10 veces en las que la nevera no fue un estorbo: cocinas con los electrodomésticos integrados

En esta pequeña y estrecha cocina es difícil saber dónde está la nevera, si no te decimos que se ha empleado el bajo de la escalera para colocarla (y panelarla), así como para instalar varios armarios que regalen almacenaje. Es un diseño de Ricard Mena, de RM Estudio, que sacó partido al espacio y diseñó una cocina abierta que pasa desapercibida. 

Los electrodomésticos integrados ofrecen una imagen de la cocina equilibrada y homogénea del espacio, ayudando a reducir el ruido visual. La mayoría de fabricantes de mobiliario de cocinas cuentan con una gama de electrodomésticos para integrar. En esta cocina, la decoradora Eva Baena eligió un acabado en verde con tiradores uñeros, con un acabado elegante y extra moderno. Con la madera del office, el contraste –y la calidez– están asegurados.   

Hay muchas ventajas para elegir una nevera integrada. Además del factor estético, esta opción ofrece un look más ordenado y limpio, sino que también te ayudará a tener una cocina más personal y una estética más discreta, dejando que la nevera se convierta en un elemento más de la decoración. A esto se suma que son más fáciles de limpiar. 

Si te decides a integrar la nevera, lo ideal es que hagas lo mismo con otros electrodomésticos como la lavadora y el lavavajillas. En el primer caso, tan solo será necesario un panel que la oculte, pero en el caso del lavavajillas, lo más probable es que los mandos vayan escondidos en la puerta. 

En esta cocina, la nevera está integrada y escondida tras unos paneles negros, mientras que la lavadora y el lavavajillas están tras los que tienen un acabado en madera. ¿El resultado? Una cocina armoniosa y muy moderna.

Cuando una cocina está abierta al comedor, no solo es importante que luzca un estilo que se integre con el resto de la decoración, sino que también es importante que la nevera, con su imponente presencia, pase desapercibida. Y es que su acabado en blanco o cromado puede ser demasiado imponente y llamativo, por lo que más adecuado es integrarla y dejar que no se note. 

Aquí, la elegancia es doble. Y es que no solo el frigorífico está integrado y no se ve, sino que su acabado en beige con uñeros en dorado suben su nivel. 

Sea cual sea el estilo de tu cocina, agradecerá la presencia de una nevera integrada. No solo reducirás el ruido visual y conseguirás una imagen más homogénea, sino que también dejarás que sean los materiales y acabados los que marquen la diferencia. Incluso se pueden instalar en frigoríficos de doble puerta, como en este espacio de carácter rústico. 

También en esta cocina la nevera pasa desapercibida. Con un panelado en blanco, como el resto de la cocina, el efecto es armónico y muy equilibrado. Tan solo intuimos su presencia debido a los tiradores, que son distintos al del resto de los armarios. Y es que los arquitectos Fran Mengíbar y Ana Blanco se decantaron por unas agarraderas para hacer más cómoda su apertura. 

Aunque te suene igual, no son lo mismo los electrodomésticos integrados que los panelados. Los primeros están fabricados para quedar ocultos tras una puerta de los muebles de cocina, mientras que los panelados se caracterizan contar con un panel del mismo material que el resto de los muebles de la cocina, dejando al descubierto solo los mandos del aparato. En el caso de los integrados, los mandos van ocultos en las puertas. 

En esta cocina de estilo rústico moderno, la nevera también pasa desapercibida. En este caso está ubicada junto al doble horno y cuenta con unos tiradores uñeros en los laterales, de manera que su presencia queda aún más integrada. 

Aunque los electrodomésticos integrados son una opción mucho más estética y decorativa, ideal para todo tipo de cocinas, has de saber también que tienen algunas desventajas. Y es que este tipo de electrodomésticos tienen algo menos de capacidad que los de libre instalación, de manera que sacrificarás algo de su capacidad, pero ganarás en estilo.