Doble puerta acristalada con guía vista Una idea muy estética que marca estilo es esta: un par de puertas correderas acristaladas con guía vista. De esta manera puedes abrir o cerrar la cocina según te interese . Por ejemplo, evitarás ruidos y olores cuando cocines si mantienes las puertas cerradas. Puedes diseñar unas puertas a medida o recuperar algún diseño antiguo con solera. Alfombra de yute de Papiol y pufs en Coton et Bois. Isla y barra adosada Este proyecto nos sirve para anotar otra idea para separar cocina y salón cuando se organizan los ambientes en un ambiente diáfano. La isla central es el elemento que separa y que refuerza su presencia con una barra con taburetes . La disposición del sofá (de espaldas a la isla) también contribuye a percibir las zonas por separado. Muebles diseñados por Kökdeco y fabricados por Ébano. Taburetes de Ondarreta, grifería de Hansgrohe, campana de Pando, encimera de Corian en la isla de Neolith en el salpicadero y encimera de la zona de muebles adosada a la pared. Una barra (+ almacenaje) Península y barra. En lugar de un tabique o una isla; la cocina y el salón se pueden separar con un elemento discreto a modo de barra. Puede tratarse de un diseño hueco (solo barra en forma de L) o con estructura ciega para marcar la separación. De esta manera, y con un fondo de 40 cm, puedes crear un mueble de apoyo por el lado del salón -como aparador o librería-. Si además se acompaña con lámparas de techo, crearás un elemento de continuidad en todo el plano vertical. Mobiliario de Meine Kutchen, taburetes y lámparas negras en Domésticoshop y pufs en India & Pacific. Puertas correderas integradas en el tabique Una solución práctica y conservadora, pero no por ello menos interesante. Las puertas correderas integradas en el tabique están pero casi no se ven. Necesitan un casoneto y un tabique de mayor grosor para integrarlas , pero cuando están abiertas prácticamente no se ven. Tendrás un vano de paso entre cocina y salón. Pero las puertas, sin restar espacio, te permiten separar ambos ambientes. Ten en cuenta que en las paredes que coinciden con las puertas no puedes colgar muebles ni planificar instalaciones. Muebles realizados a medida por Coton et Bois, sillas Peel de Taller de las Indias y lámpara de Pomax. Cerramiento acristalado y barra con pasaplatos Una solución moderna, práctica y vistosa. Todo en uno. Separar la cocina y el salón mediante tabiques ciegos en la parte inferior permite aprovechar las paredes para colocar muebles. La zona superior se delimita con un cerramiento acristalado y en el lado del salón se abre un vano pasaplatos rematado con una barra con taburetes. Un lugar idóneo para tomar el aperitivo y compartir charla mientras se termina de preparar la comida. Un proyecto de Egue y Seta con sofá de Grassoler, alfombra y pufs grises de Bolia Design, mesas de centro de La Redoute Interieurs, mesas auxiliares de Coco-Mat y taburetes de Ethnicraft en Domésticoshop. Cerramiento acristalado en negro Aquí además de interponer el comedor entre la cocina y el salón, se ha reforzado el grado de separación con un cerramiento acristalado formado por paneles fijos y una puerta corredera. Gracias a esta, es posible abrir o cerrar la cocina a tu antojo, o lo que es lo mismo, integrar o separar. Sofás, de Atemporal. Mesas de centro y auxiliares, de Crisal. Lámpara de sobremesa, de Other Lamps y alfombra, de Masalgueiro. Cerramiento acristalado integrado en tabique En este caso, con perfil en blanco, el cerramiento se integra en el tabique en el que se instala a través de color (blanco y neutro para cada elemento). Y también con el propio diseño en sí, ya que se acopla al tabique . No es que la pared desaparezca por completo y todo el frente se haya sustituido por un cerramiento de cristal (como verás a continuación). Se trata de varios paneles correderos que se recogen en los lateral. Sofá de Kibuc, puf de Coco-Mat y mesa de Kave Home. Isla y mesa de comedor Con esta idea se separa la cocina del salón cuando la primera se integra por completo. La idea es crear un elemento de separación de gran tamaño para que delimite visual y espacialmente sin cerrar . A la isla central se adosa una mesa de comedor, que puede convertirse en office o en el comedor principal de la estancia. Las lámparas de techo sobre la zona de la mesa ayudan a crear más un límite visual. Una cocina abierta perfecta. Sofá de Sancal, alfombra de Koï de KP, muebles de cocina diseñados por las interioristas Vanesa Vergara y Andrea Diego y realizados por Ebanistería Landa y lámparas de Mambo Unlimited Ideas en Tao. Más que una isla marca la transición Esta idea para separar salón y cocina usa el concepto de comedor intermedio, pero con un añadido: a la isla de la cocina se