas. Si son de doble uso, mejor. ¿Te cabe un banco a pie de cama? Elígelo tipo arcón para guardar. Cabecero y mesitas de noche diseño de Mengíbar Blanco Estudio. Apostar por un cabecero "al uso" Recuerda el mantra: cada cm cuenta. Y eso vale también para los cabeceros de cama . Sí, un cabecero de fibras es muy estiloso y decorativo, o uno tapizado, perfecto si sueles leer en la cama. Pero son poco prácticos en dormitorios pequeños. En cambio, un diseño tipo murete, de pladur o de DM, de tan solo 15 cm de fondo te servirá como repisa, puedes integrar las mesillas –voladas o a modo de hornacina– y empotrar los apliques. Armario y cabecero diseño de la decoradora Marta Prats, responsable de la reforma de esta casa. Elegir una base oscura para muebles y paredes Los espacios pequeños necesitan y agradecen colores muy claritos, tanto en paredes como en muebles. Apuesta por una base neutra y el espacio visualmente crecerá. Decorar en blanco nunca falla, pero si quieres darle un toque de color, un gis pálido o un piedra suave serán una apuesta segura. Lo importante es que la "caja" sea lo más neutra posible, así el espacio parecerá más grande de lo que en realidad es. Cabecero de TC Collection. No respetar las zonas de paso Es un error habitual a la hora de decorar un dormitorio pequeño: arañar demasiados cm de las zonas de paso. Si vas muy justa de espacio, puedes reducir hasta los 55 cm el espacio libre alrededor de la cama y entre cama y armario, 80-100 cm. Pero no es recomendable bajar de ahí, porque te resultará incómodo para el día a día. Dormitorio proyectado por Estudio Boira. Cortinas de IKEA. No prever el almacenaje y quedarse corto de espacio para guardar El almacenaje es un básico del dormitorio. Y es un error común que en dormitorios pequeños nos quedemos cortos de espacio para guardar. Lo habitual es que si tienes un dormitorio pequeño tu casa sea pequeña , por lo que ganar almacenaje extra para liberar otros espacios hará tu día a día más cómodo. Y una solución infalible es convertir la cama en un armario extra. Lo más cómodo son las camas tipo arcón: para una cama de 135 x 190 cm puedes sumar 800 litros de capacidad. Cama arcón de IKEA. Elegir un armario prefabricado Cuando cada cm cuenta, llevar el armario hasta el techo es casi una obligación, sobre todo si tienes la suerte de contar con techos altos. Por eso lo mejor es planificar un armario a medida , que se adapte como un guante al espacio disponible, tanto en alto como en ancho. La inversión es más elevada, pero te aseguras más capacidad para guardar y un diseño que se adapte al máximo con el look de tu dormitorio. No aprovechar cada rincón útil con soluciones a medida Cualquier rincón es susceptible de convertirse en una solución, ya sea un mueble para guardar o una mini zona de trabajo. Por lo que nunca des ni un cm por muerto. Alíate con las soluciones a medida y saca partido a los rincones o los huecos entre columnas, como en este dormitorio proyectado por Natalia Gil en el que se ha aprovechado un entrante con un mueble bajo con armarios, capaz y ligero, a la vez. Cabecero realizado a medida y tapizado con lino. Espejo de Maisons du Monde. Elegir una alfombra pequeña A dormitorio pequeño, alfombra grande. Y es que apostar por una alfombra mini es otro de los errores habituales a la hora de decorar un dormitorio pequeño. Si eliges una alfombra blanca de tonos suaves, no temas llevarla más allá del perímetro de la cama. Es más, el dormitorio se verá más vestido y acogedor. Eso sí, siempre que no sea un estorbo para el paso o para abrir las puertas de los armarios. Dormitorio proyectado por Sandra Vergara. Cabecero de Decolur Sofá, butaca de Tabu y alfombra de Gancedo. Vestir las ventanas con cortinas pesadas Unas cortinas de terciopelo son muy elegantes, pero para un dormitorio pequeño no serían la mejor opción. Si apostar por colores claros en paredes y muebles es un must en pocos metros, elegir telas livianas y ligeras para las cortinas o los estores es indispensable. Unas cortinas de lino o algodón en blanco o en tonos naturales dejarán pasar la claridad sin renunciar a la intimidad y harán que el dormitorio se vea más acogedor. Dormitorio decorado por Olga Gil-Vernet con mueble bajo diseño de la decoradora y cabecero de Margarita Ventura. Si quieres estar al día de todo lo que publicamos en www.elmueble.com, suscríbete a nuestra newsletter .