25 FOTOS e ideas de pérgolas vistas en la revista El Mueble para un verano estiloso a la sombra
¡Las pérgolas son para el verano! Regalan sombra, frescor y si las tapizas con trepadoras se convertirán en protagonistas del jardín. Inspírate en estas para escoger la tuya
Protege(te) del sol con estas ideas de pérgolas tan bonitas y prácticas para terrazas y jardines.
El Mueble
Nos pasamos toooodo el invierno esperando que llegue el calorcito. Y cuando por fin llega el calor... ¡nos asamos al sol y no hay quien coma si no es para cenar al fresco! Hasta que alguien dice la palabra mágica... pérgola. Sí, esas estructuras que permiten crear espacios resguardados del sol (y de la lluvia) en el exterior. Ahora es el momento perfecto para encontrar tu pérgola ideal y poner tu casa a punto para la llegada del ansiado verano.
Asimismo, debes saber que no necesitas un jardín enorme para tener una pérgola. De hecho, las hay desmontables desde 200 x 200 cm, aunque las fijas suelen medir a partir de 300 x 300 cm. ¿Estas medidas no te cuadran? Siempre puedes planificarla a medida, ajustándola al centímetro a las necesidades de tu terraza o jardín. Antes de nada, te toca aprender a diferenciar los diferentes tipos de pérgolas. ¡Así apostarás por la que más te gusta sin lugar a dudas!
Tipos de pérgola
Antes de decidirte por uno u otro modelo es importante pensar su ubicación. ¿Va a estar en el jardín o será una prolongación de la casa a modo de falso porche?
Pérgolas exentas. Son la mejor opción si quieres instalar una pérgola independiente, sin necesidad de estar anexionada a un edificio. Son perfectas para crear un cenador al aire libre o una zona de relax en un rincón especial o con encanto del jardín. Por ejemplo, un comedor de verano o una zona de chill-out cerca de la piscina.
Pérgolas adosadas. Como indica el nombre, van sujetas a una pared o a la fachada de la vivienda por dos o más postes.
Mesa de centro, butaca blanca y lámparas de sobremesa, de Carina Casanovas. Sofá, de obra. Puf, en els Encants.
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Explosión de color
La buganvilla en flor tiñe de color este exterior en blanco que invita al relax. El banco de obra completado con una colchoneta se convierte en una tumbona perfecta para siestas improvisadas.
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Modelo Panton, de Casa y Campo. Mesa de madera y hierro, realizada por el propietario. Lámpara de techo, de DM Interiors.
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De contrastes
La gran pérgola metálica regala un comedor de verano con las mejores vistas al paisaje. Las sillas de diseño crean un atractivo contraste en un espacio con sabor a campo.
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Comedor exterior con sillas, de Coco-Mat. Lámpara de techo, de Estilo Nórdico.
El mueble
Estilo mediterráneo
Sin ninguna duda una pérgola de bambú es una gran opción para crear un ambiente muy acogedor. Nos encanta la combinación de fibras naturales con el blanco de las paredes y el azul celeste del mantel, ¡un look muy mediterráneo!
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Una terraza con tarima y pared de lamas de madera.
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Una pérgola de madera
Esta terraza de estilo clásico combina perfectamente las tonalidades de las diferentes maderas como la pérgola, la de la pared y los taburetes. Además, se han añadido unos estores en los laterales que permiten cubrir todo el espacio y disfrutar de la sombra.
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Banco con tapicería de Sactelyer, por Tapicería Rey. Puff en La Maison Barcelona. Alfombra, en Carolina Blue.
El Mueble / Pepa Oromí
Con toldo
Esta pérgola es súper práctica: incluye un todo lo que se puede montar o desmontar dependiendo del clima y tus preferencias. Además, también la puedes utilizar para delimitar diferentes espacios.
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Sillas de madera, de Jordi Batlle. Cojines, de El meu coixí. Manteles, de la Maison.
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Cubierta vegetal
Un manto verde tapiza esta pérgola con estructura metálica regalando frescor y un comedor a cubierto del sol.
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Porche moderno con pérgola, cortinas blancas, fibras naturales y pufs.
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En blanco
La pérgola es la pieza fundamental en este porche urbano y moderno de un chalet en las afueras de Madrid. Además, se han colocado unas cortinasblancas de lino muy ligeras que aportan elegancia y ayudan a tener intimidad.
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Banco de madera y base de madera para el huerto, de Coton et Bois. Pus de rafia, de Saccum.
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Un comedor en el jardín
Las pérgolas independientes como esta son una solución muy práctica para habilitar un espacio extra en el jardín, en este caso, un comedor de verano junto a la piscina.
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Pérgola de Unopiù. Mobiliario, de grupo 13. Mantel de lino, de K.A. Iternational. Pavimiento, de Madera de IPE.
