Los 12 salones de montaña y de campo más bonitos de la revista El Mueble: con mucha madera, chimenea y calidez

¿Qué es imprescindible en un salón de montaña? Un gran ventanal donde disfrutar del paisaje, una chimenea que de calor y asientos cómodos donde rebujarse bien tapaditos. Laia y Marina Reguant añadieron, a este situado en La Cerdaña gerundense un banco mirador, uno de los elementos estrella para este 2024.

Otro de los elementos característicos de los salones de montaña es su techo de madera. Si las vigas son antiguas conviene restaurarlas. Píntalas de un color claro que no resten luminosidad.

En este salón del pueblecito gerundés de Alp, Lara Vallés, de Space Stage Studio, les dió una veladura en color lino. Así se ve la veta de la madera. Además de la chimenea de leña, el salón y el resto de la casa se acondicionó con aerotermia, un sistema de climatización limpio y sostenible. Resulta súper acogedor.

Entre la Costa Brava y los campos del Ampurdán se encuentra esta masía cuyo salón cuenta con techos abovedados, paredes de piedra y suelos de barro que, por supuesto, se conservaron. Para jugar al contraste, Pia Capdevila combinó una mesa de madera rústica con piezas más actuales, como el sofá gris o la estantería baja junto a la chimenea. ¡Quién diría que este espectacular salón rústico era antes una cuadra!

¡Nos encantan las casas de montaña tipo cabaña! Como esta, situada en La Vall d'Aran (Lleida). Carme Caubet, toda una experta, revistió de madera la chimenea del salón, a juego con las vigas. También introdujo textiles de pelo para abrigarla mejor y aprovechó el rincón con un banco y una mini estantería. ¿No te parece ideal?

Fíjate en este salón de campo ubicado en Gerona. ¡Es impresionante! Se conservó una pared de piedra que aísla del frío y del calor, se dispuso una chimenea de leña y junto a los sofás de lino, unas butacas de borrego, tan de actualidad. El resto de paredes y las vigas se pintaron en un blanco cálido para multiplicar la luz. De todo ello se encargó Gabriela Conde.

Una vez más Carme Caubet nos sorprende con este salón de montaña tan bien solucionado. Fíjate en cómo acogen las vigas de madera en ángulo. El sofá va acompañado de una chaise longue para disfrutar tumbada de las espectaculares vistas. Las butacas se han tapizado con una tela de rayas subida de color que dinamizan la estancia. 

Este salón rústico pertenecía antes al porche. Ahora se ha cerrado con grandes ventanales en arco y se ha decorado con un sofá rinconero. Gracias a él se pueden disfrutar las maravillosas vistas al campo gerundense. ¿Te has fijado en el techo? Mezcla madera con cañizo ¡y no puede ser más original! Marina & Co han optado por textiles en verde, muy a tono con los colores del campo. 

Con excelentes vistas al Pirineo gracias a su enorme ventanal, este es otro de los mejores salones de montaña de El Mueble. Marina & Co lo han decorado con un sofá rinconera, pufs de cuero y un impresionante papel pintado diseñado por ellas: es de rayas con una cabeza de reno en su centro. ¡Súper original!

Con vistas a la bahía mallorquina de Camp de Mar, este salón lo tiene todo: un interior luminoso, vigas de madera, suelo de barro, una chimenea de piedra original y ciertos toques rústicos, como la lámpara chandelier que lo preside. A través de sus grandes ventanales se divisa el campo, la montaña y el mar. ¿Se puede pedir más?

De nuevo una masía es una de las mejores casas de campo de El Mueble. Esta se ha actualizado. Su autora ha sido Maite Prats. Sus asientos de lino gris, el banco mirador y la lámpara de pie de diseño contrastan con la maravillosa pared de piedra original que la interiorista ha conservado. Las vigas se han pintado de blanco para darle más luz. Y los textiles estampados y de color la rejuvenecen. 

¡Nos encantan los salones rústicos que cuentan con todo tipo de comodidades! Este los tiene. Por un lado sus arcos, su techo de boveda catalana, sus puertas de madera recuperada... Y por otro su cuidada decoración. Ariadna Asturias, de la constructora Somnisamida, ha elegido un par de sofás de cuero que le vienen que ni pintado. Están separados por una mesa de madera labrada de forma artesanal. El resultado es un ambiente cómodo y relajante.

Cuando tienes una casa de montaña orientada al sur y cuentas con muchas horas de sol, debes aprovechar ese privilegio. Por eso, en este salón se llevaron las cristaleras hasta el techo creando una caja de roble, pino y cristal. Situada en La Cerdaña francesa, tiene vistas al campo, la montaña y al río que la circunda.

Carlota Nieto, de la inmobiliaria Eclair, la decoró con un sofá modular y una deliciosa chimenea exenta que acapara todo el protagonismo. ¿Otro truco para sacar partido a la estancia? Eliminar barreras y abrir el salón al comedor y a la cocina.