"Siempre había soñado con las casas típicas americanas, esas cocinas tan bonitas que se ven en las pelis de Navidad: blancas, con encimeras de mármol y/o piedra… ¡Me encantan! También me inspiré mucho viendo los reportajes que publicabais de interioristas y estilistas como Asun Antó, Natalia Zubizarreta, Olga Gil-Vernet... En fin, todos y cada uno de los interioristas que participan en vuestros reportajes son increíbles".
Quien habla es Natacha González, que vive con su familia en Arroyomolinos (Madrid), y su cocina fue una de las preseleccionadas para el concurso La Mejor Cocina de las Lectoras con la colaboración de Siemens.
Lo que nos gustó de su cocina fue que lo tiene todo: una isla con barra muy completa, un office familiar comodísimo y un lavadero muy práctico para el día a día con hijos.
"Mi cocina mide aproximadamente 25 m2 + 7 m2 zona de lavado, es decir, 32 m2 en total. Es de obra nueva y los muebles los elegimos así porque me transmiten limpieza, orden, serenidad, sensación de hogar, creo que perfecto para una cocina", cuenta.
"Para elegir los electrodomésticos he tenido en cuenta el diseño y el color. En su mayoría son Siemens: lavadora, secadora, campana extractora y placa. El horno y microondas son Bosch y el frigorífico Liebherr", detalla Natacha.
"Nos encanta pasar tiempo en la cocina. Somos 4, mi marido, mis 2 hijos de 11 y 7 años y yo. Mis enanos muchas veces hacen sus deberes aquí mientras nosotros estamos cocinando. Además, como es abierta, puedo verlos desde ella cuando están jugando. Cuando vienen nuestros amigos o familia nos encanta reunirnos en torno a la isla, ¡nos encanta estar ahí!", confiesa nuestra lectora.
"Llevábamos años soñando una cocina así. Siempre habíamos vivido ilusionados y esperanzados con poder mudarnos a una casa más grande, antes vivíamos en un piso, y con la llegada de nuestros dos hijos se nos había quedado un poco pequeño", explica la lectora.
"Tuvimos la suerte de que nos dejaran hacerla totalmente a nuestro gusto. Eso incluía la distribución, la elección de ventanas, los acabados, la electricidad... ¡todo! Con lo que nos gusta decorar a mi marido y a mí el reto nos apetecía muchísimo", añade Natacha.
Y tenían la idea clara desde un principio: "Queríamos espacios diáfanos, que la luz circulara sin obstáculos por toda la casa. Yo quería una cocina abierta al salón, pero mi marido una semiabierta y al final fue por lo que nos decantamos".
"Para ganar una zona de office añadimos parte de la zona del garaje a la cocina, consiguiendo así espacio para una cómoda zona donde ubicar una mesa para la familia", describe.
"Otro de los sueños fue proyectar al lado un lavadero y una isla para poder tener una zona extra de almacenaje, preparación, y una barra para desayunar", concluye Natacha.
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