Si ante todo eres práctica, te gustará cómo han solucionado la decoración de las paredes en este dormitorio. Sobre el cabecero se ha colocado un cuadro centrado que, así mirado en la distancia, parecen dos ojos cerrados, una clara invitación al descanso. Mientras, en el vestidor un espejo, grande, dorado y vintage, incita a arreglarse con parsimonia y salir a la calle hecha un pincel.
Cabecero de obra. Alfombra, de Zara Home. Banqueta, de Jordi Batlle.