10 consejos de interioristas para que tu dormitorio no se vea desfasado este otoño

La interiorista Pia Capdevila nos recomienda "no renunciar nunca a las alfombras y utilizarlas como punto de apoyo y elemento de distribución". Este dormitorio, situado en una casita con encanto en Sant Père de Ribes (Barcelona), lo decoró siguiendo a rajatabla su mantra. Amortizan la pisada e impiden el contacto frío con el suelo, muy desagradable cuando empiezan a bajar las temperaturas. ¿La mejor opción? Utilizar una gran alfombra que abarque ambos lados de la cama y sobresalga unos 60 centímetros a los pies. De esta manera, delimita perfectamente el espacio y abraza la zona de descanso. ¿Un plus para el otoño? Releva las fibras naturales a favor de las alfombras de lana y pelo largo. Esta textura es suficiente para crear ambiente otoñal, por lo que puedes elegirla en tonos neutros y tierra, acorde con el resto de la decoración. Si acaso, incluir alguna pincelada de color sutil en los cojines y los pequeños detalles decorativos. “Los propietarios de esta casa no dejan de repetir lo a gusto que están. Creamos su hogar”, nos cuenta Pia, ¡y no nos extraña!

La interiorista Lara Vallés, de Space Stage, nos insta a "colocar papel pintado en la pared del cabecero de la cama. Puede tener algún estampado textil tipo espiga o tartán, o recurrir a florecillas silvestres que nos adentren en la temporada otoñal", explica. Fíjate, por ejemplo, en este dormitorio tan bonito. La piedra natural de una de las paredes comparte protagonismo con un papel pintado con motivos florales que le da un toque campestre y romántico, siempre asociado a la nostalgia del otoño. Junto con la ropa de cama, en el mismo verde que el papel de la pared, se consigue un efecto engamado muy acogedor. "No olvides que el papel pintado debe ir en consonancia con los tonos con los que se ha vestido la cama", recuerda. El cannage del cabecero, quizás más veraniego, refresca el ambiente y resta peso visual.

"Es importante tapizar el cabecero si quieres arropar el dormitorio", apunta Pia Capdevila, artífice de este espacio tan acogedor. "Era una habitación enorme, así que pusimos una cama de 2 x 2 metros. La vestimos con muchos cojines para hacerla pomposa, con una mezcla muy luminosa en verde y beige, siguiendo la misma línea del resto de la casa.

¡Otro tip! Si leer en verano a la sombra es un placer, también lo es cuando llega el otoño, recogida en el sofá con una mantita por encima. Para los ávidos lectores, crear un rincón de lectura en un rincón de la habitación sumará muchos puntos. Pia Capdevila lo ha hecho junto a la ventana, con una banqueta de cuerda para leer con luz natural, donde también se pueden dejar los cojines por la noche. Con pequeños toques se puede vestir espacios vacíos y darles un aire más recogido sin recargar.

Vestir de forma otoñal la habitación y cambiar los textiles también implica fijarse en las cortinas. "Elige diseños ligeros y confeccionados con tejidos naturales, con buena caída y ondas marcadas", nos cuenta Lara Vallés. La interiorista, para esta época del año, aconseja apostar por colores lisos y claros, en tonos tierra, no los estrictamente blancos, ya que de esta manera se tamiza la luz de una manera más cálida y especial. ¿Un truco muy El Mueble? No escatimes en el largo de las cortinas. Siempre es mejor que arrastren no más de 40 centímetros.

Si algo tienen en común muchos dormitorios románticos es que tienen un punto recargado y campestre que los hacen muy especiales. Y es que la conexión con la naturaleza es una de las cualidades que más conexión tienen con la temporada otoñal. Federica Barbaranelli lo borda y domina esta estética como solo ella sabe hacerlo, creando una armonía perfecta entre los diferentes elementos: pasamanerías de terciopelo para ribetear los cojines, blondas y puntillas en las fundas de las almohadas, texturas de espiga en las mantitas y fundas nórdicas de algodón. Mezclas de rayas, toile de jouy, flores de diferentes tamaños, el zig-zag de la espiga... ¿Te has fijado en la antigua silla que hace las veces de mesita de noche? ¡Nos encanta! Todos los detalles son importantes.

"Utiliza plaids de texturas más lanosas, sin llegar a ser de súper invierno", aconseja Pia Capdevila, que decoró con gusto este dormitorio de estilo clásico en París. La interiorista sumó aquí un tip de experto del que nos podemos adueñar de cara al otoño: incluir sobre toda la ropa de cama un topper, que es un colchón fino y acolchado que se coloca sobre el principal para mejorar la comodidad y protegerlo. En tonos piedra, a conjunto con otras piezas de la ropa de cama, también da un toque muy decorativo.

Pia Capdevila nos recomienda ahora "buscar apoyo decorativo en verde seco u hojas en color otoñal". Este dormitorio en tonos beiges tiene tres puntos que destacan sobre la base: las rayas en contraste de los textiles, los cojines de color mostaza y un jarrón con ramas verdes que da el toque de vida a la habitación. Párate a pensar e imagínate este dormitorio sin el jarrón que custodia la repisa del cabecero, perdería gracia, ¿verdad?

Los bancos  son muy prácticos para descalzarse o dejar la ropa preparada del día siguiente. Además, son tremendamente decorativos y pueden dar el toque definitivo a cualquier habitación. "Si el espacio lo permite, incorpora un banco de madera a los pies de la cama. Le dará un toque rústico al dormitorio", reitera Lara Vallés.

La cama es la reina de la habitación y, por tanto, si hay que invertir en algo que sea en vestirla bonita. El cambio de textiles es la manera más sencilla de adecuar el dormitorio a cada estación. "Debemos hacer una inversión en vestir bien la cama con cojines y plaids, que estén bien coordinados en tonos suaves y armónicos para favorecer el descanso y sentirse arropado", explica Lara Vallés.