Nos pasamos toooodo el invierno esperando que llegue el calorcito. Y cuando por fin llega el calor... ¡nos asamos al sol y no hay quien coma si no es para cenar al fresco! Hasta que alguien dice la palabra mágica... pérgola. Sí, esas estructuras que permiten crear espacios resguardados del sol (y de la lluvia) en el exterior. Ahora es el momento perfecto para encontrar tu pérgola ideal y poner tu casa a punto para la llegada del ansiado verano.
Asimismo, debes saber que no necesitas un jardín enorme para tener una pérgola. De hecho, las hay desmontables desde 200 x 200 cm, aunque las fijas suelen medir a partir de 300 x 300 cm. ¿Estas medidas no te cuadran? Siempre puedes planificarla a medida, ajustándola al centímetro a las necesidades de tu terraza o jardín. Antes de nada, te toca aprender a diferenciar los diferentes tipos de pérgolas. ¡Así apostarás por la que más te gusta sin lugar a dudas!
Tipos de pérgola
Antes de decidirte por uno u otro modelo es importante pensar su ubicación. ¿Va a estar en el jardín o será una prolongación de la casa a modo de falso porche?
- Pérgolas exentas. Son la mejor opción si quieres instalar una pérgola independiente, sin necesidad de estar anexionada a un edificio. Son perfectas para crear un cenador al aire libre o una zona de relax en un rincón especial o con encanto del jardín. Por ejemplo, un comedor de verano o una zona de chill-out cerca de la piscina.
- Pérgolas adosadas. Como indica el nombre, van sujetas a una pared o a la fachada de la vivienda por dos o más postes.
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