Empecemos por el principio (cómo no podía ser de otra manera): una reforma de la casa es un trabajo minucioso en el que ahorrarás tiempo y dinero si lo planteas en el orden correcto. Aquí el orden de factores sí altera el producto. No se puede empezar por la pintura, por ejemplo, porque se puede estropear o dañar si vas también a cambiar las puertas.
Se trata de priorizar para que cada tarea esté bien ordenada. Tomás Fernández, socio fundador de Arquitectos Madrid 2.0, explica que “una buena planificación es la clave del éxito y en una reforma esta idea cobra muchísimo sentido."
Ahora ya hemos visto todos los pasos y tareas y el orden que hay que llevar a la hora de reformar. Como recuerda Tomás, “pintar es siempre lo último. Si bien la pintura se ha preparado previamente, como las paredes, se ha dejado pendiente de la última mano. El pintor remata y elimina cualquier roce.” Y nos recuerda que conviene siempre pintar el paño entero y no solo la zona del golpe.
Además, antes de empezar una reforma conviene pensar en cuál es el resultado final que queremos lograr y esto afecta a decisiones relacionadas con la distribución y decoración de los espacios. Es importante pensar dónde queremos ubicar el sofá para planificar si hay que instalar cerca un enchufe para la lámpara de pie que queremos que lo acompañe. “No recomendaría a nadie comenzar una reforma si antes no ha pensado minuciosamente cuál quiere que sea su resultado final. ¿Qué ocurriría si con el baño alicatado nos damos cuenta de que queremos que nuestro espejo tenga luz y no hemos dejado un punto ahí? Cuanto más pensado y cerrado tengamos todo, mejor podemos planificarnos y seguro que nos ahorraremos muchos disgustos y dinero”, aseguran desde Arquitectos Madrid 2.0.