Cuadros grises en cojines para un look nórdico ¿Tienes un banco bajo la ventana? Acondiciónalo para el invierno con unas colchonetas mullidas, unos cojines de cuadros, una manta... ¡Y ya tendrás listo tu rincón de lectura , de descanso o mirador! Aquí se han elegido unas fundas en diferentes tamaños y formas que recogen la espalda a la perfección. Lisos y estampados de rayas y cuadros van de la mano, siempre con la gama de grises como protagonistas. ¿El resultado? Muy nórdico. Mesa auxiliar, en Maison Colonial. Anaranjados en plaids para caldear el ambiente Fíjate en esta imagen tan otoñal. La subida de temperatura en el salón se nota no solo por la chimenea encendida, también por la calidez de los textiles. Los plaids de lana con estampado de cuadros se han elegido en tonos anaranjados y verdes, a juego con los cojines para entrar en calor de inmediato. Sofá, mesa de centro y mesa auxiliar, de Coton et Bois. Lámpara de sobremesa, de Cottage Little House. Butaca, de El Corte Inglés. Alfombra, de Gra BCN. Cojines de cuadros rojos como preludio de la Navidad Rojo y verde. ¿A qué te recuerda esta combinación cromática? Indiscutiblemente a la Navidad. La interiorista Jeanette Trensig ha optado por pintar las paredes de este comedor en un verde musgo. Una forma de diferenciarlo del salón con el que comparte espacio. Para dinamizar el sofá blanco ha colocado unos cojines de cuadros rojos de diferente intensidad. Buen anuncio de la proximidad de las fiestas. Sofás Barcelona y mesa de centro, diseño de Jeanette Trensig, en Cado Interiors. Alfombra, de Linie Design. Mesas del comedor y lámparas, de Cado Interiors. Sillas tapizadas con telas de Güell-Lamadrid. Cojín en blanco y negro con un toque actual Otra excelente opción para revivir un sofá blanco es emplear textiles de cuadros en blanco y negro. La interiorista Gloria Borrás ha elegido este cojín de damero que entona con el resto de la decoración: la mesa auxiliar, el aplique y los retratos enmarcados. Le dan al salón un aire elegante, distinguido y muy contemporáneo. Puedes combinar cojines de cuadros de tamaño medio con otros más pequeños, tipo vichy. Sofá, de Miguel A. Díaz Sánchez. Cojines, de Cabinet. Mesa auxiliar, en MEC. Aplique negro, en BCN Lighting. Un tapizado de cuadros para una banqueta rústica El estampado de cuadros también puede ser rústico. La interiorista Jeannete Trensig ha tapizado esta banqueta con un tejido de lana en cuadros rojos y verdes rematado con chinchetas. Las patas que recuerdan a astas de ciervos o la manta de pelo le dan un aire cottage. Banqueta, de Cado Interiors. Cuadros british para vestir una butaca ¿Cuál es la clave del éxito del estampado de cuadros? Es atemporal, cálido y acogedor. Estos motivos grandes en gris y granate son los elegidos para tapizar esta butaca y su reposapiés. Con los cojines a juego, la estantería y la chimenea le dan a este rincón de lectura un aspecto muy british. Butaca y reposapiés, de Crearte con tela de Les Créations de La Maison. Lámpara de pie Grossman Grashoppa, de Gubi. Alfombra, de Francisco Cumellas. Cojines, de Laura Ashley y Gancedo. Cuadro, de Inventory. En blanco y negro para sofisticar un comedor Si te gusta la estructura de unas sillas clásicas pero su tapizado está muy deteriorado, siempre puedes retapizarlas. Es lo que ha hecho aquí la interiorista Fanny Iniesta. Se ha decantado por un tejido de cuadros en blanco y negro que sube de nivel la decoración del comedor. Con un mantel liso de lino, sin duda, los asientos son las auténticas estrellas. Mesa, de Stool. Sillas retapizadas con tela de Gastón y Daniela. Mantel, de Zara Home. Cortinas, de Ikea. Consola, diseño de la decoradora. Paredes pintadas a mano por Isabel Luengo. Pantalla de cuadros para actualizar una lámpara ¿Quieres poner una nota original en una lámpara de sobremesa ? Elige una pantalla con estampado de cuadros. La interiorista Carmen Figueras ha optado por esta en tonos azul y granate, y la ha colocado en el alféizar de la ventana tras el sofá, también azul. Importante: el tamaño de los cuadros deben ir en consonancia a la dimensión del producto. Lámpara con base de libro y pantalla de cuadros, de Guáimaro, igual que el macetero de cerámica. Flores, de Colvin. Papel pintado de cuadros para dar calidez a las paredes ¿Un papel