La lectora Eva Rodríguez vive en el campo con su pareja. Reformaron la casa hace un par de años y hoy nos quiere enseñar el resultado de la cocina: está abierta al salón, mide 16 m2 y ¡fue una de las preseleccionadas de nuestro concurso!
"Siempre tuve claro que quería una cocina negra porque me parecía diferente y más fácil de incorporar a la decoración de mi salón, que mezcla piezas antiguas y tiene un carácter más rústico", explica la lectora.
Al empezar la obra, "descubrimos el techo abuhardillado y decidimos dejar las vigas de obra pintadas en blanco". Lo cual ayudó a sumar luz y restar peso al color negro de los muebles. "También aligeramos mezclando una zona de muebles de color negro con otra en madera, y con el hecho de no optar por muebles superiores de almacenamiento", sigue.
Optaron por algún detalle en acero como la nevera, lámparas y el grifo, que también da un toque industrial. Respecto a los criterios de selección de los electrodomésticos, "priorizamos la eficiencia energética, el diseño y color y que algunos, como el lavavajillas fuera integrable", cuenta.
Y acaba: "En mi casa todos los espacios son disfrutados y vividos. La cocina tiene un uso versátil porque, además de sus funciones habituales, puedes disfrutarla mientras revisas tu correo electrónico o haces alguna tarea laboral acompañada de una taza de té".