10 FOTOS e ideas llenas de estilo para dar un toque moderno a tu salón y que te quede de revista

Son grandes aliadas en el baño o en la cocina porque ofrecen un extra de almacenamiento. Sin embargo, ahora dan el salto al salón como elemento meramente decorativo. Si ya tienes una, conviértela en un lugar especial donde poner objetos que tengan fuerza estética o mucho valor sentimental. Puedes, incluso, forrar esa pared con un papel pintado y dejar ese hueco en un color natural para que haga contraste (o viceversa). Si no tienes y no quieres hacer reforma, se pueden obtener buenos resultados con paredes de pladur y se necesitarán, más o menos, de 15 a 20 centímetros de profundidad.

Nada como redistribuir el salón para transformarlo radicalmente. Quita, cambia, mueve, prueba y no tengas miedo a equivocarte. En última instancia, todo puede volver a su ser. Sin embargo, querer dar un punto moderno a la decoración significa caminar hacia el minimalismo, por lo que deberías deshacerte de aquellos muebles que entorpecen la circulación y la armonía visual. Si tienes viejos butacones, ¿qué tal si los sustituyes por un par de pufs, más ligeros y frescos, para cerrar la zona de estar? El viejo mueble de la tele, ¿si lo cambiamos por un largo banco de líneas sencillas? Podrás almacenar en él mantas, revistas o libros.

Algo tan sencillo y efectivo como sustituir una puerta al uso (la que da paso al comedor, al despacho o a los pasillos, por ejemplo) por una puerta corredera permitirá ganar hasta 1,5 metros de espacio y el salón sumará ligereza. Se puede poner empotrada y oculta en la pared o elegirla con guías.

Cambiar las tapicerías es la forma más efectiva de dar un nuevo aire al salón. Por eso, antes de ponerte manos a la obra, debes saber que los sofás, las butacas y los pufs sucumben este año a los tapizados en bouclé, borreguito o pana. Son las tres joyas de la corona, tapicerías novedosas, amorosas y con mucha textura que te abrazan, dando un plus de confort y modernidad al salón. ¿Los colores? Antracitas, verdes, tejas, marrones oscuros, azul marino o rosas pastel.

El actual diseño del mobiliario para el salón se rige por las líneas curvas. Los contornos se suavizan, se eliminan las esquinas pronunciadas y se opta por muebles más amables y curvilíneos, como las butacas que aparecen en esta imagen. En pequeña escala, puedes probar a colocar espejos con formas irregulares, jarrones altos de perfiles redondeados, una gran alfombra redonda en la zona de lectura… El ambiente parecerá nuevo y mucho menos recargado, ¡pruébalo!

Las lámparas de pie quedan muy bien en rincones para aportar luz indirecta, la cual es muy importante en la iluminación del salón. Se llevan ligeras, sutiles, con pantallas en linos de color neutro, quizás con algún ribete o raya sutil, que tamicen la luz y creen un ambiente cálido. Se puede completar con apliques y distintas lámparas de techo o de sobremesa, perfectas para las estanterías o para colocar encima de las mesas auxiliares.

No pueden faltar en ningún salón, lo sabemos, pero si lo que quieres realmente es darle un toque moderno, hay que tener en cuenta su poder estético y el objetivo que buscamos. Si queremos un salón de estilo neoclásico como el que se lleva ahora, buscaremos alfombras de estilo persa o estampadas, realizadas en lana o algodón. Si quieres darle un punto aesthetic, atrévete con las rayas, las geometrías o las flores en colores llamativos. Si tu personalidad es más minimalista, los tonos claros aportarán amplitud y luminosidad.

Se llevan los salones vividos, donde conviven elementos, materiales y texturas con un hilo conductor:  el interés por la naturaleza. Plantas, flores, murales con motivos vegetales, estampados botánicos en tapicerías y textiles… Estas incursiones en tu salón te harán conectar con el exterior, trasladándonos al campo, la playa o la montaña, a veces tan necesario en entornos urbanos.