En un mundo cada vez más globalizado donde parece que todo el mundo compra los muebles en las mismas tiendas, en España todavía tenemos particularidades decorativas que en los países del norte de Europa son extrañas.
Y todo, como no podía ser de otra manera, se debe a nuestro clima, mucho más cálido que en otras latitudes, y a nuestras tradiciones que nos ha hecho conservar ciertas costumbres españolas y objetos artesanales que solo son típicos aquí. ¿Quieres saber cuáles son?
1. Ponemos cortinas en las ventanas
En España tenemos de media unas 2.500 horas de sol al año y eso significa que debemos protegernos de él, algo que en países como Suecia o Noruega no hacen. Y las cortinas son nuestras aliadas para aislarnos del sol en las horas de más insolación y para ganar intimidad por la noche, junto con las persianas, otro invento español que los países del Norte no usan.
Y aunque en El Mueble nos encantan las cortinas livianas y en tonos neutros, también hay zonas de España donde triunfan las cortinas estampadas y con más peso. La combinación de estor y cortinas, también es muy común cuando se quiere dar un aire más vestido a las ventanas.
2. En España tenemos las fotos de la boda a la vista
Somos familiares, nos gusta celebrarlo todo y tener muy presentes los días más señalados. Por eso, en muchos hogares españoles aún se mantiene la tradición de decorar con fotos de días importantes, como la boda o la Primera Comunión, en el caso de los niños.
Y no hablamos de un mini foto en la alacena, sino de fotos en gran formato que no pasan desapercibidos. Nuestras casas hablan de nosotros y de nuestras familias, no lo podemos evitar.
3. Tenemos suelos hidráulicos
Estas baldosas creadas en el S.XIX y hechas artesanalmente a base de cemento, arena y pigmentos minerales se han usado tradicionalmente en países como España y Francia pero no en el norte de Europa. Su presencia llena de carácter y personalidad los pisos regios y quien los tiene los conserva como un auténtico tesoro.
Y quien los desea tiene en los nuevos porcelánicos, que imitan sus motivos geométricos y naturales, la mejor baza. Más resistentes que las originales, que se hacían artesanalmente y son un poco porosas, las nuevas baldosas aúna resistencia y belleza.
4. Colgamos platos en las paredes
En España somos de coleccionar y exponer y, si puede ser en las paredes, mucho mejor. Nos gusta colgar platos artesanales, bandejas de fibras, espejos de herencia... Una pared vacía nos parece sosa. Y en función de la zona de la Península elegimos una cosa u otra.
En el Norte de Europa, sin embargo, apuestan por una decoración más limpia y minimalista donde la tradición no tiene tanta presencia. Ellos se lo pierden.
5. Nos gustan los muebles para toda la vida
En España quizás no cambiamos tanto de casa como en otros países y, por eso, nos gustan los muebles a medida que requieren una mayor inversión, sí, pero se adaptan al espacio y a nuestras necesidades como un guante.
¿Qué muebles son los más populares? El típico mueble de salón de pared a pared, los armarios empotrados, los dormitorios infantiles a medida... ¿Os suena alguno? En otros países, como Alemania, las personas se llevan los muebles de una casa a otra y, si son a medida, es más complicado hacerlo.
6. Dejamos la ropa lista en el galán de noche
También tenemos algunos muebles que en otros países son muy extraños, como el galán de noche. Aunque ha estado un tiempo en desuso, muchas firmas lo reinterpretan para dar una versión actualizada de este mueble que tiene como función airear la ropa y dejar listas las prendas para el día siguiente.
El galán, que suele ser de madera, es decorativo, ocupa poco espacio en el dormitorio y nos hace hacer más constantes que la típica silla a pie de cama que se suele llenar de ropa.
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