En decoración no todo vale. Hay tendencias, elementos, materiales o claves que no van con nosotros. No nos gustan, ni nos motivan. O peor, nos debilitan como la kryptonita a Superman. Precisamente esto le ocurre a la interiorista Natalia Zubizarreta conciertas tendencias y elementos que ella trata de evitar a toda costa en sus proyectos. ¿Quieres saber cuáles son sus kryptonitas decorativas?
1. Los electrodomésticos a la vista
"Cuando diseño una cocina siempre busco que el conjunto sea equilibrado, que reine la paz visual y que el resultado sea armónico. Por eso yo recomiendo panelar los electrodomésticos, siempre que sea posible", cuenta Natalia.
Hornos y microondas en columna y sin panelar son un elemento distorsionante en la cocina, según Natalia Zubizarreta
"No me gusta nada cuando se planifica todo un frente de armarios lisos en un tono determinado, como puede ser un beige o un color topo, y de repente surge un aparato que da al traste con la estética debido a su diseño, a sus mandos, sus marcos de acero y cristal, etc. Un horno o un microondas que crea un contraste radical y rompe la armonía. Es preferible panelar los electrodomésticos para ocultarlos y dejar que la cocina se perciba con homogeneidad y equilibrio", añade.
2. Las neveras sin panelar
Igual que sucede con los electrodomésticos como el horno y el microondas o el lavavajillas, las neveras son un elemento fundamental en cualquier cocina, pero en opinión de Natalia Zubizarreta, no hay necesidad de dejar que se vean. "Yo sé que las neveras vistas ofrecen más capacidad que las que van paneladas, pero rompen totalmente la visión equilibrada de la cocina, y eso se acentúa aún más cuando se trata de neveras de acero inoxidable", explica.
Las neveras de acero inoxidable crean un fuerte contraste con los muebles blancos. Son una de las kriptonitas de la interiorista.
"Existen modelos panelables que son más altas de lo habitual para compensar la falta de capacidad, y poco un presupuesto ligeramente superior puedes lograr que el conjunto se vea más armónico. Y en el caso de que no puedas (o no quieras) panelar la nevera, elígela en blanco (si tus muebles de cocina son de este color) para que el contraste sea menor".
Cocina con nevera y despensa ordenada.
3. Los sofás de cuero
"Me matan los sofás modernos tapizados en cuero, especialmente si son de color blanco, negro o marrón chocolate. Creo que a este tipo de sofás no les va bien este material para las tapicerías. El cuero es frío, poco agradable al tacto y bastante delicado", explica Natalia Zubizarreta.
Detalle de sofá chester de cuero.
Por supuesto, la interiorista no incluye dentro de este grupo de sofás de cuero que conforman su kriptonita los modelos antiguos que rebosan personalidad. "Los chéster de cuero y las butacas antiguas, que a veces muestran arañazos y están ajadas, me parecen maravillosos. Y también hay sofás italianos de diseño, auténticas joyas, a los que el cuero les va de maravilla. Son excepciones que confirman la regla", dice la interiorista.
4. Las maderas de tono anaranjado
"Ya sea en muebles, en el suelo o en las carpinterías, no me gustan nada las maderas de colores anaranjados como el cerezo o el sapelli. Nunca me han gustado, por lo que no es una cuestión de tendencias. Me parece que devalúan los proyectos y no funcionan, por lo que yo recomiendo pintarlas o cubrirlas, porque muchas veces se trata de maderas que no se pueden decapar", explica Natalia.
Las maderas claras son las favoritas de la interiorista.
A la decoradora le gustan mucho más "las maderas de tonalidades rubias, más elegantes. Roble, castaño o, incluso, más oscuras como el nogal".
5. Los colores chillones
Otra de las kryptonitas de Natalia Zubizarreta son los colores chillones. "Los llevo muy mal, tanto si están en los muebles o carpinterías, como en las paredes. En mi opinión, el ser humano en un hogar necesita tener paz", cuenta la decoradora.
Cocina, de Being Biotiful.
"Una cosa es que puntualmente aportes color intenso en una pieza determinada, ya sea una butaca o un cuadro, para dar un toque de color y personalidad, y otra bien diferente es pintar paredes y techos de tonos llamativos, o poner los muebles de la cocina de color rojo brillante. En estas superficies tan permanentes los colores chillones alteran demasiado. No transmiten paz, ni armonía, ni serenidad, que es lo importante en un hogar".
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