¿Cómo combinar azulejos en duchas? Opciones De eso va este artículo, de las ideas que puedes llevar a tu baño para decorar y revestir con azulejos de la ducha. Puede que sea porque vas a reformar el baño por completo y quieres saber si integrar la ducha en el resto del espacio o diferenciarla ; o porque vas a afrontar un cambio de bañera por ducha y sí o sí debes optar por elegir un azulejo diferente (a no ser que cuentes con el mismo revestimiento que tienen el resto de las paredes). ¡Veamos las opciones! Armario bajolavabo y lavabo diseño del estudio Hoc Volo y alfombra de Zara Home. Efecto bloque en la ducha A la hora de combinar los azulejos en la ducha puedes optar por elegir el mismo revestimiento para las paredes de la zona que se han usado en el resto del baño, incluso, en el suelo. El efecto es de bloque y continuidad, es decir, no se busca el contraste ni destacar , sino integrar en estética todo el ambiente, como en este baño con un azulejo tan de tendencia en acabado marmolado. ¿Qué tipo de azulejos se debe usar en la ducha de un baño pequeño? En este otro baño las paredes de la zona de la ducha se han revestido con el mismo azulejo en tono neutro usado en el baño (una idea diez en baño pequeños ). Pero el suelo es diferente, más claro para que añada una nota de luminosidad. Los tonos naturales crean una atmósfera neutra y cálida sobre la que encaja cualquier estilo decorativo . Aquí, esa neutralidad deja que el plato de ducha, rodeado de cantos rodados en blanco, adquiera presencia. Bañera y mampara de Leroy Merlin, taburete de Asitrade y alfombra de Casa Viva. Una ducha independiente Esta idea para combinar azulejos en la ducha es aplicable tanto a una ducha abierta e integrada en el resto del baño como a las que se organizan en una cabina, como aquí. Escoge azulejos diferentes a los del resto del baño para todas las paredes . Se potencia la sensación de ambiente único. Es posible usar ese revestimiento también en el suelo con un plato de obra. En este caso se coloca un desagüe específico y se da inclinación al suelo para favorecer la caída del agua. Mueble de lavabo y espejos de 8 Ulls, grifería de Zucchetti y apliques de Astro Lighting. Un frente continuo ducha-lavabo Cuando la zona de la ducha queda en la misma pared que el frente del lavabo, una opción para combinar azulejos es usar el mismo tipo en esa pared, de lado a lado, de manera que integre ambas zonas . Elige un revestimiento llamativo, con presencia y personalidad; y recurre a un azulejo neutro que equilibre para el resto de paredes y suelo. Azulejos en Gibralcer, resvestimiento de mosaico hidráulico de De Mosaica y grifería de Hansgrohe. ¿Qué azulejos destacan una zona? Si piensas en qué diseño escoger para destacar la pared de la ducha y el lavabo, como aquí, contempla cualquiera que aporte textura, los que imitan madera con un efecto palillería, las baldosas hidráulicas o imitación, mosaicos y teselas y aquellos azulejos que permiten una instalación original en formas poco convencionales como zigzag o espiga. Mueble de lavabo y lavabo de Ikea, espejo de Zara Home, encimera de Silestone, grifería de Fantini, y azulejos modelo Opal de Cifre Cerámica. Con un frente de azulejos en espiga Con las juntas entre azulejos marcadas o en el mismo tono del revestimiento en sí. Pero la instalación de una baldosa que permita jugar con la orientación de las piezas es una idea que demarca la zona de la ducha . Aquí, al encontrarse en una zona independiente, el suelo en blanco contrasta con el azul de la ducha y, a su vez, también con la madera usada en primer plano en la zona del mueble del lavabo. Paredes discretas y plato de ducha llamativo Cuando el plato de ducha no es un modelo en resina -los que más se instalan hoy- ni porcelana, se crea con un revestimiento de obra y aquí las opciones para darle protagonismo al suelo de la ducha son infinitas . Opta por un revestimiento marcado y paredes en tono neutro que compensen la fuerza del plato. En este espacio todo juega con el blanco y el negro, usado en diferentes elementos y proporciones. Este baño es de la casa de la interiorista Paula Duarte con mueble de lavabo y encimera de Corian de Gala. Destacar la pared frontal de la ducha con un azulejo acabado en madera Si quieres otra opción para saber cómo combinar azulejos en la ducha, toma nota: destaca la pared más larga de la ducha con un revestimiento que contraste respecto al resto. La idea de llevar el acabado madera a las paredes de la zona de la ducha logra un interesante efecto de calidez que permite optar por tonos neutros y muebles en blanco en el resto del espacio sin miedo a caer en el efecto "hospital". Mueble de lavabo diseño de Sube Interiorismo, aplique Astro en Susaeta Iluminación, grifería NK Concept de Porcelanosa y espejo en Cuadros Mota. Azulejos en el mismo color de diferente modelo Una opción que aporta matices de textura y brillo sin saturar es la de combinar en la zona de la ducha azulejos del mismo tono pero de modelo diferente , como en este baño. Así, la