Espejos en recibidores pequeños, ¿SÍ o NO? 14 ideas para ganar espacio y estilo

Colocar un espejo en el recibidor es una idea convencional y buena. Un espejo concede profundidad a la pared en la que se ubica. De manera que en entradas pequeñas o estrechas, lograrás ampliar visualmente el espacio. ¿Qué te parece esta composición de estilo clásico? Una cómoda sobre la que luce un espejo redondo de moldura metálica en latón.

En muchas viviendas, el recibidor suele ser un espacio pequeño y con poca luz. Un espejo multiplica la luz disponible. Sitúalo estratégicamente para que refleje. Este recibidor opta por un espejo enmarcado de gran tamaño, aprovechando la altura excepcional del techo, apoyado directamente sobre el aparador.

Es así, un espejo siempre es elegante. Puedes convertirlo en una pieza decorativa escogiendo un tamaño especial, un marco único o un acabado envejecido o tintado. Elevarás el diseño del recibidor. Esta es una buena razón para decorar la entrada con un espejo. Este espacio, diseñado por Natalia Zubizarreta, luce un espejo rectangular envejecido en la pared sobre la cómoda de madera.

Otro de los motivos para decantarse por decorar el recibidor con un espejo apela a lo funcional. El recibidor es el espacio ideal para echarse un último vistazo antes de salir. Peinado, maquillaje, look en general. Por eso es bueno que el espejo sea de gran tamaño. Aquí un diseño cuadrado con moldura de cuerda sobre consola de madera.

Y ahora podemos repasar ideas para decorar sin espejo el recibidor. La primera, escoger un cuadro realista. De gran tamaño y con una escena que marque ese espacio de entrada a una casa. Colócala sobre el mueble principal, sobre un banco o zona de asiento -como aquí- o en una pared como foco de atención.

En este espacio se han elegido mapas enmarcados para decorar una pared, en una composición de cuadros en cuadrícula que produce un efecto ordenado. Mismo estilo de láminas, idénticas tonalidades y molduras iguales. Puedes llevar esta idea a tu recibidor, pero con otros motivos como fotografías en blanco y negro, imágenes de ciudades…

Con marcos o combinando marcos con otros elementos tipo aplique o escultura de pared. Pero, al contrario del caso anterior, en una composición que mezcle y combine tamaños, elementos, formas y acabados con un efecto más desordenado.

Como hemos visto con el espejo, pero en este caso, se evita ese accesorio y se sustituye por una lámina enmarcada. El tamaño deberá estar en consonancia con el espacio y con el mueble en el que apoya. Aquí combina la lámina de motivo abstracto con la división de la pared con un zócalo.

Este tipo de soluciones es muy decorativa y viste tanto el recibidor que no necesita mucha más decoración de pared (por no decir ninguna). Así que un elemento separador alistonado de lamas horizontales es aquí la base perfecta sobre la que apoya una ligera consola. El contraste de la madera y el metal es tremendamente apetecible.

Sin espejo, sin lámina. Otra idea para decorar el recibidor es llevar a la pared un par de molduras de diferente tamaño que decoren sin nada que enmarcar. También las puedes apoyar en el mueble del recibidor, como en este proyecto.

Y eleva el nivel. Una pieza de arte es un elemento único que le da mucho caché a la entrada a casa. Puede tratarse de un cuadro -como aquí, sobre la cómoda- o una escultura. Hay quien elige obras pictóricas acordes al estilo del espacio o quien rompe con ellas la tendencia. ¿Y tú qué harías?

Puede suceder que en el recibidor se sustituyan los tabiques ciegos por paredes acristaladas o vanos de cristal y que ese diseño llene de luz y amplitud el recibidor. Motivo por el que se puede prescindir de espejo. O porque no haya paredes disponibles para ubicar uno. El cerramiento en sí puede destacarse, colocando delante un banco o consola.

Fíjate en cómo cambie el efecto cuando en lugar de ser paredes acristaladas es un único vano de cristal que abre el recibidor al salón. En este caso, se ha diseñado delante un banco como asiento en la entrada de la vivienda. Es una propuesta de Coton et Bois.

Ya sea una pared de piedra, ladrillo visto o con un papel o molduras, una pared especial y diferente a las del resto es un buen elemento decorativo en el recibidor. No necesitas más. Dale protagonismo dejando desnudo el frente o ubica allí el mueble principal, una bonita lámpara o varias plantas.