Las interioristas se ponen de acuerdo: esto es lo que NUNCA deberías poner en un pasillo estrecho

En las casas muy El Mueble suele aparecer el color negro en pequeñas dosis, para actualizar espacios neutros y darle un toque de personalidad. Es un color que, utilizado en un lugar inadecuado, puede arruinar la estancia. La estilista y decoradora Mar Gausachs, nunca lo utilizaría en un pasillo estrecho. "Aprecio y me gustan los colores oscuros en paredes, considero que aportan mucha clase, pero nunca los pondría en un pasillo. En general, son espacios estrechos y tenemos que evitar que parezca un “laberinto” o tener sensación de agobio. El color negro, o los colores oscuros en general, producen esa sensación de tubo", explica.

No será la primera vez que volvemos de viaje con un cargamento de recuerdos y objetos decorativos que luego no sabemos dónde poner. Durante años, el pasillo ha sido ese cajón de sastre en el que colgar sin ningún tipo de sentido ni criterio piezas que pretenden ensalzar la belleza de un pasillo sin gracia, pero ejercen el efecto contrario. Lo mismo ocurre con cualquier tipo de objeto con demasiado volumen. Mar Gausachs lo reafirma: “Evitaría colgar nada que tenga mucho volumen visual, en primer lugar, por la perspectiva. Para ver bien un objeto de esas características deber tener la suficiente distancia para apreciarlo y contemplarlo. En un pasillo estrecho, es imposible”, concreta. ¿Qué tal en otra estancia? ¿Encima de una estantería? Prueba otras alternativas.

En espacios estrechos, cuantos menos obstáculos haya por el suelo, mejor. Es por eso que Lara Vallés evitaría colocar percheros de pie o con exceso de volumen, si es que el pasillo estrecho coincide con el recibidor. “Son preferibles los percheros exentos colocados de forma desordenada e informal para crear más dinamismo”, apunta.

No solo lo dice Marie Kondo: dejar el caos a un lado y mantener la casa en orden es vital para lograr cierta armonía en el hogar, independientemente de la decoración. Evitar la acumulación de cosas y dejar a un lado el ruido visual es nuestro objetivo, en especial cuando hablamos de espacios tan reducidos como un pasillo estrecho. La interiorista Estela López hace hincapié en este aspecto. “Si el pasillo cuenta con una librería jamás deberás tenerla desordenada. Presta atención a los pequeños detalles y decorála con coherencia y piezas más livianas. Combina elementos que ocupan espacio visual (libros o cajas), con elementos ligeros (marcos, velas, plantas…)”, resuelve.

El papel pintado es una máxima en muchas de las casas de El Mueble. Da textura, personaliza los espacios y crean una sensación muy acogedora. Pero, como en todo, existen límites que no deberíamos cruzar si no queremos arruinar el espacio. Según Estela López, en un pasillo estrecho deberíamos ser comedidos y evitar papeles pintados demasiado llamativos o con patrones muy geométricos. Es mejor optar por opciones con acabado textil, rayas muy finas que estilicen o motivos muy sutiles. Lara Vallés, por su parte, se suma a esta afirmación y recomienda “papeles con texturas engamados con el color del resto de paredes de la casa”. De nuevo, crear armonía y continuidad entre ambientes es una prioridad.

Un pasillo es una zona de paso, no la planta de un museo en la que hay que detenerse a observar. Ponlo fácil, evita recargar las paredes con cuadros, y menos si no guardan ningún tipo de relación estética entre ellos, tal y como puntualiza Lara Vallés. La interiorista optaría mejor por secuencias similares como fotografías bonitas en blanco y negro y siempre con un mismo marco. Según Mar Gausachs, lo recomendable son "marcos con poco volumen y que sobresalgan máximo 2 o 3 centímetros".

Si hay algo a lo que un interiorista presta especial atención es al proyecto de iluminación, y es que unas luces bien seleccionadas puede hacer magia en un espacio reducido. Por eso, Lara Vallés recomienda evitar la iluminación central, acentuando la verticalidad del pasillo y animándonos a jugar con puntos de luces indirectas en la pared. Una premisa a la que también se suma Estela López. “Las luces LED indirectas dan un aspecto más suave y no deslumbran. Puedes ponerlas de diversas maneras: en hornacinas, en la parte inferior de las paredes, en apliques…”.

La norma está clara: en espacios reducidos, piezas consecuentes. Por eso, Estela López reconoce que jamás decoraría un pasillo estrecho con cuadros voluminosos en las paredes. “El arte tiene que contar con espacio para respirar. Es preferible optar por cuadros ligeros con marcos finos para dar más fluidez al pasillo”, remata.

Mar Gausachs está de acuerdo y reconoce que, en pasillos donde haya poca perspectiva para apreciar un cuadro, es preferible olvidarse de "los cuadros con marcos muy exagerados que sobresalgan de la pared, porque generan una sensación muy desagradable, como si al pasar lo tuviéramos que rozar con el hombro".

Por eso, nos gusta esta solución que vemos en la imagen. Aunque el cuadro tiene presencia, no recarga el ambiente, tanto por sus colores y motivos, como por estar colocado en horizontal y en paralelo al mueble volado, generando armonía y belleza.

Lara Vallés, del estudio Space Stage Bcn, promueve la autenticidad y el mimo hasta en este tipo de zonas de paso. “Evitaría los pasillos excesivamente sosos y sin personalidad. Juega con alfombras de sisal, tulipas de un material natural, los apliques originales… Las soluciones más simples son suficientes para darle cierta gracia”, nos cuenta. Fíjate en estos apliques dorados casi escultóricos. Dan mucha personalidad a este espacio con muy poco, además de convertirlo en un rincón estiloso y de revista.

Crear armonía en un espacio reducido es vital para hacerlo visualmente más amplio y acogedor. Esto no solo se consigue con una buena selección de piezas decorativas, sino que podemos ayudarnos de los elementos estructurales y las carpinterías. La interiorista Lara Vallés nos da la razón. “En un pasillo estrecho con muchas puertas evitaría que fueran de un color distinto al de las paredes, dejando de lado la madera oscura o los tonos que contrasten demasiado. De este modo, ganaríamos armonía visual”, concreta. Lo vemos en este ejemplo, donde las paredes en tonos tierra tienen frisos blancos que generan continuidad con todas las puertas de los armarios lacadas en el mismo tono.

La interiorista Lara Vallés es tajante en este aspecto. “Si el pasillo tiene un suelo oscuro, evitaría que existiera mucho contraste entre este y las paredes claras. ¿Cómo se soluciona esto de una manera muy sencilla? Colocando alfombras largas y estrechas en un tono similar al de las paredes. De esta manera, evitamos que el pasillo parezca muy angosto y creamos una ilusión óptica de mayor amplitud”, concluye.

Del mismo modo, la interiorista de Space Stage Bcn no recargaría un pasillo estrecho en exceso. “Se entiende que esta zona es el preámbulo de otros espacios más importantes. Por eso, evitaría plantas, bancos y elementos que entorpezcan el paso.”, explica.

¿No te dice nada un pasillo estrecho? Pues la interiorista Estela López, del estudio de interiorismo Deco & Living, nos ayuda a mirarlo con otros ojos. “Un pasillo puede ser estrecho, pero, si tenemos en cuenta sus virtudes, le sacaremos mucho más provecho. Estas cualidades pueden ser desde un armario bonito en mitad del pasillo, aprovecharlos si es que tienen una altura importante, por un techo con molduras, potenciar su luz natural…”. Nunca te quedes con que es un espacio reducido y ya, siempre habrá maneras de sacarle rendimiento.