"Mi piso está en un pueblo costero que se llama Fene, en la provincia de La Coruña, y desde mis ventanas se puede ver la Ría de Ferrol". Ella es Victoria Leira y, según explica, la cocina es el centro de su casa. "Para mi familia la cocina no solo es el centro físico de la casa, sino que es el centro de operaciones: cocinamos, comemos, hacemos manualidades, los niños dibujan y hacen sus tareas, yo a veces hasta pongo mi máquina de coser en la mesa... Podría decir que es la estancia más vivida de toda la casa", reconoce.
Hemos preseleccionado la cocina de Victoria para el concurso de La Mejor Cocina de las Lectoras con la colaboración de Siemens porque nos ha conquistado con su calidez, conseguida gracias al uso del blanco, la madera y muchas plantas. Además, la cocina de Victoria tiene algo que siempre nos gusta: un pequeño office para el disfrute diario de la familia.
"Mi cocina mide 20 m2, la he reformado porque cuando compramos el piso tenía una con los muebles de color oscuro y una encimera de granito que no nos gustaba nada, pero en aquel momento no pudimos cambiarla porque estábamos con una reforma mayor, ya que unimos dos pisos. Es un dúplex de 220 m2", detalla nuestra lectora.
"La cocina en origen no era así, nada más tenía una zona de trabajo con todos los electrodomésticos, no obstante al tirar la pared la ampliamos y pudimos meter más encimera y por consiguiente, más zona de trabajo, que era lo que más necesitábamos", describe.
"Además, cambiamos la nevera empotrada que traía el piso por una más grande side by side y la ubicamos en la zona dónde está el office, porque en nuestro caso la experiencia nos ha demostrado que siendo una familia de 4, con dos niños pequeños de 5 y 4 años, abrimos y cerramos la nevera muchas más veces para dar servicio a la mesa, que para coger los ingredientes a la hora de cocinar, por ejemplo", afirma Victoria. "En la zona de office también he incluido una vitrina con la vajilla que es muy cómoda a la hora de poner la mesa", añade.
"La cocina es de IKEA y la hemos diseñado y montado nosotros. El mayor inconveniente con el que nos hemos encontrado es que hemos tenido que adaptar un armario bajo de esquina para salvar la columna y que no entorpeciera el carrusel interior, convertimos un módulo estándar en uno 'a medida'", confiesa.
"Yo tenía claro que quería armarios con puertas y frentes de cajón en blanco, muy sencillo y luminoso y para no restar luz a la estancia. No hemos puesto apenas armarios superiores, solo dos a la izquierda de la campana para meter el microondas y las vajillas infantiles", sigue contando nuestra lectora.
"Los electrodomésticos los aprovechamos de la cocina anterior porque tenían menos de dos años, únicamente añadimos el horno, que lo escogí en blanco porque iba justo al lado del lavavajillas y me pareció que quedaba mejor", concluye Victoria.
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