Elaine y Skee adoraban su pequeña casa, pero al nacer sus 3 hijos, sus necesidades cambiaron radicalmente. Y es que los niños necesitaban espacios propios donde jugar y descansar, al mismo tiempo que los padres precisaban de un hogar con un estilo más alegre y actual. Tras la reforma de los hermanos Scott, la casa se transformó en una vivienda acogedora y luminosa, con espacios abiertos en las zonas comunes que permiten disfrutar mejor del tiempo en familia. Por otro lado, los niños ganaron dos dormitorios con una puerta secreta que los mantiene conectados (de este modo, pueden estar juntos siempre que quieran). Además, los hermanos Scott también construyeron un gran baño con bañera, pensando en el confort del día a día. ¿Te apetece ver el antes y después?
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