¿Qué debes preguntar a un arquitecto antes de reformar tu casa?

Blanca Alonso, directora de nuevos desarrollos del estudio del estudio de arquitectos Ábaton, responde: "No siempre es fácil valorar el potencial de viviendas que pueden tener una mala distribución o aprovechamiento de la luz. Para nosotros es muy importante la orientación y las entradas de luz natural, así como la altura de los techos que ayudan a generar sensación de mayor amplitud". El arquitecto te asesorará sobre este aspecto de la reforma.

Quizá es la primera pregunta que deberías plantearle a un arquitecto. Llevarle la idea que tienes (y plano con medidas), lo que necesitas y quieres hacer. Él sabrá decirte si es posible por medidas, en qué presupuesto te mueves, cuánto se puede tardar y qué aspectos hay que mejorar.

El diseño no tiene sentido si no es funcional y si no se adapta al cliente. Con el hábito de su trabajo como arquitecta, Blanca responde que "siempre aconsejamos desde el punto de vista técnico y desde nuestra experiencia previa, pero la última decisión debe ser del cliente. Es él quien debe sentir que la casa se adapta 100% a su gusto y a sus necesidades".

Desde Ábaton, ante una de las preguntas que más plantean los clientes a los arquitectos, responden que "desde luego. Hay muchas herramientas que utilizamos para conseguirlo: mejorar la calidad de los cerramientos, añadir aislamiento en el interior o por fachada cuando es posible, mejorar los sistemas de ventilación, calderas de bajo consumo…"

"Hay que informar al ayuntamiento de cualquier obra que se vaya a realizar. Ellos son quienes dictaminan si el nivel de intervención requiere una licencia de obra mayor o bastará con un acto comunicado para obras de menor envergadura", matiza la arquitecta.

A esta pregunta también puede responderte el arquitecto después de conocer tu proyecto. Para que te sirva de orientación, una obra mayor es aquella en la que la estructura de la vivienda se altera (mover un tabique o abrir un vano). Las reformas menores son de poca envergadura como cambiar sanitarios, pintar o cambiar el suelo. Según sea una obra u otra implica el pago de una tasa.

Este tema burocrático, seamos sinceras, es un engorro. Así que pregunta si la reforma que quieres llevar a cabo precisa de petición de permisos al ayuntamiento y si se encarga de hacerlo la empresa o tienes que gestionarlo tú. En muchas ocasiones, por algo más de precio te incluyen la gestión y te evitas tener que ir tú en persona.

El arquitecto, por experiencia, también te puede indicar si debes avisar a tu comunidad de vecinos de la obra según su envergadura. Por regla general, conviene informar por cortesía y por otras cuestiones más prácticas como dónde se suele colocar el contenedor de escombros. Seguro que alguien ya ha hecho alguna obra antes que tú. Obras mayores requieren instalar un elevador en la fachada o una trompa para bajar escombros sin molestar al vecindario ni bloquear el ascensor.

Tema polémico el de las reformas y los vecinos. Blanca, de Ábaton, explica cómo trabajan ellos: "nosotros procuramos ser muy respetuosos. Siempre avisar del comienzo de las obras y dar un contacto del responsable de las obras que esté localizable para solucionar cualquier inconveniente. Por supuesto, respetar las horas razonables de sueño con los trabajos que generen ruido".

Las cosas bien hechas. En una obra intervienen varios oficios. Los profesionales que pasen por tu casa deben estar dados de alta en la seguridad social y contar con un seguro de responsabilidad civil. Solo así estarán cubiertos los posibles desperfectos que puedan ocasionar en tu vivienda. Tu arquitecto será quien supervise el trabajo de todas esas personas. Solo así estarás segura.

"La labor del arquitecto es más técnica, se centra en la concepción y la calidad del espacio y ofrece más posibilidades por la versatilidad que ofrece el conocimiento del total de las opciones. Se complementa con la del interiorista. Desde el estudio se debe dar un servicio completo que abarque ambos ámbitos. Es fundamental que funcionen de forma armónica", expone Blanca.

"Hay muchos elementos del estado de la vivienda a reformar que influyen en el cálculo de forma significativa: estado de las instalaciones, necesidad de refuerzo de la estructura original, ubicación de las zonas húmedas, aislamiento térmico… no se puede generalizar", matiza la arquitecta de Ábaton. El arquitecto hará un cálculo específico para cada intervención y te ayudará también con esta pregunta.

Desde Ábaton nos dicen que "en una reforma esto es imposible. Siempre pueden surgir imprevistos cuando nos enfrentamos a una base desconocida. La experiencia hace que se minimicen las desviaciones de presupuesto. Al final, se intuyen muchas variables que, aunque sin tener certezas, mejoran mucho la precisión de las estimaciones".