¿Desde cuándo no pasabas 24 horas seguidas con tu pareja? Si algo agradeces de este confinamiento son esas conversaciones largas, sin prisas, a veces banales, que tanto echábais de menos por culpa del trabajo, el estrés, los niños... Es hora de charlar, aclarar malentendidos, reíros con ganas, hacer piña... Y también de abrazos y besos (si no estáis contagiados, claro) para infundiros ánimos y saber que, por muchas dificultades que encontréis por el camino, de esta vais a salir juntos y más reforzados. Pero ¡ojo! sin llegar al empalago. También es bueno que respetéis vuestros momentos de intimidad, en los que cada uno dedique su tiempo libre a sus pasatiempos preferidos.