¿Cuándo fue la última vez que limpiaste tu cocina a conciencia? El primer punto para que tu cocina (y cualquier otra estancia de la casa) luzca una imagen impecable, que transmita orden y bienestar, es llevar a cabo una buena limpieza. Y no nos referimos solo a evitar a toda costa esas pilas de platos y vasos amontonados en el fregadero, sino también a hacer una limpieza a fondo. Limpiar el interior y el exterior de los muebles, los electrodomésticos (por dentro y por fuera), los azulejos de la pared y el suelo. Sí, sabemos que es una operación tediosa, pero con una buena organización en la limpieza de la cocina quedará impoluta en poco tiempo. Proyecto de Deulonder Arquitectura Domèstica, de donde proceden los muebles, los apliques, las lámparas y las griferías inglesas. Pavimento de barro. No consigues deshacerte de esos desagradables olores Por muy bien que huelan tus guisos, es cierto que en ocasiones, aunque cocinemos con la ventana abierta o con la campana extractora a plena potencia, no podemos evitar que el olor a bar inunde nuestra cocina (y puede que el resto de la casa). La verdad es que existen muchos trucos para evitar los malos olores en la cocina . Entre ellos, poner agua con vinagre a hervir a fuego lento y añadir unas rodajas de piel de limón o de naranja. La iluminación es deficiente De este punto depende que tu cocina sea un espacio acogedor y funcional o no. Olvídate de limitar la iluminación a un único punto de luz general: tendrás que combinarla con luces intensas en la zona de trabajo y otras ambientales, más agradables, en el comedor. Es fundamental contar con un buen proyecto de iluminación y recuerda que las luces LED son eficientes. Electrodomésticos que no combinan entre sí Unos blancos, otros de acero, de cristal negro, con un diseño moderno, vintage… Con la mezcla de electrodomésticos de estilos y acabados diferentes es fácil romper con la armonía de tu cocina. Plantéate que tu cocina debe ser un espacio estéticamente limpio y ordenado y la uniformidad de acabados te ayudará a conseguirlo. Lo mejor es que tengas claro qué estilo y color quieres para estos aparatos y así, a la hora de renovarlos, los elegirás en sintonía con tus gustos. Otra idea: panelar los electrodomésticos (ocultarlos) para que el ambiente resulte más armónico. Mobiliario, realizado a medida, por Indecoba. Llenar la nevera de imanes No conviertas tu nevera en un colorista collage con imanes que traes de tus vacaciones y, mucho menos, utilices la puerta para dejar tickets, facturas, fotos, listas de la compra o el menú del cole: da sensación de desorden. Mobiliario diseño de Wonton Home, realizado por Abaton. Pavimento hidraúlico, de Mosaic del Sur. Amontonar objetos en la encimera Mantener la encimera despejada es fundamental si quieres que tu cocina se vea ordenada. Nada de utilizarla como superficie de apoyo para dejar los paquetes de arroz, pasta, legumbres o café. Si no tienes sitio y debes tenerlos a mano, hazte con unos botes bonitos y coloca todo en ellos. Tampoco la ocupes con pequeños electrodomésticos y gadgets. Puedes incluir un mueble desayunador con enchufes y cierre de persiana, que su apertura no reste espacio a la superficie de trabajo. Sobrecargar los estantes que quedan a la vista Aprovechar el potencial de almacenaje de las paredes con baldas está muy bien, pero eso sí, siempre que se mantenga el orden. Si acumulas paquetes de comida de distintos tamaños y colores, tarros de cristal o menaje de cocina, los estantes se verán llenos y desordenados. Lo ideal es colocar en cada estante sólo una fila de productos y, si es posible, que todo lo que coloques pertenezca a una misma gama de tonalidades. Saturar las vitrinas Las vitrinas , además de ser muy decorativas, aportan ligereza al conjunto, pero también puede ser "muy peligrosas". Sí, has leído bien, peligrosas: si no cuidas los objetos que van a quedar a la vista de todos serán un foco de ruido visual. Lo ideal es reservar estos muebles para guardar la vajilla y la cristalería, eso sí, cuidando de no saturar los estantes con platos, fuentes y vasos. Sé selectiva. Cocina diseñada por Marta Tobella con mobiliario de Cubic. Encimera de Neolith. El caos se apodera de cajones y gavetas Otro "detallito" estresante es que los cubiertos y demás utensilios de cocina se muevan y se golpeen unos con otros cada vez que abras o cierres el cajón. La solución: dividir el interior en compartimentos. Esta misma idea la puedes aplicar en gaveteros o módulos extraíbles, donde las separaciones se hacen con topes. No contar con suficientes cajones La escasez de zonas de almacenaje suele implicar desorden, a menos, que recurramos a ideas decorativas. Así, por ejemplo, si no tienes sitio en los cajones para guardar los utensilios de cocina, unifica el estilo de todos los enseres que se vayan a ver y mételos dentro de una jarra bonita. Más que un estorbo, se convertirán en un delicado y coqueto detalle decorativo. Paños de cocina descoordinados ¿Por qué en la cocina nos permitimos ciertas licencias que nunca llevaríamos al salón o a nuestro dormitorio? Igual que en estas estancias cuidamos que todos los textiles estén en sintonía, procura hacer lo mismo en la cocina. Ya sabes: no mezcles más de dos estampados distintos y, el resto, en tonos lisos dentro de la misma gama de color. Acumular platos de distintas vajillas Ya sea expuestos en una vitrina o en el interior de un armario, no hay nada más "irritante" a la vista que una pila de platos de distintas vajillas o la colección de los vasos de Nocilla (¿quién no los recicla?) con otros que no tienen nada que ver y tazas de desayuno de todos los colores, tipos y estilos que abarrotan el armario. ¡Simplifica y elimina! Ya veras cómo ganas en equilibrio. La cocina es de Innova. Mantel, vajilla, ensaladera y cuencos, de Fronda. Si quieres estar al día de todo lo que publicamos en www.elmueble.com, suscríbete a nuestra newsletter .