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Una cena a la luz de las velas
Esta pérgola de Unopiù con estructura de hierro galvanizado pintado y cubierta de policarbonato acoge un comedor de verano con mucho encanto.
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Mesa, de Cottage Little House. Sillas, de Sacum. Mantel, de Filocolore. Alfombra, de Calma House. Lámpara de techo, en India & Pacific
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Comer en el campo
La gran protagonista de esta discreta pérgola es su cubierta vegetal. Comer en este rincón es como hacerlo en plena naturaleza.
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Mesa de centro, de Sacum. Puff en el suelo, de l'atelier des Cousines. Flores, de Jardiland.
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Muy campestre
El techo de cañizo y las plantas trepadoras que regalan frescor a la vez que tapizan de verde la estructura de la pérgola, se integran a la perfección en este jardín con sabor a campo.
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Sillas, modelo Tolix, en Catalina House. Cubos de zinc, de Atelier de Kentia. Techo, de cañas de bambú pintadas de blanco.
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Estilo ibicenco
Blanco y más blanco. Incluso las cañas de bambú de la cubierta de la pérgola se han pintado en este color, lo que regala frescor extra y un look muy mediterráneo.
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Mesa y sillas, modelo Äppläro, de IKEA.
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En la terraza
Las pérgolas no son solo cosa de jardines, son una opción muy práctica y decorativa para disfrutar de una zona de sombra en la terraza. Aquí se ha cubierto con un toldo corredero, que permite regular la entrada de luz y da un look más urbano.
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Butacas, de Becara. Puffs de esparto, de Jordi Batlle.
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Integrada en el jardín
Con paredes de piedra, cubierta de cañizo, vestida por la hiedra y rodeada de plantas, esta estructura pasa totalmente desapercibida en el jardín, regalando un espacio de relax extra.
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Terraza con silla, de Coco-Mat.
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Llena de luz
Este porche tan acogedor se ha apostado por incluir una pérgola techada de cañizo en color oscuro. Para complementarlo, se han colgado estas mini luces ideales para disfrutar de una noche de verano.
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Banco de ratán verona, sillones Roma y mesita de madera, en Terraza Balear. Taburetes y cojines, en Rialto Living
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A sol y sombra
Las coloristas buganvillas son las encargadas de proteger del sol este estar de verano en el que la estructura de madera se ha dejado al descubierto.
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Espacio exterior con una pérgola y tumbonas.
Pinterest
Mi momento siesta
El techo de cañizo con que se ha recubierto esta pérgola protege del sol pero sin hacer de pantalla protectora. Filtra el sol, pero también deja que el aire circule, creando un rincón perfecto para el descanso.
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Mesa y sillas, de Antic Centre. Lámparas de techo, de Gaudir. Plantas, de Jardiland.
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Con cortinas
Son un complemento muy práctico en zonas soleadas, ya que permiten proteger del sol durante las horas de tarde. Elige telas vaporosas y de colores claros para que no retengan el calor.
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Sillas y mesa de centro, en Catalina House.
El Mueble
Un mirador al mar
Todo se ha pensado para poder vivir casi en el exterior en verano. Unas cortinas enrollables protegen del sol si es necesario y una cubierta regala sombra y protege de la lluvia.
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Porche rehabilitado por el arquitecto Eduardo Campoamor.
El Mueble
Comer al fresco
Esta pérgola, con estructura metálica, se ha planificado con una zona de sombra, protegida por la cubierta de cañizo, y una zona más descubierta, perfecta para las comidas otoñales.
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Mesa, sillas, lámparas de techo y cojines, de Cado. Mantel, de Tessa & Co
El Mueble
Belleza natural
Las paredes encaladas, la estructura de madera de la pérgola, la cubierta de cañizo, las telas naturales... Envuélvete de lo natural... ¡y relájate!
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Terraza exterior con una hamaca y una pérgola de madera.
Pinterest
¡Yo me pido la hamaca!
Este chill out es perfecto para relajarse al fresco una tarde de verano. La pérgola de madera se ha protegido con una cubierta de cañizo, que deja pasar la claridad y el fresco.
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Jardín cubierto por una glicina.
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Vestida por la glicinia
Los aromáticos racimos en flor de esta trepadora tapizan esta pérgola creando un comedor de verano único.
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Sillas de mimbre, de IKEA. Lámpara, en Mercantic.
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En un rincón del jardín
Este comedor se ha planificado en un lateral del jardín, anclando parte de la estructura a la pared.
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Sillas de mimbre, mesa y lámparas de yute, de Tessa&Co.
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Intimidad al aire libre
Los laterales de cañizo y las cortinas dan intimidad a este comedor de verano.