Antes y después: de piso viejo que nadie quería a pisazo moderno, luminoso y con toques de color (con plano)

La entrada de la vivienda estaba vieja y en mal estado. La madera de los muebles oscurecía el recibidor pequeño, el cual no contaba con espacio suficiente y en el armario existente no cabían ni los abrigos. Sin duda, el piso necesitaba una bienvenida mucho más agradable y luminosa. 

La idea principal que se planteó fue un concepto semi abierto, pero finalmente se optó por no hacer un cierre. En la zona de día, al lado del recibidor, han incluido una zona de planchado, guardarropa y almacenaje que queda oculto detrás de un panel frente el comedor. Ahora la entrada es pequeña, pero mucho más abierta y luminosa. 

El piso estaba muy compartimentado. A pesar de tener una terraza y grandes ventanales, no entraba mucha luz y parecía una vivienda más oscura de lo que realmente era. Eso era culpa de, en parte, el color de la madera de los muebles. La zona de día necesitaba también una decoración mucho más actual y renovada. 

La distribución abierta de la zona de día es el corazón de esta casa, donde en un mismo espacio encontramos el comedor, el salón y la cocina. Los muebles son mucho más claros y modernos, igual que la cocina, que está hecha de madera clarita y muebles blancos. La interiorista ha incluido algunos toques de color para dar personalidad a la gran estancia. 

Lleno de muebles antiguos, papeles y trastos, el salón carecía de gracia. Tenía potencial, gracias a las ventanas, pero necesitaba un lavado de cara. Aquí es donde la interiorista ubicó la nueva zona del televisor después de la reforma, pero con un look MUY diferente. 

"La primera propuesta llevaba la terraza incorporada al salón, pero en medio del proyecto llegó la pandemia y los dueños se dieron cuenta de que preferían mantener la terraza, por lo que la mantuvimos sin incorporarla al salón", explica Gloria. De esta forma entra mucha luz al salón, el cual fue decorado de forma moderna y colorida. La pared turquesa llama la atención y enmarca la televisión. 

La interiorista ha jugado con distintos materiales y colores para crear un espacio mucho más moderno que antes, pero sin caer en lo aburrido. ¡Así es mucho más vivaz y familiar! Un gran sofá gris es el protagonista de esta parte de la casa, a juego con la butaca y la suave alfombra. 

La cocina era pequeña y tenía poco espacio. Todo del mismo color y con baldosas en la pared sucias y envejecidas. Igual que los electrodomésticos, totalmente desfasados. Parte del espacio de la cocina había sido destinado a un lavadero que estaba muy abandonado, lo que no era demasiado funcional. 

¡Qué cambio! La cocina ahora es el corazón de la casa: tiene mucho espacio y una gran isla que hace a la vez la función de barra para desayunar. Hay muebles a ambos lados y una gran nevera XXL perfecta para una familia numerosa. Como en el salón, la interiorista ha jugado con materiales y colores como la madera, el blanco y una zona de baldosas.

También han incorporado muchos armarios cerrados y un gran mueble desayunador. Además, con la encimera de mármol blanco, la luz fluye muchísimo mejor en esta estancia. 

La casa estaba distribuida con un largo pasillo oscuro y anticuado. Las baldosas negras del suelo solo hacían que aumentar la sensación de estrechez, como las puertas de madera oscuras. Además, las lámparas del techo estaban totalmente obsoletas. 

"En la propuesta, les presentamos a los propietarios una distribución en la que separamos completamente la zona de día de la zona de noche: así, estando en la zona de día no se ve en absoluto la zona de noche, la cual queda oculta tras una puerta con un panel que la camufla y no deja ni intuir que detrás hay un pasillo", señala Gloria. Asimismo, las paredes del pasillo se forraron con papel pintado y se renovaron las puertas en blanco, un color que amplía visualmente el espacio. 

"En la zona del pasillo tenemos 3 dormitorios de tamaño normal, uno para cada hijo, más un baño exterior para estas habitaciones", explica Gloria. El objetivo para estas estancias fue volverlas acogedoras y mucho más habitables. Para la hija pequeña se decoró esta habitación en rosa palo y blanco, y ahora cuenta con una cómoda cama con espacio de almacenaje debajo y un pequeño escritorio para hacer los deberes frente la ventana. Así se aprovecha la luz natural.  

Tras la reforma, la habitación ha ganado en luz y está mucho mejor distribuida. Se ha apostado por el rosa palo y el blanco para modernizar la estancia y la cama elevada tiene cajones para guardar la ropa. Un pequeño escritorio se ha colocado frente a la ventana para poder hacer los deberes aprovechando luz natural. 

En esta habitación juvenil moderna han ubicado el escritorio frente a la ventana y han colocado una cama elevada y cómoda. La decoración es clarita para ganar luz, pero el color mostaza del plaid de la cama da ese toque de color que se ha intentado conseguir en todo el piso. ¡Mucho mejor!

La idea es que los niños tenían que compartir un baño, pero este era pequeño y sin gracia. Tanto la ducha como el inodoro necesitaban ser renovados y no había mueble bajo el baño en el que guardar las cosas. 

¡Mira qué bonito! Totalmente nuevo y limpio, este baño no parece el mismo. Hay una gran ducha con mampara y el inodoro es nuevo. También tiene un mueble bajolavabo grande con un gran lavabo. El espejo redondo también queda genial. ¿Lo mejor? El bonito color azul de las paredes y el mueble que sigue con la estética de la casa. 

En el dormitorio principal sucedía más de lo mismo: era más amplio y tenía potencial, pero no le habían sacado partido. Las paredes necesitaban una mano de pintura y, tanto la cama como las cortinas, parecían de otra época. 

"En el dormitorio principal planteamos una distribución original: un dormitorio en suite con vestidor y, en el baño, la zona de bañera, ducha e inodoro cerrada con una cristalera. La zona del lavabo y tocador queda exenta" relata Gloria. Ahora es una estancia mucho más bonita, práctica y elegante. 

El baño antes de la reforma estaba separado del dormitorio principal, así que tuvieron que ingeniárselas, como cuenta la interiorista, para que fuera en suite. Además, el diseño estaba muy desactualizado, con un rosa y unas baldosas muy chapadas a la antigua que lo echaban a perder. 

Esta es una de nuestras partes favoritas. El baño es espectacular y muy relajante, con tonos en negro que lo convierten en una estancia todavía más elegante. El espacio es mucho más discreto, pero digno de la transformación de toda la vivienda. "Al separar la zona del lavamanos de la ducha e inodoro, hemos creado un espacio funcional en el que cualquier mañana normal, dos miembros de la familia puedan estar preparándose para irse a trabajar sin interrupciones", resalta Gloria. ¡Ahora solo queda disfrutarlo! 

La meta a alcanzar en esta reforma era la redistribución de una vivienda con tantas habitaciones y espacio (119 m²), pero sin ninguna de ellas siendo grande y espaciosa. Ahora no les falta de nada y, además, le han sacado mucho más partido a la vivienda. Lo más complicado -y el deseo de los dueños -fue abrir las habitaciones y formar una única zona de día, porque es donde más pasan el tiempo. También lo fue ideal una manera de conectar el baño al dormitorio principal. Meses más tarde, ¡así ha quedado!