En la elección de la cama, lo ideal es una estructura que te permita un extra de capacidad, con cajones, bandejas o mesillas integradas. Y si lleva incorporado el cabecero, mucho mejor. Para la ropa de cama, tiramos más por la discreción y la atemporalidad. Las lámparas de pie o en aplique, que sean orientables y ligeras visualmente.
Y para que la habitación no quede plana, opta por un elemento original que capte la atención, puede ser una lámpara, una alfombra... Para estas últimas, procura elegirlas grandes, que ocupen toda la cama, y sobresalgan a los lados unos 10-15 centímetros. Sí, una alfombra grande no hace el dormitorio más pequeño, al contrario. Con estas directrices y los artículos de IKEA, tu dormitorio pequeño, como el mío, ya no lo será tanto. ¡Te lo aseguro!