Sol Van Dorssen, estilista: "Los cojines no pueden faltar en un sofá y este es mi TRUCO para que quede estiloso y cómodo"

Un sofá no es un sofá si no está decorado con cojines o, al menos, nosotras no lo concebimos como tal, ya que está desnudo, deshabitado y para nada nos da sensación de hogar. Un cojín, por tanto, le da a nuestro sofá un toque confortable y acogedor, elevando su decoración y convirtiéndolo en el lugar perfecto para el descanso. La estilista Sol Van Dorssen está de acuerdo con nosotras y nos desvela su turco para vestir elegante un sofá con los cojines más adecuados.

Debemos saber que, a la hora de escoger los cojines con los que decorar nuestro sofá es bueno tener en cuenta algunos factores como su funcionalidad, tamaño, su diseño, la armonía que crean con el resto de tonalidades de nuestro salón o de la estancia en la que los coloquemos, su tamaño, su textura y, también, su cantidad. Estos son los trucos de Sol Van Dorssen para elegir correctamente los cojines del sofá:

CÓMO ELEGIR LOS COJINES DEL SOFÁ SEGÚN LA ESTILISTA SOL VAN DORsSEN

La estilista afirma que "los cojines no pueden faltar en un sofá vestido por una estilista, porque ayudan a que se vea más vestido y apetecible" y, a la hora de combinarlos ella tiene muy claro cómo hacerlo para que el conjunto quede dinámico, acogedor y elegante. Nos explica que es ideal combinar cojines de diferentes texturas, colores y formas para dar un toque más confortable a nuestro sofá y nos cuenta un tip para acertar siempre: " Un truco para acertar es elegir siempre dos colores dominantes, complementarios entre sí, para todos los cojines", explica. "Si el cojín que domina es estampado, los demás con motivos deberán complementarlo pero nunca competir con él no para no dar sensación de caos".

Un consejo nuestro para que escojas los cojines y aciertes de lleno en tu decoración y, además, te hagas con un modelo del que no te canses a las pocas semanas, es que optes por los tonos neutros o por aquellos estampados más atemporales, que siempre funcionan y nunca pasan de moda. Las flores, los motivos vintage o las formas en zig zag son estampados que nunca fallan. No obstante, si prefieres una alternativa lisa pero original, puedes optar por algún cojín sencillo con ribetes a contraste, por ejemplo, o con borlas o flecos en sus esquinas, para darle un aire más original y fresquito a tus estancias.

¿POR QUÉ ES VITAL DECORAR CON COJINES NUESTRO SOFÁ?

Lo que se lleva ahora son los colores verdes y amarillos. Y en estampados, los botánicos y los geométricos. ¿No sabes cómo introducirlos en casa? Los complementos decorativos son tu mejor arma: cojines, plaids, alfombras, jarrones, servicio de mesa, sábanas, complementos de cocina, toallas... Puedes cambiarlos fácilmente y hacer que tu casa esté de moda. Como si fueras un mago de la decoración.

Te contamos algunos motivos por los que, como buena decoradora de interiores, deberías vestir con cojines los sofás de tu casa para darles un toque elegante:

• Amortiguarán la dureza del sofá, dándole un toque más confortable y ayudándote a un mejor descanso.
• Darán un toque personal a tu sofá ya que lo vestirán de la forma que más te guste a ti. Tú serás la que los escojas teniendo en cuenta tanto tus gustos como el estilo decorativo de la estancia en la que los coloques, consiguiendo un resultado único con el que te sientas representada.
• Darán una dosis extra de confort a tu sofá, un aspecto más acogedor y una sensación de clase y sofisticación. Además de seguir las pautas de la experta Sol Van Dorsen para colocar los cojines de forma elegante, debes hacerlo también en guiándote por su tamaño, es decir, colocarlos de fuera hacia dentro en función de su tamaño, comenzando por los más grandes (que normalmente son cuadrados) y terminando, hacia el centro, con los más pequeños, que suelen ser rectangulares, redondos o con otras formas.
• Te invitarán al descanso. Colocando los cojines en el sofá podrás disfrutar de pequeñas siestas o cabezaditas sin que tu cuello ni tus cervicales se vean resentidos por verte obligada a utilizar el reposabrazos como almohada.