'Efecto pintalabios': el lujo asequible conquista el hogar en 2024

Con el racionamiento en pleno apogeo y poco dinero en el bolsillo, en la II Guerra Mundial el pintalabios se convirtió en un símbolo de patriotismo y lujo en la Inglaterra de Churchill. La belleza era un deber –Beauty is your Duty, rezaba una campaña gubernamental hoy impensable–; algo así como una especie de inyección moral –no había que descuidar el aspecto físico– en un momento difícil.

Actualmente, el ocio en el hogar es seguramente lo que aporta ese ‘efecto pintalabios’ al que nos referimos. El crecimiento exponencial de plataformas como HBO, Disney o Netflix, entre otras, da fe de que no queremos renunciar a los pequeños lujos que nos alegran la vida. 

La pregunta es evidente: ¿existe en decoración algo parecido? ¿Qué nos puede proporcionar en casa ese chute de endorfinas que nos da disfrutar de una buena serie o comprarnos la ropa que más nos gusta? La artesanía, una tendencia en auge, es una de ellas. Además, accesorios decorativos como velas, jarrones o ropa de cama, que le dan a la casa ese nota elegante y cuidada por poco dinero, interesan cada vez más. También los espejos aportan esa nota sofisticada en el hogar y nosotros ya hemos enseñado algunos que nos encantan, como este de IKEA.En países como el Reino Unido, por ejemplo, varios estudios confirman un crecimiento superior al 5 % de las ventas de esos pequeños objetos, y marcas como Zoohause, entre otras, están abriendo cada vez más tiendas.

Lo de darse un capricho en momentos de crisis no es nada nuevo. Ya lo hemos visto en otros periodos. Tas los atentados de las Torres Gemelas de Nueva York o la crisis de 2008, las ventas de pintalabios crecieron un 11 % y un 6 % respectivamente, según reportaban marcas como Estée Lauder. En decoración, este ‘efecto pintalabios’ al que se refieren numerosos estudios económicos y sociológicos se traduce en un mayor interés por adquirir pequeños objetos que nos aportan satisfacción, que nos levantan el ánimo. Acabamos de mencionar la tendencia a decorar con artesanía y piezas cerámicas, pero también crece el interés por lo vintage o por piezas como los pies de cama y el loveseat.

Los guantes y trapos para la cocina, la ropa de cama y fundas para las almohadas y los manteles o servilletas también son buenos ejemplos de ese lujo rápido (y asequible) que se demanda hoy en la decoración del hogar.  También los tiradores para cajones y armarios o los pomos son una fantástica solución para darle a la cocina (o a cualquier espacio de la casa) un aspecto renovado y cuidado y, como hemos contado ya en algunos artículos, son una de las tendencias más destacadas a la hora de darle una vuelta al estilo de la casa en 2024.

El renovado interés por decorar con velas; las vajillas lisas o estampadas y el auge de los colores naturales y cálidos (de la gama melocotón, beis, azul o verde claro) y de los papeles pintados de motivos botánicos y geométricos también da fe de ese ‘efecto pintalabios’ en la decoración. Belleza e interiorismo son, de hecho, dos conceptos intrínsecamente unidos. 

En resumen, y hasta que podamos volver a gastar dinero en reformar la vivienda, algo que por ahora no parece factible en el contexto económico actual, es hora de fijarse en cómo conseguir que nuestra casa siga teniendo un aspecto cuidado. Como decimos, no es cuestión de gastarse mucho dinero, sino de elegir con cuidado y saber acertar en la forma de transformar nuestra casa con muy poco para que dé esa sensación de estar siempre lista y con sus mejores galas.