Salones con sofás modernos que inspirarán tu próximo cambio de look

Un sofá moderno se caracteriza por su diseño funcional, minimalista y contemporáneo. Las líneas de un sofá así son limpias y sencillas. Diseños en su mayoría rectilíneos con pocos adornos. Hace un par de temporadas aparecieron con fuerza los sofás curvos, que también se consideran modernos. Estos últimos encajan bien en salones modernos con paredes irregulares o en ángulo, incluso en espacios donde el sofá queda en una zona de paso.

Porque otra de las características de un sofá moderno es que no sea voluminoso. Es de poca altura, de manera que el respaldo puede ser fijo o abatible pero no satura. En este salón, por ejemplo, se eligen dos modelos de poca altura, de reposabrazos ancho y en una tapicería neutra. El detalle caldera de los cojines, plaid y cuadro es perfecto para animar con un estilo actual.

Los colores más comunes para un sofá moderno son el gris, blanco, negro, beige y tonos tierra. Son colores que se adaptan bien a todos los estilos, porque un sofá moderno puede incorporarse a un salón rústico actualizado y encajar perfectamente con otros muebles. Estos colores sobrios son más fáciles de encajar.

Esta característica también es perfecta para definir un sofá moderno. A veces se tapizan en colores más atrevidos como el amarillo mostaza, azul petróleo o verde oscuro. Sin estampados, todo en liso y sin combinar colores en la estructura y asientos. Todo en un único color. Estos hace que resulte moderno y elegante. Más que nunca, el sofá se convierte en el foco de atención del salón.

Este tipo de composición que juega con la asimetría también se adapta al diseño de un sofá moderno. Un sofá que no tiene reposabrazos o que prescinde de uno de ellos. El resultado es muy ligero, ideal para espacios pequeños o cuando no se quiere "cerrar" visualmente el área de asientos.

Esto también es una característica de los sofás modernos. Suelen tapizarse en telas que no generan demasiada arruga, lo que hace que el efecto sea de tela estirada, sin pliegues. ¡100% moderno! Y además, en el diseño, cuenta con módulos anchos, como este modelo en tapicería neutra.

Este sofá cumple todos los requisitos de un diseño moderno. Respaldo de poca altura, patas elevadas que quedan a la vista (perfectas las de metal negro) y reposabrazos estrecho. Además, la tapicería en gris hace que resulte muy contemporáneo y urbano.

¡Se adapta al espacio y a las ocasiones! Todo sofá que pueda componerse y rediseñarse tendrá esa connotación de sofá moderno. Añade un módulo, cambia su orientación, convierte un módulo en reposapiés o mesa de centro…

Los sofás que incorporan en el diseño funcionalidades como respaldos reclinables, asientos deslizables o reposabrazos ajustables ¡son modernos! Además, todos estos detalles ayudan a que su uso sea más confortable, así que no ponemos ninguna pega. En este salón, el sofá en L se eleva del suelo con las patas altas y visibles, que ya hemos indicado que es una seña de identidad de un diseño moderno.

Está claro que si a todas o a algunas de estas características del sofá moderno le sumamos opciones minimal tech -como puertos USB o zonas de recarga inalámbrica- o mesas auxiliares incorporadas, con algunas de estas funciones tech además de la de apoyo, el sofá será aún más moderno.