adosa un banco realizado a medida, que sirve de apoyo como asiento en el comedor . Es un diseño de Cristina Mas Mir en el que la isla es, además, zona de desayunos rápidos en el lado de la cocina con barra para taburetes y algún estante de almacenaje para vinos y bandejas. Sillas de Sit Down y taburetes de Pilma. El techo suma Una idea muy parecida en concepto a la que acabamos de ver, pero que añade otra idea para separar cocina y salón que es el techo . A través de él, con revestimientos y complementos, se pueden demarcar visualmente los espacios. Es un detalle que suma a otras ideas para separar. En este caso, la mesa adosada a la isla es la que hace de transición, reforzada por las plataformas independientes del techo. Muebles de Toni Cabello, taburetes de La Maison y lámpara de techo de Natura Casa. Un vano sin puerta en forma de arco Mantener un vano entre salón y cocina es otra idea de delimitar o separar los ambientes, crear una transición y que, al mismo tiempo, están comunicados . Puedes hacerlo con un diseño rectilíneo en forma de U invertida o rematar el vano en semicírculo más o menos marcado. Sillas de Coton et Bois y lámpara de techo de Ikea. Una L de cristal Perfil mínimo y mucho vidrio para ganar amplitud y dejar que la luz llegue del salón y comedor a la cocina. Es una buena idea sustituir paredes por fijos acristalados aunque no haya puerta de acceso, como en este caso. Si te fijas en la imagen, también el suelo (un hidráulico en la zona de la cocina) ayuda a separar visualmente los ambientes. Librería realizada a medida por la decoradora Marta Tobella y cerramiento de hierro acristalado de Fila. Una distribución con varios elementos que separan Este proyecto de la interiorista Lucía Mariñas es un ejemplo en el que tanto la disposición y distribución como algunos elementos fijos separan la cocina del comedor y del salón sin "cerrar" nada . La cocina queda abierta pero demarcada por el vano de la pared. La isla pone el límite a su espacio. Una chimenea central a dos caras también corta comedor y salón y en la esquina se mantiene la pared con un vano acristalado que comunica visualmente el office con la zona de trabajo. Mesa del office de Ikea, sillas en Vitra y lámpara de techo en Rue Vintage. Un panel de listones de madera Entre un vano abierto y una cristalera cerrada existe una solución intermedia y es la que se ha adoptado aquí: unos listones de madera se han colocado delante del fregadero . Estos dejan entrever lo que ocurre al otro lado y facilitan la comunicación sin tener que alzar la voz. ¡Una buena manera de controlar a los niños cuando están en el salón! Medios tabiques con vanos Si no te gustan las decisiones extremas, en esta cocina abierta se ha optado por un término medio: un pequeño tabique que la aleja del salón y, a la vez, la integra en el comedor gracias a sus amplios vanos sin cristal , a modo de pasaplatos. Una idea funcional y cómoda ¿no te parece? Una barra ligera con taburetes En la misma línea de la idea explicada anteriormente para separar salón y cocina, este proyecto cuenta con una barra en L que se adosa a la pared y que se completa con taburetes . Es un diseño del estudio Sube Interiorismo, en los mismos acabados usados en el mobiliario de la cocina. Con el comedor en medio Eliminar tabiques y crear espacios diáfanos es la reforma soñada de muchas casas para ganar espacio y luminosidad. Las cocinas abiertas al salón es el proyecto más demandado a los interioristas pero ¿te preocupa cómo independizar una estancia de otra? En esta distribución el comedor se ha utilizado como elemento separador de la cocina , ubicada en un frente, y el salón. El sofá, colocado de espaldas a ella, delimita mejor cada espacio. Mesa y sillas de Ikea, lámparas de techo de Artikel, encimera de Naturamia en Marbres Masó y frigo, horno y microondas de Bosch. Saca partido al muro de carga Tu ilusión de tener una cocina abierta por completo se ha truncado en la reforma cuando te han dicho que hay un pilar de carga que no puedes eliminar . En ese caso, sácale provecho y utilízalo para separar la cocina del salón. Aquí se ha integrado pintándolo de blanco como el resto de las paredes. Y la verdad, ha quedado súper bien. ¿Quieres saber otras soluciones para integrar columnas? Sillas en Sacum. Un mini tabique es la solución ¿Y qué pasa cuando la cocina no está ni delante ni detrás del salón sino en línea recta con él? En este caso, lo mejor es levantar un pequeño tabique que mida justo el ancho de la cocina . Así mientras estáis sentados en el sofá, quedará semi oculta por él. También puedes zonificar y crear espacios diferenciados colocando una alfombra en el salón, a modo de frontera visual. Muebles de cocina y encimera de Küchenmöbel, grifería de Grohe y