Ya conocemos los efectos que la kryptonita, ese mineral radioactivo procedente del planeta Krypton, ejercía sobre Superman. Por muy superhéroe que fuese, la piedra verde le dejaba débil y derrotado. Pues lo mismo le sucede, en clave figurativa, a la decoradora Paula Duarte cuando ve ciertas cosas, llámese tendencias, muebles o colores, que no puede soportar. Son, sin duda, sus kryptonitas. ¿Quieres descubrirlas?
1. Los muebles lacados en alto brillo
"Ya sea en la cocina, en el baño o en cualquier otro espacio de la casa, los muebles lacados en alto brillo no son para mí. Me causan rechazo esas superficies en las que te ves reflejada como en un espejo", nos cuenta Paula. "Y mucho menos cuando se trata de muebles de colores oscuros".
Grifería, de Franke, en Schmidt Cocinas Las Rozas.
Es cierto que la tendencia en mobiliario está experimentando en estos momentos un interés por los acabados mate y las superficies sin brillo, por ejemplo en la cocina, por lo que la decoradora puede estar tranquila. "En mi opinión, lo mejor es dejar los brillos para el cristal", explica.
2. Los sofás estampados con flores
"Para mí es imprescindible que el sofá del salón sea de un color liso. Puede ser blanco o crudo, que son mis tonos favoritos para la tapicería, o de un color oscuro, pero nunca, nunca, con un estampado demasiado marcado como flores o motivos vegetales".
Sofás de flores, de IKEA.
Para Paula los sofás son uno de los elementos más destacados del salón, por su tamaño y volumen. "El sofá atrae todas las miradas, por lo que un tapizado de estampado grande puede resultar cansado y aburrido, y llamar la atención en exceso".
3. El color lila
"No me preguntes por qué, pero no puedo con el color lila. Y eso que últimamente es tendencia, o al menos está bastante presente en las ferias de decoración internacionales. A mí no me gusta y no lo utilizaría en ningún espacio de la casa, ni siquiera en una habitación infantil. Sin duda, es mi kryptonita".
Papel pintado, de Pepe Peñalver.
4. Los muebles de madera de wengué
Paula Duarte no siente ninguna simpatía por los muebles de wengué, pesados y oscuros. "Hubo un tiempo en el que se llevaban muchísimo. Estaban en todas partes y creo que, bien coordinados, no quedaban tan mal. Incluso ahora cuando alguna vez los veo, si están en espacios con paredes blancas y suelos claros, pueden tener un pase".
Cocina con muebles en wengué.
"Sin embargo, yo jamás metería un mueble de color wengué en uno de mis proyectos de decoración", añade la experta. Para Paula, las piezas tan oscuras absorben la luz y le dan un aire desfasado a los espacios.
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