De todos los rincones de la casa, el dormitorio es una estancia a la cual le guardamos especial afecto. Para muchos, es el lugar más esperado del día: dormir y descansar es un momento que solo nos trae sensaciones positivas y, sobre todo, muy importante para nuestro bienestar. Por eso, la decoración de la habitación es sumamente relevante. Hacer de nuestro dormitorio un entorno cálido y acogedor influye directamente en la calidad del sueño y nos permite reponer baterías para el día siguiente.
Para inspirarnos, dimos un paseo por el dormitorio de la interiorista Natalia Zubizarreta. Su hogar en Getxo es un piso pequeño, pero repleto de ideas encantadoras, todas orientadas a crear una vivienda armoniosa, atemporal y de la que no dan ganas de irse. El dormitorio no es la excepción. Particularmente, nos llama la atención el cabecero y la pared principal. Un espacio cuidado y lleno de detalles que transforman la habitación en un refugio derelajación y elegancia.
Colores cálidos que invitan al descanso
A lo largo de toda su casa, Natalia utilizó tonos claros, cálidos y pasteles. En el dormitorio llama la atención el uso de colores tierra y un punto extra de calidez. "Mi dormitorio principal está completamente empapelado con un papel efecto textil que hace que parezca todo entelado, incluso el vestidor", señala la interiorista. "Quería un dormitorio que abrazara", concluye.
En la pared del cabecero, el revestimiento textil transmite elegancia, muy acorde al estilo inglés clásico que es la base estilística de toda la vivienda. Además, el tono escogido, un gris cálido, permite que los colores rojizos y el blanco roto destaquen con todo su esplendor.
Cabecero y lámpara a juego
Tanto la lámpara de sobremesa como el cabecero son personalizados y se roban todas las miradas nada más entrar a la habitación. El cabecero está hecho a medida, un punto a favor, pues permite adaptar su forma al espacio del dormitorio. La lámpara, por su parte, es un diseño del estudio de Natalia Zubizarreta. Ambos elementos juegan con el blanco roto, un toque de gris y contrastes de terracota rojizo.
El cabecero enmarcado en blanco crea una sensación de simetría muy agradable a la vista. Los bordes rojizos y el centro a cuadros ofrecen una propuesta con carácter. Para acompañar, la lámpara imita los colores y aporta un punto moderno con sus líneas limpias. La calidez y la elegancia, sin duda, van de la mano en todo el conjunto.
En cuanto a las cortinas del dormitorio, Natalia optó por un modelo sencillo y claro que regula correctamente la luz natural. Además, los tonos blancos permiten que el resto de acentos cálidos protagonicen la estética de la estancia. "Los visillos de mi dormitorio son sencillos, en blanco, con un toque de hilatura negra y la ventana balconera. Se completa y viste con unas caídas de un maravilloso tejido de lino natural, rugoso y rústico, que me tiene enamorada", afirma la experta.
Clásico y moderno a la vez
El dormitorio de Natalia nos recuerda que dos estilos SÍ pueden convivir en un mismo espacio. Los revestimientos en papel pintado, las molduras, el uso de la madera y los tejidos naturales como el lino, regalan una base clásica muy elegante.
Su hogar está ubicado en un barrio cercano al mar, con antiguas casas de estilo inglés, "por eso, busqué asemejarme a mis vecinos y tener una decoración clásica", señala la interiorista. Con ojo de decoradora experta, Natalia añadiótoques modernosa lo largo de toda la casa. Eso sí, siempre manteniendo el equilibrio y el buen gusto por delante. En el dormitorio, algunos muebles de líneas limpias y los accesorios esculturales dan un toque contemporáneo muy sutil.
¿Ya sabes con cuál de estas ideas te quedas? ¿Un cabecero con lámpara a juego? ¿Muebles a medida? ¿Estilos combinados? Apunta tus favoritas y adáptalas a tu propia habitación.