La segunda mano ha ganado protagonismo en los últimos años como una opción cada vez más habitual para todo tipo de productos. Desde coches y dispositivos electrónicos hasta ropa, y ahora también muebles y accesorios para el hogar. A menudo, nos planteamos si merece la pena invertir tiempo en restaurar ese mueble que necesitamos o si es necesario gastar una gran suma de dinero en comprarlo nuevo. Es aquí donde la opción de adquirir artículos de segunda mano se convierte en una solución práctica y económica.
No obstante, algunas cosas es mejor comprarlas sin que se hayan utilizado anteriormente. Ya sea por cuestiones de higiene o de seguridad, los expertos nos aconsejan que, en esos casos, es mejor invertir en un producto totalmente nuevo. Te contamos de cuáles se tratan y las razones por las que deberías descartar la segunda mano. ¡Toma nota!
Estas son las cosas que no debes comprar de segunda mano para tu casa
Desde textiles hasta muebles, vajillas, almohadas o alfombras. Hay elementos que, por su naturaleza y función, tienden a ser muy usados, y esto hace que no merezca la pena comprarlos por muy bien que se vean o por muy económicos que sean.
- 1. Cojines decorativos: tanto los cojines como todo lo que tiene que ver con almohadas en los que apoyamos nuestra cabeza y cara, son elementos que no debemos comprar de segunda a mano debido a cosas desagradables como chinches, piojos e incluso fluidos corporales. Solo merecerán la pena si son elementos que de verdad tengan buena calidad y podamos llevar a la tintorería para una limpieza a fondo.
- 2. Sábanas: lo mismo que sucede con las almohadas y cojines. En las sábanas dormimos y al dormir, son muchos los restos y células muertas de la piel que dejamos en ellas. Además, hay manchas que no se pueden quitar fácilmente. Las sábanas que no puedan lavarse a fondo, deberías descartarlas inmediatamente.
- 3. Mobiliario para bebés: por muy encantadores que sean algunos muebles para bebés antiguos o con aires vintages, esos muebles, es probable que no cumplan con las normas de seguridad infantil vigentes. ¡Pueden ser peligrosos para tu bebé! Por esa razón, es mejor evitar la compra de segunda mano. Además, el paso del tiempo ha podido malgastar mucho sus materiales y estructura, a pesar de que aparentemente se vean en buen estado.
- 4. Tablas de cortar: la razón para evitar comprar tablas de cortar o tablas de carnicero ya usadas, es que no existe una forma real de desinfectar una tabla de cortar sin productos químicos.
- 5. Mobiliario de fibras naturales: si está en muy buen estado, será genial, pero si ves que existe algún desgarro, no te merecerá la pena. El mobiliario de fibras naturales como rafia o mimbre, es muy difícil y costoso de reparar, por lo que es mejor dejarlo pasar si no puedes hacerlo tú mismo.
- 6. Alfombras: nunca sabemos por qué situaciones, manchas u olores, tanto de nosotros como de mascotas, pueden tener las alfombras que compramos de segunda mano. En ocasiones es una pérdida de dinero el coste de la limpieza. Las alfombras antiguas son la excepción, pero no suelen encontrarse en tiendas de segunda mano.
- 7. Artículos manchados: si hay algo manchado en una tienda de segunda mano, es porque quizás su antiguo dueño intentó eliminar la mancha y no fue capaz. Evita comprar artículos manchados porque es probable que tu quitamanchas de confianza tampoco sea capaz de eliminarlas.
- 8. Artículos desgastados: antes de comprar un mueble para el hogar de segunda mano, inspecciona siempre las patas o la parte inferior de los muebles de madera dura y blanda para buscar montones de aserrín. Si los detecta, podría significar que la pieza es un hábitat para las larvas de los escarabajos de los muebles que perforan la madera. ¡Evítalos!
- 9. Mobiliario tapizado (en mal estado): como por ejemplo, sillas o cabeceros de cama. Si la tapicería está desgastada o rota, es mejor no comprarla, porque volver a tapizar esos muebles puede salirte muy caro.
- 10. Dispositivos electrónicos: antes de llevártelos a casa, pruébalos primero en la tienda donde vayas a adquirirlos. Hay lámparas que son piezas realmente especiales y son fáciles de cablear. No obstante, no confíes de un producto si no te dejan probarlo antes.
- 11. Accesorios de lana: hay prendas o accesorios de lana que con el tiempo pueden deshilacharse, por lo que no es una buena inversión, ni siquiera en comercios de segunda mano.
- 12. Mobiliario de madera: además del mobiliario de madera, que debemos asegurarnos de que se trata de madera de calidad, también hay que tener cuidado con los muebles con enchapados que a menudo se descascaran o se descascarillan y no se pueden reparar.
- 13. Abanicos antiguos: los ventiladores antiguos pueden parecer bonitos, pero pueden suponer un riesgo para la seguridad debido a sus aspas interiores de metal, que pueden pillarnos los dedos o el cabello.
- 14. Mobiliario oxidado: el óxido es muy corrosivo y dañino para los muebles, pero también es muy peligroso para nosotros. Además, ninguna cantidad de pintura puede arreglar un mueble inestable y corroído.
- 15. Mobiliario de mármol: si se trata de un mueble manchado, no se podrá quitar de un mueble de mármol. Lo que sí que se puede intentar hacer, es darle la vuelta para ocultar las imperfecciones.
- 16. Joyas vintage: antes de comprar joyas de segunda mano, debemos asegurarnos de que se trata de joyas de alta calidad y no bisutería.
- 17. Cristalería y vajillas: si son elementos para decorar, podrán valer, pero utilizar para consumir una cristalería y vajillas de segunda mano, no es recomendable. Es posible que esos artículos se hayan fabricado con normas obsoletas y que contengan plomo.
- 18. Colchones: una sola palabra, ¡chinches! Los colchones usados no hay que volvernos a utilizar porque pueden traer consigo estos insectos. Pero además, porque también tienen años de vida útil, y para garantizar un buen descanso (y sano para nuestra postura), es recomendable comprar siempre colchones nuevos.
- 19. Cosas para mascotas: las mascotas también producen su propia suciedad y dejan sus propios restos.
- 20. Accesorios de aseo e higiene: como cepillos para el pelo. Aunque tengan un diseño muy bonito o antiguo, es mejor evitar comprar accesorios que se hayan podido utilizar para el aseo o higiene. Por muy limpios que creas que estén, siempre pueden tener restos del cabello