¿Cuál es el handicap en un salón pequeño? Más allá de sus metros, por supuesto, el hecho de que debe aunar las mismas funciones que un salón grande en menos espacio. Es decir, es el espacio donde nos reunimos, vemos la tele, jugamos, recibimos a amigos... y todo sin perder de vista que sea tan acogedor como práctico.
¿Cómo conseguirlo? Pues teniendo muy claro los metros con los que cuentas, qué estilo le quieres dar y las necesidades de tu familia. Estas son las 4 claves que no pueden faltar.
Sofá y butaca con ribete y cuadros de Maisons du Monde. Las mesas de centro son de Miv Interiores.
1. Necesitas un sofá blanco con mucho estilo
Seguramente si tu salón es pequeño ya has optado por decorarlo en tonos claros y potenciar al máximo la luz natural para incrementar la sensación de espacio porque los metros reales no los puedes modificar.
¿Cuál es la pieza estrella de todo salón? El sofá, por supuesto. En El Mueble nos encantan los salones con sofás blancos y, si además los metros no abundan, son la mejor elección. Pero no un sofá cualquier. Debe ser mullido, gustoso y, a pesar de ser blanco, debe tener mucho estilo. El de la imagen, por ejemplo, tiene un favorecedor ribete negro que le da personalidad y, además, queda genial con los cuadros de la pared.
Elige el sofá que encaje con el espacio que tienes. En pocos metros, es mejor un sofá grande que dos pequeños. Si necesitas completar la zona de tertulia, siempre puedes cerrar con una butaca o bien por pufs. Si van a juego con el sofá mucho mejor. Además, que tu sofá sea blanco no significa que no tenga color. Cojines y plaids son tus aliados para darle vida y un toque de tendencia.
Mueble a medida inspirado en Pinterest. Cómoda y mesa de centro de Coton et Bois.
2. No puede faltar un mueble con doble función
Los muebles a medida son siempre la mejor opción cuando el espacio no abunda. Se adaptan como un guante a los metros y puedes planificarlos según tus necesidades. Si, además, reúnen más de una función, el éxito está asegurado. Como aquí, que el mueble de la tele tiene una zona de cajones debajo, un hueco para guardar los pufs y una balda superior.
Para que se integre bien en el espacio y restarle peso visual, lo mejor es que esté pintado o lacado en el mismo color que las paredes o, incluso, en un tono más claro. Aquí el espacio restante se ha completado con una cajonera de madera que da calidez y reúne el resto del almacenaje del salón. Además, su sobre se ha aprovechado para darle un toque más decorativo al salón, con dos láminas apoyadas, jarrones con color y un flexo, en blanco y madera, de aire nórdico.
Repisa diseño de Mireia Masdeu. Sofá hecho a medida por Miki Beumala.
3. Para decorar, aprovecha las paredes
Como en este salón, donde una práctica repisa recorre la pared del sofá y se prolonga más allá. Es de madera de roble, a juego con el suelo, las mesas de centro y el escritorio que se apoya en la trasera del sofá, y sirve de base para apoyar un conjunto de fotografías que pone un toque personal y estilo al salón.
En salones pequeños, una pared con baldas es una alternativa económica y decorativa a una librería a medida y, además, no resta espacio visualmente. Si solo las usas para apoyar cuadros, te bastará con un fondo de unos 10 cm con la parte de delante más alta para hacer de tope a las obras. Si la quieres para tus libros y otros objetos decorativos, necesitarás 30 cm de fondo.
Para integrar las baldas en la decoración, píntalas del mismo color que las paredes. Si quieres que destaque puede ser de un color más intenso. Para sumar calidez no hay nada mejor que la madera.
Alfombra de fibras de Francisco Cumellas. Mesa de centro y auxiliar de Becara.
4. Una alfombra de fibras no puede faltar
Las alfombras son fundamentales para zonificar y asentar la decoración en el salón, sea grande o pequeño. Lo ideal es que la zona de estar quede enmarcada por una alfombra que recoja todos sus elementos. Además, las alfombras son perfectas para disimular un suelo frío o aclarar uno oscuro.
¿Nuestras favoritas? Las alfombras de lana blanca de pelo corto, perfectas tanto en invierno como en verano, y la mejor elección en salones pequeños. Las de fibras son otro acierto seguro. Son resistentes y cálidas y perfectas para poner un toque natural al salón.
En este salón, la alfombra de fibra se alía con la calidez de la pared con arrimadero en color topo y los estores de lino, a juego con el sofá y las butacas.