No guardes la cestas en el armario: 6 ideas para decorar con este pequeño accesorio decorativo

Una opción para utilizar las cestas en nuestro salón a modo decorativo es colocarlas bajo la mesa de centro, para que no resten espacio útil pero, al mismo tiempo, llenen ese espacio muerto para darle un toque más acogedor. Podemos utilizarlas para guardar cojines, cables y cargadores, libros o revistas, juguetes de niños o mascotas...

Aunque también podemos colocarlas al lado del sofá, a modo de mesita auxiliar. Podemos guardar todo tipo de mantas o cojines e, incluso, decorarlas con una tapa o un mini tablero, para poder dejar en ellas las gafas, un café o nuestro libro favorito.

Si preferimos colocarlas en el recibidor, podemos hacerlo debajo de la consola, para aprovechar al máximo ese espacio y dar un extra de calidez y almacenaje a la entrada de nuestra casa. En ellas podemos guardar desde el calzado hasta los complementos de invierno, sombreros, paraguas portátiles... 

En el cuarto de baño, lo mismo, nos ayudarán a conseguir un extra de almacenaje, a la vez que añadimos un toque de calidez a una estancia que normalmente peca de fría. Podemos utilizarlas para guardar toallas, pero también para almacenar cosméticos o el papel higiénico, por ejemplo.

No obstante, también podemos utilizarlas para llenar huecos vacíos o rincones desangelados y convertir un espacio diáfano en un hogar vivido. Por otro lado, si lo que buscamos es la practicidad, nada mejor que usarlas para guardar la ropa sucia.

Por último, las cestas son elementos decorativos ideales tanto para interiores como para exteriores, por lo que también nos ayudarán a elevar la decoración de nuestra terraza. Podemos colocarlas a un lado del sofá, para guardar en ella mantitas, por si refresca, pero también usarlas como una cesta de picnic, dejando botellas y vasos que vayamos a utilizar, o guardando libros o revistas que estemos leyendo.