horno de Balay. Vigas que ayudan Los espacios abuhardillados tienen mucho encanto aunque son difíciles a la hora de su distribución ¡o no! Aquí, la cocina abierta ocupa todo un frente lo que deja metros suficientes para colocar el office junto a ella. La presencia de las vigas resulta providencial porque se han aprovechado para colocar el salón justo detrás . Mobiliario de cocina y mesa de comedor, de Era Carrola. Encimera, de Silestone. Sillas y lámpara de techo, de Westwing. Con una puerta corredera Hay cocinas con distribuciones complicadas como esta en forma de Z que conecta con el comedor y el salón. ¿Quieres saber cómo han separado (o integrado) los ambientes? En la parte de la cocina que da al comedor se ha instalado una puerta corredera que junta o aleja cada espacio , según permanezca esta abierta o cerrada. Apuesta por puertas opacas, de cristalera entera o media como aquí, dependiendo de la privacidad que desees (y de la luz natural que tenga la cocina). A continuación: una pared acristalada Esta es la continuación de la imagen anterior y muestra cómo se las han ingeniado para separar la cocina del salón. En lugar de una puerta corredera, han optado por un tabique de cristal, a modo de pecera, que discurre por todo el sofá en forma de L . Las ventanas, al ser correderas, permiten interactuar si están abiertas o mantener la privacidad a raya (o los olores al cocinar), si permanecen cerradas. Ventanas con cuarterones Esta cocina también se ha separado del salón mediante una estructura acristalada pero esta es diferente. Dividida en cuarterones, le otorga una presencia elegante . ¿No te parece? Da igual que las ventanas de guillotina permanezcan abiertas o cerradas, en cualquier caso el objetivo es ganar luz. ¡Y aquí se ha conseguido! Con columna de espejos y butacas En este proyecto de la decoradora Mireia Torroella, la cocina comparte espacio con el salón y el comedor. Para separarlos visualmente ha utilizado diferentes recursos : una columna de espejos delimita la cocina del comedor mientras que unas butacas separan este del salón. Mobiliario de cocina, diseño de la decoradora, realizado por sistema Midi de MB. Sofá gris Ghost, de Gervasoni; butacas Fly, de &Tradition; alfombra, de Paola Lenti y sillas Mogensen, de Federiccia; lámparas, apliques y baldosas en el salpicadero. Todo, en Idees Disenny. Mesas de centro, en Coco-Mat. Unos escalones y estarás a otro nivel Mira qué buena idea para separar dos ambientes: esta cocina con office ha conseguido alejarse del salón gracias a tres escalones que lo dejan a un nivel inferior . La bancada del comedor y el sofá del salón se dan la espalda mutuamente, como si quisieran ignorar qué ocurre en cada espacio. Sofá Ektorp y cortinas de Ikea y mesa de centro en Brucs. Con un vano y una zona de paso Ni puertas abatibles ni correderas, un amplio vano separa esta cocina abierta del salón comedor, lo suficiente para la independencia de los espacios. Una buena solución para cocinas poco luminosas que así se benefician de la claridad que entra por el salón . Mientras, una zona de paso enfrenta el comedor, pegado a la pared, del salón ubicado al otro lado. ¡Arriba las mamparas de cristal! A estas alturas seguro que te has dado cuenta de que cambiar las puertas por estos paneles, que recuerdan a las antiguas fábricas, son lo más. Aquí se han combinado con un tabique bajo que hace de línea divisoria entre la cocina y el salón al que le da un puntito industrial muy agradable. Sofá, de Pilma. Lámparas de mimbre y taburetes, de Let's Pause. Armarios de cocina, de Santos. Encimera, de Corian. Campana, de Pando. Una barra de desayunos como frontera Una distendida barra de desayunos con taburetes separa con gracia esta cocina abierta al salón. El sofá queda en un segundo plano gracias a la estantería que remata la barra y que a su vez delimita el pasillo. Una prueba más de cómo los muebles sirven para zonificar espacios. La cocina es obra de Carpintería Rimvara. Lámparas, de Côté Déco. Taburetes, de Pilma. Al fondo, perchero de Tierra Extraña. El suelo marca la diferencia ¿Existen más soluciones para acotar una cocina abierta del salón? Sí. Pinta las paredes de cada espacio en colores distintos, forra una de ellas con papel pintado o utiliza revestimientos diferentes , como se ha hecho aquí. En la cocina se ha elegido un suelo hidráulico que lo separa visualmente del salón revestido de madera. Una forma original de decir ¡hasta aquí hemos llegado! El comedor, al quedar en medio, tiene el privilegio de pertenecer a ambos espacios. Sillas, de Ikea. Baldosas, de Álvaro Guadaño. Mobiliario, con acabado de madera en blanco, en MJ Figueroa. Si quieres estar al día de todo lo que publicamos en www.elmueble.com, suscríbete a nuestra newsletter .