Pisos MUY pequeños decorados con el color de moda: porque el estilo no está reñido con los metros
Como cada otoño, este color vuelve a la palestra entre los preferidos. Es cálido y también frío, pero sobre todo tiene un carácter versátil que lo hace perfecto para cualquier estancia
Un año más, el verde oliva vuelve a protagonizar la decoración de nuestra casa. Este atemporal color sube como la espuma cuando llega septiembre, quedándose en nuestros hogares durante meses. Y es que su toque fresco –no deja de ser un color frío– queda genial con la madera y contrasta con ella, así como con los tonos suaves en blanco o beige. Pero el verde oliva también se caracteriza por su matiz cálido, perfecto para esa época en la que bajan las temperaturas, haciendo la mejor pareja con los tonos terrosos, como los arenas o terracotas. Y su versatilidad no solo se deja ver en grandes casas. El verde oliva puede lucirse con mucha elegancia en pisos pequeños, en los que los metros escasean y encontrar trucos que amplíen el espacio visualmente es una prioridad. Y este color puede ayudarte a ello, convirtiéndose en el punto focal y dando vitalidad y carácter a la decoración. ¡Lo demostramos! Descubre los mejores consejos para decorar un piso pequeño con el color de moda.
Salón con sofá, de Deteca. Librerías, de Merc&Cía. Mesa de centro, de Deteca. Mesa auxiliar y lámpara de sobremesa, de Coton et bois. Espejo, de Malana's Workshop.
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Una gran pieza acompañada por tonos tierra
¿Quien dice que la pieza más grande de un salón pequeño no puede lucir en verde oliva? Este salón demuestra que ese color no solo dará personalidad al espacio, sino que tampoco compite con la luminosidad. ¿El truco? Emplear solo colores claros, como el beige, el arena y, por supuesto, el blanco. Entre todos conseguirán más amplitud. ¿Y la calidez? La aporta la madera.
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Cocina con mobiliario, diseñado y realizado por Deulonder Arquitectura Domèstica. Encimera, de Corian blanco. Electrodomésticos, de Bosch. Mesa y sillas de Brucs.
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Una cocina con isla en verde oliva
Aunque pequeña, esta cocina hace del verde oliva su seña de identidad. El equipo de Deulonder se inspiró en el color de las baldosas hidráulicas de la estancia para los muebles. Pero, ¿cómo evitar que saturara el espacio? Para empezar sin llevar los muebles hasta el techo y pintando las paredes en un beige cálido que aporta sensación de acogimiento, pero también con la encimera de Corian blanca. ¡Nos encanta!
Papel pintado, de Jan Churchill, en Piccolo Mond. Arrimadero pintado en color Sof Teal, de Jotun. Mesa y sillas, en Taller de las Indias.
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Sin miedo a abusar
Cierto que el color verde oliva puede ser una apuesta arriesgada. Pero su belleza, carácter atemporal y carácter sosegado la hacen ideal para un comedor. Puedes aplicarlo en el color del arrimadero, así como en el papel pintado. Eso sí, tendrás que garantizar que el espacio cuenta con mucha luz natural o de lo contrario el espacio resultará demasiado oscuro. Un consejo: si te aplicas esta idea evita añadir más colores. Decántate por la calidez de la madera y las fibras naturales, como aquí.
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Sofá con cojines verdes y marrones.
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En pequeñas dosis
Si tu salón, además de pequeño, tiene poca luz, lo más adecuado es que no abuses del verde oliva. En estos casos, te recomendamos que lo apliques en pequeñas dosis. Una buena idea es incluirlo en los cojines que decoran el sofá. Combínalo con otros en tonos arena y beige. ¡Mira qué resultado!
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Sofá en Tapidisseny, mesa auxiliar en Hanbel, pufs en Aramara y alfombra de KP.
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Otros detalles
Además de los cojines, puedes incluir el verde oliva en otros detalles, como los colores de los cuadros de las paredes o un plaid. Lo cierto es que es una manera perfecta de incluir este color en un espacio pequeño, disfrutar de su belleza y dejar que el espacio se vea amplio.
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Cabecero artesanal de marquetería. Mesitas de noche, de Natura. Lámparas de techo modelo Yute III, de Lámparas.es. Apliques de lectura modelo Bel Led, de Faro.
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La pared de acento
Puedes emplear el verde oliva para pintar una pared de un dormitorio pequeño. Pero hay condiciones: por un lado, el resto de paredes han de ser blancas y, por el otro, es recomendable también que se trate de una estancia con mucha luz personal. Si, además, eliges una ropa de cama de tonos claros, el resultado será acogedor y, con la pared en verde, conseguirás acentuar la presencia del cabecero. Y un consejo, no pongas ni cuadros ni nada más que decore la pared. ¡Con el verde oliva es suficiente!
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Cama y mesillas, de Maisons du Monde. Ropa de cama, de Filocolore. Colcha, de Catalina House. Apliques, de House Doctor, en Nordic Nest. Alfombra, de Carolina Blue. Cortinas, de Class&Deco.
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Con mucha luz
Emplear colores con la fuerza del verde oliva en espacios pequeños es posible siempre que la luz natural sea una garantía. Un buen ejemplo es este dormitorio con dos ventanas en el que no falta la luz natural. Incluso se ha combinado con un camel oscuro que ayuda a llevar un punto más cálido.
Banqueta, de Mercader de Venecia. Ventilador, de Faro.
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A todo color
Sí, claro puedes utilizar el color oliva para todas las paredes de una habitación pequeña. Ahora, decántate por una tonalidad deslavada, que no esté demasiado saturada.
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Baño con mampara corredera
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También en el baño
Un baño pequeño blanco puede ser el lienzo perfecto para que el verde oliva se luzca. Más aún si el resto de paredes, muebles y decoración presumen de un blanco prístino. Aquí, el verde oliva protagoniza la pared de azulejos de la ducha, haciéndola mucho más atractiva visualmente hablando. Además, al tener un acabado brillo, consiguen un toque moderno y muy actual.