pintado con estampado de cuadros? ¡Pues claro! Es la mejor manera de potenciar el aspecto rústico de un salón con chimenea. En este, la campana revestida de madera, a juego con los estantes, y los detalles green contribuyen a darle esa apariencia de cabaña perfecta. La interiorista Cuca Arraut ha optado por cuadros pequeños solo en una pared para no agobiar la estancia. Mesa de centro, de Sacum. Cuadros grandes y degradados para una manta gustosa ¿Quieres modernizar tu salón? Opta por muebles atemporales y complementos de plena actualidad. Esta manta reúne tres tendencias: el estampado de cuadros, los tonos arena y los degradados. ¡Qué gustito te dará taparte con ella las piernas mientras disfrutas de una grata lectura! Sofá Grönlid, de Ikea. En verde para tapizar una butaca y un puf Un tejido de cuadros grandes y verdes tapizan parte de la estructura y el asiento de esta butaca y su reposapiés. Puedes colocar un cojín de cuadros a juego o liso, como aquí ha hecho la interiorista Irma Aleu, en terciopelo verde. Lo importante es que compartan la misma gama de color. ¡Qué bien armoniza el green con la madera! Butaca y puf, de Crearte Collections con tela de Güell-Lamadrid. Cuadros azulados en armarios para lograr un toque retro La interiorista Carme Caubet ha entelado las puertas de estos armarios realizados a medida en el hueco de la escalera. Y para ello ha elegido un tejido de cuadros azul grisáceo muy retro. Contrastan con la madera clara de pino dándoles un aire rústico y desenfadado. Pantallas de cuadros para unas mini lamparás súper románticas ¿Quieres incluir los cuadros también en los pequeños detalles? El interiorista Roger Bellera ha colocado sobre una mesa de centro estas románticas lamparitas cuyo estampado de cuadros grises se extiende por la pantalla y la base. ¡Fantásticas! Mesa de centro, de Luzio. Cuadros tartán en un papel pintado para el cabecero Pata de gallo, príncipe de Gales, vichy... Los cuadros admiten distintos nombres según su tamaño y forma. De entre todos ellos, sin duda, es el tartán escocés el que más se asocia con el invierno. En este dormitorio abuhardillado se ha utilizado este estampado multicolor para proteger la pared del cabecero. ¿No te recuerda a la falda del uniforme del colegio? Papel pintado escocés, de Leroy Merlin. Aplique, de Vermissen. Estampado de cuadros también en la ropa de cama Los dormitorios modernos acogen de buen grado al estampado de cuadros. Los vemos aquí en el plaid y los cojines de lino que visten la cama. La interiorista Bárbara Serra ha optado por un color gris verdoso muy sugerente que le aporta luz y calidez. Ropa de cama, de Filocolore. Pared revestida de moqueta vinílica Alfresko, de KP a modo de cabecero. Mesitas y banqueta, de Catalina House. Los cuadros también funcionan en las habitaciones infantiles En los dormitorios infantiles el estampado de cuadros viene que ni pintado pero, eso sí, los colores han de ser alegres y motivadores. La interiorista Ana Galofré ha optado por vestir esta cama a medida con un nórdico de cuadros rojos con cojines a juego. Una buena manera de llenar la estancia de energía. En amarillo para un dormitorio vintage Cuando los niños se van haciendo mayores, desean una decoración más discreta y menos estridente. En este dormitorio la interiorista Paula Duarte ha elegido un papel pintado de cuadros en un suave tono amarillo vainilla que le va fenomenal al cabecero de madera. El revestimiento junto a las láminas y el flexo dan a la estancia una atmósfera retro ideal. Arrimadero de madera a modo de cabecero. Revestimiento de papel pintado, de Coordonné. Mesita de noche, de Ikea. Lámpara flexo, de Jieldé, en Naluz. Triple de cuadros para un dormitorio rústico Un estampado de cuadros en gris y granate se ha apoderado de este dormitorio rústico decorado por la interiorista Bárbara Aurell. Está presente en la manta, los cojines y también en la tapicería de la butaca. Los techos abuhardillados, las vigas de madera y ese look de cabaña hacen de la estancia un lugar cálido y acogedor. Butaca, de Casual Solutions. Lámpara aplique, de Artemide, en Avanluce. Revestimiento, de papel pintado. Cabecero tapizado con tela de Güell-Lamadrid. Si quieres estar al día de todo lo que publicamos en www.elmueble.com, suscríbete a nuestra newsletter.