Pia Capdevila, sobre salones pequeños (en pisos de 60 y 70m2): "En vez de librerías pon estantes, y cambia las butacas por pufs. Ganarás espacio"

Este salón pequeño resulta ligero y acogedor. Pia decidió colocar una única balda, de lado a lado en lugar de una estantería. En madera clara, aporta calidez y es suficiente para colocar libros y cuadros. 

¿Otro truco decorativo? En lugar de butacas, la interiorista ha elegido unos pufs como asientos, son más livianos y hacen el mismo servicio.

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En este salón pequeño y confortable, la ubicación del balcón y las ventanas limitaban el espacio para colocar mobiliario de almacenamiento. ¿Cómo solucionarlo? "Aprovechamos la pared del pasillo para diseñar una librería de poca profundidad a medida", explica Pia.

Los muebles bajos cerrados guardan la vajilla y la cristalería. Y la puerta corredera de listones de roble ocultan una televisión, visible desde el salón y el comedor. Frente al sofá a medida, la interiorista diseñó un banco, justo en la trasera de la cocina, que desemboca en la mesa de comedor.

Lo primero que tienes que hacer a la hora de amueblar tu salón pequeño es elegir el sofá y, a partir de él, decidir el resto de la decoración. "En este salón el sofá es la pieza grande que organiza el estar, la que nos ayuda a distribuir —comenta Pia—. Está diseñado en L para darle máximo protagonismo a la chimenea de leña. Para darle calidez al espacio, revestí parte de la pared con un panelado de roble y diseñé un mueble bajo de DM lacado con puertas que permite el almacenaje y garantiza el orden".

Una mesa de centro de madera y una butaca completan la decoración. En la trasera del sofá, Pia colocó un aparador bajo que separa el salón del comedor.

Un precioso vano en forma de arco da acceso a este otro salón pequeño de estilo rústico diseñado por Pia Capdevila. "Creamos un mueble de DM lacado con repisa donde integrar la chimenea".

En esta ocasión, la interiorista ha dispuesto los sofás enfrentados entorno a ella. De nuevo, unas mesas nido redondas sirven de apoyo y un par de butacas cierran el espacio. Las vigas del techo y el suelo de madera laminado lo envuelven y le dan toda la calidez que precisa.

En la buhardilla de esta casa, Pia Capdevila ha diseñado un pequeño salón donde mantener charlas en calma. "Creamos una estantería a medida de DM lacado con trasera alistonada, baldas y un mueble bajo cerrado de almacenaje".

Enfrente, la interiorista colocó un sofá pegado a la barandilla de la escalera. Este descansa sobre una acogedora alfombra. Las líneas rectas del mueble se equilibran con los diseños sinuosos de la mesa de centro ovalada, los sillones y la mesita auxiliar redonda. Todos ellos le dan dinamismo.

Esta estancia abovedada era antes una cuadra y Pia Capdevila la ha transformado en un salón pequeño y acogedor. Abierto al comedor, pertenece a una masía centenaria. De ahí su suelo de barro, sus paredes de piedra y su fabuloso techo de volta catalana.

La interiorista lo ha equipado con una chimenea de leña integrada en un mueble bajo muy moderno diseñado por la interiorista. El sofá gris de factura actual y la mesa de madera rústica logran el equilibrio perfecto.

Una buena opción para amueblar un salón pequeño y aprovechar cada centímetro es colocar un sofá rinconero. Pia Capdevila lo llevó a cabo en este de la imagen.

Diseñó también la librería de detrás, que oculta los radiadores, y el mueble bajo con balda superior de enfrente. Este termina en un banco delante de la ventana que proporciona más asientos y sirve de cómodo mirador. En el centro, unas mesas redondas.

Equipar un salón pequeño con pocas piezas pero escogidas es una decisión inteligente. En este proyecto, "nos decantamos por un sofá cama de dos plazas, unas mesas redondas, unas baldas ligeras que no recargan el ambiente y un mini escritorio que, en poco espacio, habilita un rincón de despacho", explica la interiorista.

A este salón mini, abierto al comedor, no le falta de nada: un sofá cómodo de brazos estilizados, unas mesas de centro tipo nido, una butaca y un puf como asientos extras y un mueble bajo y ligero para la televisión. La librería negra sirve de elemento separador entre el salón luminoso y el comedor.

Sobre una base atemporal, Pia optó por tonos ocres "para asegurarnos un estilo cálido, sobrio y ordenado que siempre resulta más fácil que guste a más gente", explica la interiorista.