pared más larga de la ducha cuenta con un revestimiento de azulejos rectangulares con instalación contrapeada y acabado esmaltado -aporta cierto brillo- mientras que las cortas juegan con un azulejo más sencillo mate. Tres paredes en la ducha con continuación Otra forma de combinar los azulejos en la ducha es revestir las tres paredes (la más larga y las dos de los extremos cortos) del mismo material y acabado y prolongarlo en el resto del espacio, al menos en una pared para dar continuidad . Esta solución es práctica cuando no se quiere revestir con azulejos todo el baño, por ejemplo, pero sí proteger zonas en contacto con agua, como aquí la pared de la bañera exenta. Mueble de nogal con encimera y lavabo de Kyrya, grifería de Paffoni, mampara de Spazia, plato de ducha y bañera de Sanycces, pavimento Harmony de Peronda y porcelánico de Porcelanosa, taburete de Cidon y espejo de Sareka. ¿Qué revestimiento es mejor para la ducha? La idea de prolongar los azulejos de la zona de la ducha en otras zonas del baño que pueden estar en contacto con agua (aquí el frente del lavabo) para dejar el resto sin revestir con azulejos, permite ahorrar material en la reforma del baño. Se puede usar pintura o papel pintado en la pared . Pero, además, es una buena idea cuando el espacio cuenta con un techo de altura excepcional. Ese corte, acerca visualmente el techo. Griferías de Bossini Cristina y alfombra de Zara Home. Blanco sobre blanco: azueljo y pintura Sin que destaquen las paredes especialmente, puedes combinar un azulejo en color blanco en la zona de la ducha con continuación en el frente del mueble del lavabo con pintura en blanco en el resto de las paredes. La idea es aplicable a azulejos de otra tonalidad con pintura idéntica . De esta manera el suelo puede tener más protagonismo. Azulejos blancos y suelo hidráulico Esta idea enlaza con la que acabamos de ver: una ducha con azulejos sencillos en color blanco y plato en el mismo tono que dan luz y equilibran el peso visual de un suelo marcado acabado hidráulico, con motivos que "llenan" y personalizan. Los azulejos pueden ser en color blanco o neutro pero tener relieve y textura (no que reproduzcan un motivo pero sí acabados como de piedra o cemento). Gris y blanco en la zona de la ducha Paredes en tono claro y suelo oscuro, incluido el plato de ducha. Los platos de piedra y resinas ofrecen posibilidades interesantes para escoger colores que no sean solo en blanco. Así, se puede jugar con un plato en gris, como en este baño, que tenga continuidad en el revestimiento del resto del espacio y paredes en color claro. El efecto marmolado rompe el blanco liso con una discreta veta que resulta elegante. Fíjate que aquí el azulejo no llega al techo y se usa también en el murete que delimita la ducha. Revestimiento de gres porcelánico que imita el mármol Calacatta y bañera Windsor, todo en Neocerámica. Las texturas y acabados de los azulejos de la ducha Está permitido mezclar azulejos de acabado liso con otros con textura tanto en la misma zona de la ducha como en el resto de paredes del baño. Lo mismo sucede con los acabados brillo o mate. Esta última idea es interesante cuando se quiere elevar el nivel de un espacio con revestimientos brillantes pero sin abusar de ellos. En este baño, la piedra de las paredes se convierte en azulejo en la zona de la ducha para facilitar la limpieza y que no se estropee en contacto con el agua. Con mosaico y teselas Este tipo de revestimiento aporta matices decorativos interesantes sin saturar. Se trata de piezas pequeñas que aportan textura . Esta puede ser más o menos marcada según escojas unas juntas más destacadas o del mismo color que el azulejo en sí. Así, decorar con mosaico la zona de la ducha o prolongar su uso al resto de paredes del baño es una opción interesante a nivel estético. Mueble de lavabo de Codis, lavabo de Roca y grifería mural de Cristina Bossini. Solo azulejos en la zona de ducha En este baño, toda la zona de la ducha, paredes y murete delimitador, se reviste con el mismo tipo de azulejos en color, que contrastan con el blanco del resto de paredes del baño. Estas se pintan en blanco. Las pinturas esmaltadas soportan mejor las salpicaduras , por si lo quieres tener en cuenta a la hora de pintar la zona del lavabo. Tanto con pintura plástica como con papel puedes elevar el copete de la encimera del mueble del lavabo para crear un zócalo que proteja de salpicaduras. ¿Qué material poner en las paredes de la ducha? Hoy hay materiales porcelánicos de gran formato que permiten revestir las paredes de la ducha prácticamente sin juntas (algo que se consigue también con el microcemento). Como si fueran planchas que se adaptan a la pared. Jugar con el mismo acabado en el plato y paredes de la ducha, en contraste con el resto, hará que esa zona sea el punto focal de la decoración. Pavimento y revestimiento de gres porcelánico de Imola Cerámica y grifería de Trass. Si quieres estar al día de todo lo que publicamos en www.elmueble.com, suscríbete a nuestra newsletter .