Soy decoradora y NUNCA deberías poner estas 11 cosas en un salón moderno

Lo digo en primer lugar porque es algo con lo que no puedo. Para decorar un salón moderno nunca pondría un sofá mazacote. Así llamo yo a los sofás de respaldo alto y muy voluminosos. No puedo con ellos. Me parece que lo llenan todo con pesadez. Y se pierde esa sencillez que debe imperar en un salón de estilo actual. No me gusta que los sofás sean demasiado articulados, pero prefiero un respaldo que se abata antes que uno alto. Así que es fundamental, elegir el sofá adecuado.

Para lograr ese aire moderno en un salón, tampoco usaría nunca fundas para el sofá o las butacas. Me parece que le dan un aire más desenfadado y rústico o romántico que actual, sobre todo, las fundas de lino. Si las fundas son a medida para el modelo concreto, entonces es otra cosa porque quedarán como una segunda piel (como retapizar). Así que… ¡descartadas! Es preferible retapizar, si merece la pena por el estado del sofá.

No se puede elevar el nivel en un espacio usando arte en serie. Prefiero optar por láminas, obras, fotografías, cuadros… de artistas emergentes cuando se trata de localizar algo de precio razonable. Las obras únicas y especiales tienen un "algo" especial. Y en un salón moderno no vale usar solo reproducciones en serie por ser moderno. Hay muchas obras contemporáneas para decorar la casa, muy apetecibles que, además, incorporan texturas al espacio.

Evito que todos los muebles del salón sean del mismo material y colección. Hay que jugar con la variedad, aunque sea más arriesgado. Pero no me gustan las composiciones en las que todo es igual, que puedes elegir el mueble del televisor, la mesa de centro, la auxiliar, el de comedor… ¡Quiero mezclar y enriquecer con personalidad un salón moderno a través de muebles variados!

No decoraría nunca un salón de estilo moderno con una alfombra tipo estera de algodón. Por el mismo motivo que no recurriría a fundas para el sofá. Porque me llevan a un estilo más informal y desenfadado, con aire raw o slow, que no es precisamente lo que se busca en un salón moderno como tal. Eso no quiere decir que las prohíba. Se podrían usar siempre que se compensara con otros elementos y, aun así, prefiero otros materiales para una alfombra, más acordes a la estética "limpia" y sencilla que se busca.

En un salón moderno los muebles deben seguir una línea sencilla y liviana. Nada de elementos pesados visualmente. Por ese motivo, nunca decoraría con una librería marcada en cuanto al diseño. Prefiero un modelo ligero, de estantes y travesaños finos. Me gustan las estanterías que combinan elementos metálicos que se pueden lacar en distintos tonos con estantes de madera o lacados. Pero todo de poco grosor.

Casi por el mismo motivo que no me gusta decorar con un sofá inmenso (pero prácticamente en ningún estilo decorativo), en un salón moderno las butacas no pueden tener diseños tipo sillón orejero. Su línea siempre ha de ser más cuidada. De menor altura en salones pequeños y con más licencias en los grandes. Pero es una pieza que me gusta cuidar y aprovechar para sorprender y personalizar con ella en un espacio. Con su diseño o con su tapicería, ¡puede triunfar!

La iluminación LED a través de tiras es interesante para crear ambientación. Pero no es la única forma de hacerlo. A veces, en un salón moderno se confunde el uso de tiras LED con el abuso. No se pueden instalar en cada borde, estante o perfil. Hay que tener un equilibrio y usar otro tipo de luminarias.

Hay modelos que se salen de "lo normal" que entendemos por mesas nido. No me gusta que sea una pareja o trío de mesas idénticas que encajan a la perfección unas dentro de otras como matrioskas. Prefiero combinar modelos, jugar con el diseño, el tamaño y las alturas. Aporta más personalidad al elemento mesa de centro.

Aunque para mucho el metal y el cristal están relacionados con el estilo moderno, yo le pongo muchos "peros" a esta idea. Varios "sí pero no" y es que hay que saber qué cristal. Ahumados y coloreados, son otra cosa. La mesa de centro en U invertida, de ángulos rectos y en cristal transparente, nunca la llevaría a un salón moderno. Me parece que está muy pasado este concepto. Los diseños con formas curvas en cristal ¡son otra cosa! Pero nada de metal en plateado o acero y cristal. Mejor jugar con metal negro, lacado, perfiles discretos en madera…

Siempre un mueble de herencia o recuperado en un salón moderno va a destacar. Pero uno. Y bien integrado. Eso es personalizar. Pero lo de incorporar piezas antiguas porque sí, sin más motivo, varias, en distintos rincones… no. Entonces pierde la fuerza de ese elemento único y diferenciador.