Laura Lapetina, interiorista: "He transformado este piso pequeño de 70 m2 en un hogar cálido, espacioso y con mucha luz"

Nada más entrar en la vivienda, nos da la bienvenida una bonita cómoda hecha a medida con portales ocho de estilo vintage de lo más llamativa. Consigue ser la protagonista de todo el espacio porque su aspecto desgastado está muy a la orden del día de las tendencias actuales. No obstante, para hacer de este pequeño recibidor un rincón versátil y encantador, se ha añadido un espejo de Sklum que tampoco pasa desapercibido, de estilo ventana. Por supuesto, tampoco podía faltar una bonita cesta de fibras naturales que hace aún más cercano el aspecto de este bonito hall.

Para conectar el recibidor con la zona de día (salón y cocina), se colocó una bonita mesa extensible redonda (que optimiza mucho mejor el espacio), convertida en el comedor. Se trata de una pieza central de madera con sillas de fibras naturales de Taller de Indias, que se completa con una bonita lámpara, de los mismos materiales, y detalles decorativos que mantienen la frescura de dicho rincón. Para separar ambientes sin obstaculizar el paso de luz, se ha instalado un cerramiento con listones de madera que aportan mucha calidez y esa sensación acogedora de hogar.

"La cocina la pensamos con muebles lacados en blanco a medida, con plafones, jugando con el tamaño de los tiradores, en todos los bajos en tirador y en los altos pomos, todo ello en oro envejecido, pila de porcelana para darle ese toque más campestre", explica la interiorista.

Para la encimera, se colocó un porcelánico de la casa Dekton, en todo el frente, con piezas completas, para que combinase con la campana diseñada por Laura Lapetina. Por último, para dar más funcionalidad a la cocina, debajo del cierre, se ha aprovechado para colocar almacenaje y una barrita a modo desayuno con unos taburetes.

Para dar personalidad y modernidad al dormitorio, se diseñó un friso lacado a modo de cabecero, y unas mesillas de crisal en madera. En cuanto a la pintura de este dormitorio, se hizo a la "cal" por deseo de la clienta, para darle un toque más rústico. Se añadió además un bonito pie de cama para vestir más aún la estancia. La idea era dar con un dormitorio que llamase a la calma, con tonos muy suaves, mezclando maderas y lacas.

En el baño principal, la interiorista, junto a los clientes, se decantaron por una baldosa tipo mosaico en blanco y negro. Para la pared, se colocó baldosas con un formato alargado colocado en espiga. El resto de los detalles, en negro, como la mampara y griferías, por darle un toque más sofisticado.