Soy interiorista y estos son los 12 trucos que necesitas para conseguir una cocina moderna

No revestiría las paredes de una cocina moderna con azulejos convencionales. Si tengo que quedarme con opciones, me gusta que el material de la encimera se prolongue en el frente de trabajo, sin prácticamente juntas. Y no usar azulejos en el resto de paredes. También optaría por algún azulejo rectificado de gran formato, que también eliminaría esa visibilidad de las uniones. Y, por supuesto, cuando el presupuesto lo permite, por planchas de gran tamaño de materiales porcelánicos, por ejemplo.

Si me tengo que quedar con un diseño de puerta para una cocina de estilo moderno, lo tengo claro: apuesto por las puertas enmarcadas. Son este modelo que se decora de manera muy sencilla con una moldura muy estrecha en todo el perímetro. ¡Así salimos del liso! Pero el liso me parece perfecto. Eso sí, evita molduras más anchas u otros diseños. La sencillez y limpieza de unos frentes de este tipo los compenso con el juego de acabados, que ahora explicaré.

Y no me refiero a la luz natural, que por supuesto me encanta rentabilizar al máximo con ventanas grandes, sino a la iluminación artificial. Porque una cocina moderna es también para los que tienen una ventana pequeña. Con las lámparas adecuadas se puede compensar todo. Me gusta diseñar una cocina con la mejor iluminación posible, con luces cálidas, soluciones sobre la zona de trabajo y la isla, pero también con luces de ambiente que favorecen el tomar algo mientras se prepara la comida. ¿Qué me gusta? Incorporar una lámpara de sobremesa, aplique o luminaria colgante de diseño. ¡Suben el nivel!

Porque para mí no es cuestión de qué color es el más adecuado para una cocina moderna. Sino que cada proyecto "pide" unas cosas. En función del espacio y del atrevimiento de sus propietarios. Sí que te diría que para mí, ahora mismo, las cocinas blancas ya no son las que elijo para una cocina de estilo moderno. También la tendencia marca otras tonalidades. Me gusta mezclar. Y cuando me dejan, esa mezcla puede llevar tonos más neutros, que nunca fallan y otros con personalidad, incluso, algún detalle en madera.

Para mí, ahora mismo, mate y ultra mate. También acepto el satinado, pero no juego demasiado con el brillo. El brillo prácticamente lo reservo al cristal si hay algún módulo tipo vitrina en el diseño de la cocina. Concretamente, si quieres una cocina moderna, busca en tienda los acabados sedosos o cashmere para los frentes de los muebles.

Si tengo que elegir, me quedo con los tiradores integrados para los frentes de los muebles de la cocina, ya que para mí, una de las claves imprescindibles en una cocina moderna, es que el diseño sea limpio. Pero al ir integrados pueden contar con un acabado en otro tono que no sea el de la puerta. Y destacarlo de esa manera. O bien, integrarlo con diseños personales como un rectángulo de esquinas redondeadas, que decorará la puerta sin distorsionar o ensuciar.

No renuncio nunca a la funcionalidad en una cocina. Sobre todo si en ella se va a cocinar. No tiene la misma importancia la elección de la campana extractora en una cocina donde se cocina que en una donde no se hace. Me gustan las campanas integradas en la placa, porque dejan espacio en los módulos altos. Y, en cualquier caso, en una cocina moderna, soy de las que prefieren que este elemento extracto no tenga mucho protagonismo. Tampoco me gustan los modelos llamativos que parecen lámparas colgantes. Mejor, que no se vea demasiado este elemento.

Aunque en una cocina moderna me gustan los diseños limpios, con mucho mueble para que quede todo oculto, no renuncio a aperturas estéticas y prácticas como las que ofrecen los desayunadores sin puertas. Sobre todo me decanto por ellos cuando la cocina es pequeña, pues suman una zona de apoyo y preparación que puede resultar muy útil.

Y en busca de la limpieza y unidad visual en la cocina, siempre digo SÍ como truco clave para lograr este efecto a los electrodomésticos integrados. ¡No integro el horno porque no se puede! Pero me gusta el efecto de unidad y continuidad que se produce con todos los frentes iguales.

Otra de los trucos que me gusta aplicar en una cocina moderna, donde todo es más lineal y sencillo (no en el mal sentido de la palabra) es el de incorporar un elemento estudiado que sea único y personal. Y puede no ser de línea moderna. Aquí las dos opciones son: incorporar un mueble clásico o antiguo, incluso recuperado (puede ser una lámpara que también da mucho punch); o una vitrina de línea moderna, pero que rompa la unidad, con un frente en cristal transparente o ahumado con iluminación interior.

Sobre todo a las novedades en materiales, porque siempre ayudan a lograr un mantenimiento más sencillo, mayor durabilidad o resistencia a bacterias. Y esto me resulta clave en una cocina (del estilo que sea). Pero también a las novedades más high tech que presentan las marcas de electrodomésticos y griferías. Una cocina moderna me gusta que tenga un grifo cómodo, con caño extraíble o con sistemas que facilitan la salida de agua a punto de ebullición o con filtros que permiten mejorar la calidad del agua.

La importancia de la mezcla equilibrada es fundamental para mí en el diseño de una cocina moderna. Esta sería casi una de las conclusiones más relevantes. Una mezcla que tiene que ser perfecta para que no resulte estridente. Elegir dos acabados y jugar con ellos y su efecto. Puede haber un tercero puntual. De esta manera, me gusta jugar con frentes lisos, algo en madera y piedra (del tipo que prefieras) para aportar esa textura que tan natural resulta y que me parece que suma elegancia.