Salones pequeños con encanto: pocos metros pero muy bien aprovechados. ¡Inspírate!

Con esas magníficas vistas a la montaña y envuelto en madera, este salón pequeño rebosa encanto. Las grandes cristaleras, las vigas en color lino, la chimenea revestida de papel imitando piel de potro multiplican la luz, la calidez y la personalidad. Es un proyecto de Lara Vallés, de Space Stage Studio.

Las vigas de madera y cañizo son lo que más llaman la atención en este salón pequeño pero no pierdas de vista sus grandes ventanales en arco, su pared de piedra y sus complementos en verde, afines con el exterior. Todo ello le da al espacio un atractivo especial y un look rústico y sereno. El Estudio Marina & Co lo incorporó al interior desde el porche. Para aprovechar bien los metros lo equipó con un sofá rinconero, un sillón y dos pufs que suman asientos.

¿Qué tendrá el color que nos hipnotiza? Este salón pequeño y neutro capta toda nuestra atención gracias al rojo de la pared del comedor que se refleja en el espejo. ¿Más elementos que le dan encanto? El mueble bajo la ventana que sirve de asiento y almacenaje extra, las baldas blancas que aligeran el espacio y la repisa que oculta el radiador detrás del sofá. Todo tiene la firma de la interiorista Bárbara Serra, de Bäse Interiorismo.

¿Qué le da encanto a este salón pequeño? Sin duda, esa librería a medida pintada de verde azulado con estantes, armarios, chimenea y panel corredero que oculta el televisor. La genial idea es de Mar Marcos y Olga Gil-Vernet. En torno a ella se han dispuesto dos sofás enfrentados, dos mesas de madera idénticas y una butaca que cierra el espacio. Todo muy neutro para no robarle protagonismo al mueble.

Este salón pequeño te atrapa por su personalidad. Culpa de ello es la luz que lo envuelve, la chimenea de leña y esas piezas elegidas que lo hacen tan particular: las butacas y las lámparas de diseño. Su aparente sencillez gana encanto con esos toques tan originales.

Todo lo que nos evoque el buen tiempo y las vacaciones tiene su encanto. Este salón pequeño, creado en el porche, es buena prueba de ello. Su mobiliario es sencillo pero muy acogedor: un sofá de obra vestido con una mullida colchoneta y múltiples cojines, un par de mesas nido redondas y mucha fibra. La decoración de la pared con esos sombreros de paja ¡es total!

Un salón pequeño debe ser sereno y acogedor. Este lo es y, además, suma encanto, gracias al cuadro que decora la pared. Un paisaje desdibujado de Laura Prat que lo eleva de nivel. ¿Te has fijado que sus tonos verdes y terrosos son los mismos que el de los textiles? Un truco infalible que ha utilizado el Estudio Martínez Elorza, responsable del proyecto.

Si por las ventanas de tu salón pequeño divisas el mar, ¡no puede tener más encanto! Es lo que le ocurre a este de la imagen. Su propietaria, Genoveva Núñez de La Armonía del Orden, lo ha equipado con un práctico sofá de obra, a medida, chimenea en columna y una zona de trabajo con vistas maravillosas. Lo ha decorado con toques de azul, fiel reflejo del exterior. ¿Se puede pedir más?

Si vives en una ciudad donde los días de sol escasean, decora tu salón pequeño en colores claros que le den la luz que le falta. Eso fue lo que hizo en el suyo la interiorista Natalia Zubizarreta. Tonos crudos en el sofá, la alfombra y las paredes. La calidez de la madera y una decoración estilosa, con cuadros, textiles gustosos y lámparas modernas, le dan mucho encanto. "Aunque tu piso sea pequeño, decóralo pensando en él como un gran piso", sugiere la interiorista.

Otra excelente idea para dotar de encanto a tu salón pequeño es amueblarlo con piezas antiguas. En este de la imagen, diseñado por la arquitecta Mónica Recoder, se entremezclan muebles heredados o comprados en subastas con cuadros modernos. ¡Ese estilo ecléctico nos gusta mucho!

Vigas de madera, techos abovedados, paredes de piedra, arcos... Hay elementos arquitectónicos que destilan encanto. Si te encuentras con ellos, consérvalos o recupéralos. En este salón pequeño mantuvieron las vigas de madera del techo y la chimenea de piedra con el tiro pintado en blanco. Para hacer la estancia más grande crearon una estantería de obra y pusieron el suelo de microcemento blanco para ganar luz y amplitud visual. ¡Mira qué bien ha quedado, pequeño y resultón!

Con el encanto de un salón de costa pero en plena ciudad. Así es este saloncito lleno de buenas ideas, diseñado por N12 Estudio de interiores. Las paredes blancas con textura, el uso de maderas imperfectas, detalles artesanales o fibras lo han hecho posible. Nos ha enamorado ese banco de obra a medida, que lo mismo hace de asiento que de leñero decorativo, y ¡cómo no! esa chimenea de pellets tan ideal.

Cojines, plaids y cortinas son únicos para dar encanto a cualquier estancia. En este pequeño salón cumplen su papel con creces. Además, sus tonos verdes y beiges le dan calidez y serenidad. ¿Otro gran acierto? Poner el suelo de piedra gris o pintar las vigas en un tono verde muy sutil y elegante. El resultado es este salón atemporal diseñado por Lory Hansen, de A Touch of Class.

Otros tipos de salones pequeños que hacen gala de su encanto son los abuhardillados. Este sin ir más lejos cuenta con vigas en techo lacadas de blanco para no agobiar el espacio y una pared de piedra que lo abriga. La interiorista Belén Ferrándiz suplió sus pocas dimensiones con una decoración sencilla, acogedora y original.