Marta Tobella, interiorista: “Dejar la pared del cabecero sin decorar es un error, pero los cuadros no son la única opción”

Para Marta Tobella, los cabeceros tradicionales, esos cuya estructura se ancla en la pared, son una opción demasiado obvia y sencilla. Por eso, ha comenzado a dejarla relegada a un segundo plano, a favor de otras soluciones mucho más ingeniosas, llamativas y escultóricas. “Cada vez estoy haciendo menos la opción de poner un cabecero exento, ya sea tapizado o de madera, porque me complica más a la hora de rellenar la pared a nivel decorativo, me cuesta más ver qué cuelgo en la pared”, explica.

“Últimamente estoy haciendo mucho cabecero a medida”, asegura Marta, que reconoce que los de pladur, son de sus favoritos. Y es que este tipo de cabeceros de obra son un aliado perfecto para dormitorios donde se quiere aprovechar cada milímetro cuadrado. Puedes diseñarlos a tu gusto y no solo sirven para respaldar la cama, sino que podemos equiparlos para guardar los accesorios personales o colocar objetos decorativos. Aprovecharás cada centímetro y aún más si decides poner las mesitas de noche integradas. Se suele hacer a modo de hornacinas que resultan más ligeras y espaciosas. 

“Los cabeceros de madera también me encantan. Quedan muy acogedores. Suelo ponerlos de lado a lado de la habitación”, nos cuenta ahora la interiorista. Siempre que puede y el espacio lo permite, intenta darles unos 20 o 30 centímetros de profundidad. “Esto me sirve para crear un espacio que puedo atrezzar, donde puedo poner jarrones con ramas, algún tipo de escultura, libros, apoyar un cuadro encima de otro cuadro, sin colgarlos… En definitiva, hacer un bodegón. Es muy decorativo y original”, concluye.

“Me encanta la idea de alistonar con madera. Entre otras composiciones, se pueden crear cuarterones. Me parecen una opción muy elegante y crean un efecto geométrico muy interesante”, nos dice la interiorista, explicándonos además que es una forma de dar estilo al dormitorio y aportar profundidad. Es más, ella tiene un truco infalible para hacerlo aún más especial. “Puedes unificar ese frente del dormitorio pintándolo de un mismo color o darle un toque diferente empapelando o entelando el fondo de los cuarterones con un tono o estampado acorde con la decoración. Hay que crear un conjunto que funcione como un todo”. ¿Te animarías a probarlo?

Si eres una auténtica fan de lo artesano y quieres darle un toque más especial y texturizado a tu dormitorio, te encantará esta otra idea que propone Marta Tobella. “Me encanta la opción de colgar un tapiz, de un solo tono o de varios colores”, explica. Además, para restar seriedad y darle un acabado más informal, influye la manera de colocarlo. “No tiene por qué estar justo en medio de la cama. Puede estar descentrado. Me parece divertido y puede sumar personalidad al espacio. El tapiz es una buena idea", remata.

Son tendencia los revestimientos de madera que utilizan listones estrechos o palillería. Se trata de una apuesta al alza en decoración cada vez más extendida por el aspecto moderno que transmite, así como la calidez propia de este material. “La opción de revestir la pared del cabecero con palillera, con una solución alistonada o un revestimiento tipo Orac, que tenga textura, me parece muy divertido. Se puede, incluso, pintar, si quieres conseguir un espacio aún más moderno o dejarlo al natural si quieren un acabado más fresco”, nos cuenta Marta.

Y hablando de las soluciones de obra, también se puede crear una gran librería a medida para amantes de la lectura. "Me gusta mucho la idea de poner una librería en el cabecero, una estantería con libros para aquellos que disfruten leyendo un ratito antes de dormir. También puedes poner otros objetos decorativos que den empaque a la decoraci��n. Definitivamente, una cama apoyada en una librería, me gusta", asegura Marta Tobella. En este caso, al ser una estructura con tanta presencia, se optó por el color blanco para que resultara más ligera y diera uniformidad a la habitación.

Si te gusta una estética más clásica, esta es tu opción ideal. “Las molduras son una excelente alternativa a los típicos cuadros. Se colocan en la pared enmarcando el espacio del cabezal y dan un toque visualmente muy interesante sin resultar excesivas. Los propios elementos estructurales también pueden ser muy decorativos”, explica. Tomando esta idea de base, se puede recurrir al papel pintado para forrar la parte interna de la moldura con un diseño acorde al resto de la decoración.