Natalia Zubizarreta, interiorista: "El árbol de Navidad no es un imprescindible en mi casa, pero lo decoro con luces pequeñas"

El árbol de Navidad no es un imprescindible en mi casa: eso sí, cuando lo pongo, apuesto siempre por uno de estilo muy muy realista. Hay algunos muy logrados en el mercado que dan el pego. 

En cuanto a la decoración, opto siempre por luces pequeñitas y adornos textiles y naturales, como figuras de madera y tela, arpilleras, ramas con algún fruto...

Menos es más. Si nunca soy excesiva en mis decoraciones, tampoco lo soy en Navidad. Que se note que es Navidad, por supuesto, pero sin estridencias ni barroquismo. Y, sobre todo, con mucha calidez, ese es mi lema.

La chimenea es un punto especialmente bonito para decorar por Navidad. No es necesario recargarla, basta con una guirnalda en verde, que puedes complementar con luces cálidas: es muy sencillo, pero resulta de lo más acogedor.

En mi casa, no puede faltar la decoración artesanal en estas fechas: es ideal para elevar cualquier rincón de la casa. Unos jarrones de arcilla o piedra con unas ramas y una guirnalda de bombillas pequeñas y cálidas a pilas, por ejemplo: ¡no hace falta más!

Una corona de Navidad es, para mí, todo un must. Me encanta hacer las mías propias para la puerta de entrada, me parece un planazo para una tarde lluviosa de domingo. Salgo por la mañana a por el material: ramas, piñas, bellotas… Y luego las completo con alguna cinta o lazo de cuadros escoceses y toques de acebo artificial, piñas…

Me gusta confeccionar un centro navideño con una corona y una vela grande dentro, que me sirve también para decorar la mesa del comedor cuando no se usa o la de centro y, a su vez, vestirlas cuando vienen invitados y las decoro con más esmero.

¿Velas? ¡Muchas muchísimas! Nunca deberían faltar en una decoración navideña, porque crean atmósferas mágicas, suman mucha calidez y dan intimidad. En mi casa, las encontraréis a tutiplén durante estas fiestas. 

Visto mi casa de Navidad mediante toques en los textiles. Me gusta cambiar algunas fundas de cojines por telas de cuadros, algún motivo navideño discreto, tartán, rayas, franelas, lanas, en colores tipo burdeos, verde o beige es perfecto.

Más allá de los cojines, me gusta añadir un toque especial a la decoración navideña con los textiles. Alguna alfombra pequeña decorativa de lana, algún motivo tipo cuadros, una manta de lana gruesa en el sofá o en una butaca, toques de granates o verdes…

Los detalles en dorado son un clásico que nunca puede faltar en estas fechas: en alguna lamparita, un jarrón, una bandeja especial con velas, un marco de fotos... Los pequeños detalles en dorado (en acabado mate mejor, para mi gusto) dan un toque muy navideño, sutil y fino.

En lugar de las típicas plantas de pascua, que me resultan muy invernales, me encanta poner plantas de brezo blancas. También quedan muy bien los toques de acebo, ya sean artificiales o naturales.