Que sea práctica, que sea ahorradora, que sea un lince con el espacio... ¿Y qué más? Que tenga electrodomésticos que te hagan la vida más fácil y materiales resistentes y fáciles de mantener. Ya has visto, a tu cocina le puedes pedir eso y mucho más. El único truco para acertar es asesorarte bien antes de tomar cualquier decisión y tener muy claras tus necesidades reales.
Porque si no eres muy cocinitas no necesitas el último horno de convección del mercado ni la cocina digna de un Masterchef. En cambio, si te encanta pasar rato en tu cocina en compañía necesitas que sea cómoda, funcional y muy (pero que muy) bonita.
¿Dónde vale la pena invertir? Pues ya que te pones en lo que vas a ver más... es decir en unos armarios y una encimera estilosos y resistentes con los que no tengas que ir con mucho cuidado (porque tú y yo sabemos que los accidentes suceden). ¿Y dónde ahorrar? Pues ajustando los electrodomésticos al uso que le vas a dar y comprando menos cosas (batería, utensilios, pequeños electrodomésticos) pero mejores.