No sé si será por mi afición a las series de época, pero confieso que los plateros me encantan. Sí, ese mueble de madera donde la abuela exhibía la vajilla de diario en la casa del pueblo. A la vez que decoraba la pared, daba calidez a la estancia y permitía tener a mano los platos, vasos y tazas que se usaban con más frecuencia. Ahora, ese utensilio práctico no sólo se ha apoderado de las cocinas contemporáneas (de las rústicas, nunca salieron) sino que muchos muebles modernos se inspiran en él. Estos ejemplos lo confirman.