La elegancia puede estar en todos lados, y la Navidad es un gran momento para transmitir esa sofisticación junto a su toque mágico. Siempre pensamos que para conseguir mesas bonitas tenemos que recurrir a la típica decoración. Servilletas estampadas, dorado por todas partes y detalles recargados son algunas de las características que representan las mesas de Navidad, pero, no, no son la única forma de hacer que nuestro comedor respire espíritu festivo.
Tamara Falcó es la reina de la elegancia (y no solo me refiero con sus looks). Su casa representa totalmente su personalidad, y hoy, nos ha enseñado una mesa de Navidad que capta totalmente su carácter. De tonos neutros y mucha sencillez, el evento creado junto a la marca de ropa Falconeri ha acogido a grandes invitados para celebrar la Navidad.
Los detalles marcan la diferencia
Pero, ¿por qué nos ha enamorado la decoración de mesa de Tamara Falcó? Porque ha utilizado la elegancia del color beige y la ha trasladado a la Navidad. Para hacerlo, escogió una mantelería y vajilla muy sencilla, toda en color blanco. No podían faltar tampoco unas buenas velas que trajeran esa luz cálida que tanto nos apetece durante esta época del año.
Un detalle que nos ha llamado la atención, es que, para cada invitado, dejaron unas suaves mantitas para que pudieran disfrutar de la cena bien abrigados, ¡una gran idea para traer esa calidez y 'gustosidad' tan característica de la Navidad!
Como todo gira en torno a la naturalidad, escogieron sillas de mimbre para seguir la tendencia de los tejidos de fibras, ¡son muy hogareños!
Una orquídea como protagonista
Aunque, las verdaderas protagonistas son las plantas que colocaron por toda la mesa. Las orquídeas son las estrellas y las presentaron en un jarrón plateado de lo más original, acompañado de lirios de agua en tonos verdosos y rojizos (aquí el guiño a la Navidad).
Estas aportan un toque relajado y calmado muy sofisticado sin necesidad de complicar ni recargar más el centro de mesa. La cubertería es de plata muy clásica y crea contraste con el estilo minimalista del jarrón, ¡una gran lección sobre cómo combinar estilos).
Para hacer la cena aún más íntima, escogieron una luz indirecta donde las velas tuvieran mucha presencia. Esto aporta calidez y una atmósfera que invita a la cercanía entre nuestros invitados.
Para darle textura a la mesa, la socialité optó por incluir cuencos de piedra natural con líneas irregulares que ofrecieran un toque 'lujoso' muy original. Un gran ejemplo para aprender cómo crear mesas bonitas y con mucha personalidad, sin tener que recurrir a clichés o elementos demasiado recargados.