Cómo decorar una casa de pueblo con poco dinero y que te quede como en la revista El Mueble

Renovar las cortinas y los cojines es un cambio barato con el que se consigue un cambio renovador y te ayudará a decorar tu casa de campo. Puedes utilizar tonalidades suaves en tonos fríos, como verdes y azules lavados, que te ayudarán a percibir el ambiente como más refrescante y relajante. Ahora, tu casa de campo sí que está preparada para recibir.

Si tu casa de campo no ha sufrido grandes transformaciones a lo largo de los años, seguramente, sigan luciendo sus vigas originales, aunque tal vez pintadas de blanco o con un tinte que las oscurece. ¿Una solución low cost para devolverles todo su esplendor? Líjalas y deja la madera al natural. Para protegerla, aplica una cera transparente y deja que el color de la madera decore el salón. Barato y resultón. ¿Hay una manera más decorativa de pasar renovar la decoración de tu casa de campo?

En muchas ocasiones lo único que necesita una casa de pueblo es sentirse más luminosa. Y para ello hay que "aclarar" los ambientes. Pinta y decora con mucho blanco. La manera más barata de lograr el efecto luminosidad es pintar de blanco paredes y techos. Es la base más adecuada. Después, aclarar también el mobiliario con ayuda de la pintura. ¡Qué haríamos sin pintura para decorar por poco dinero!

Además de pintar la casa del pueblo de blanco para darle luminosidad, puedes jugar con el tono topo, piedra o gris cálido, con textura para unificar paredes y frentes de armarios, incluso, carpintería interior (las puertas y los perfiles de las ventanas o contraventanas si son de madera. La unidad crea sensación de orden, amplía los espacios, unifica y actualiza.

Y seguimos brocha en mano aprovechando las posibilidades de la pintura como modo de decorar por poco dinero la casa del pueblo. ¿Qué te parece dejar de ver las puertas de paso oscuras de tu vivienda? ¡Al color! Suelen ser de buena calidad, de madera macizas, y con diseños únicos. Tráelas al presente con un tono lavabo. Pinta las hojas y las jambas de alrededor.

Una pequeña inversión, aunque sin tener que romper la hucha de los ahorros, para ayudar a ganar esa luminosidad que lo cambia todo y que tan acogedores hace los espacios. Seguro que hay alguna pared de la casa del pueblo que se presta a ser abierta. Crea allí un gran ventanal, un acristalamiento fijo que te conecte con el entorno. ¡Notarás cómo cambia toda la decoración!

No hay materia más resultón y barato que las fibras naturales. Llévalo a tu casa a través en alfombras, lámparas y hasta elementos decorativos. Además, en verano, aportarán un toque fresquito al interior muy agradable. Más aún si las combinas con blanco.

Un viejo mueble puede adoptar una nueva imagen con una mano de pintura. Así, una vitrina a la que no tenías ningún tipo de aprecio puede transformarse en tu mueble más preciado si la pintas con pintura a la tiza o chalk paint. Lo mejor es que es un tipo de pintura muy sencillo de aplicar y que, gracias a su textura, aportará un aire muy campestre y decorativo a cualquier rincón de tu casa del pueblo. 

También puedes decorar la casa de pueblo por poco dinero con esta idea de recuperar mobiliario, pero en este caso del jardín y llevarlos al interior de la vivienda para crear un rincón con mucho encanto. Por ejemplo, una mesita tipo velador con sillas es un perfecto mini office en la cocina o espacio para tomar el té en el salón. Mantén su aspecto desvencijado aunque aplicando alguna cera para darle lustre, suma unos bonitos cojines a las sillas para hacerlas más confortables y ¡listo!

Con el poder de bonitas láminas de estilo antiguo que puedes pintar tú, recuperar de la casa, comprar en mercadillos… Busca una temática y combina tamaños y molduras. También puedes aprovechar algún antiguo marco que tengas y darle protagonismo a una pared.

Con algo más de trabajo, pero sin obras que encarezcan la renovación de la decoración de tu casa del pueblo, puedes darle un aire nuevo a la cocina. Casi con seguridad los azulejos se sentirán viejos. Pues cúbrelos con pasta y pinta encima con un efecto pintura texturizada o a la cal. Le dará movimiento y ese aire rústico actualizado. Encima, coloca en la parte baja, un revestimiento vinílico que imite azulejos, para proteger la zona de salpicaduras y manchas al cocinar. ¿Quieres un aplique como este, pero no tienes punto de luz? Elige uno de batería recargable.

¿No te gustan los muebles antiguos de tu casa del pueblo? Pues todos fuera. Encarga que te hagan unas estructuras de obra con paneles de cartón yeso. Es lo más económico. Serán los muebles en los que organizar los platos y cacerolas. Sin cajones. Usa botes y otros accesorios de pared para colgar y organizar utensilios. Cubre los muebles con cortinas y sustituye muebles altos por estantes corridos.

Nada decora mejor una casa de pueblo que unos azulejos hidráulicos, que recuerdan a las antiguas casas de campo. Su colorido y bonitos estampados son ideales para decorar la cocina, el baño y otros espacios. Y lo mejor es que, ahora, hay varios materiales que los imitan con mucha fidelidad. Las baldosas vinílicas son una opción barata y que te dará resultados increíbles.

Si decíamos que hay baldosas vinílicas que imitan los azulejos hidráulicos, también las tienes en modo de alfombra para que te ayuden a decorar el suelo. Podrás disfrutar de su belleza y color con la mínima inversión (son bastante económicas) y cero obras. 

Te proponemos que el baño de la casa de pueblo se actualice sin obra y sin desentonar. En un estilo rústico actualizado, echando mano del concepto 'reformar sin obras' y con un presupuesto controlado. Opta por los paneles de pared que imitan diferentes materiales como la piedra. Y un suelo de vinilo en rollo (ideal para cubrir el suelo en espacios pequeños). Pinta de blanco cualquier mueble oscuro que tengas en el baño, pon un nuevo espejo lo más grande y posible y tendrás el resultado deseado.

Sí, tu casa del pueblo está rodeada por la naturaleza, pero llevarla al interior no solo te ayudará a refrescar y purificar el ambiente, sino que también decorar y potenciará ese punto campestre y natural que tiene tu casa de campo. Puedes utilizar grandes plantas, como el ave del paraíso o Strelitzia, pero también palmeras de salón, monsteras (tan de moda) o pequeñas plantas, como helechos o potos. Lo importante es que sean especies resistentes que aguanten bien todo el año con los mínimos cuidados.

Porque una casa de pueblo pide ese puntito campestre que es tan acogedor y cálido. Por eso huye de los estampados más modernos, como geométricos, y, para la zona del comedor o la cocina, por ejemplo, apuesta mejor por papeles pintados florales y de colores cálidos, como el que decora este office.

Aunque aquí te recomendamos que cambies esos tonos cálidos por otros más fríos, como el azul. Y es que estas tonalidades invitan al descanso y a la relajación. Con un papel pintado con florecillas azules, como el que decora esta habitación, te parecerá que estás en la campiña francesa y con la mínima inversión.

No solo en el dormitorio sino, en general, en toda la casa de pueblo. Las piezas más pesadas resérvalas para las estancias de mayor tamaño. Sustituye una mesa de centro voluminosa y oscura por una más compacta y liviana; también las mesitas de noche con cajones que solo sirven para acumular por mesas auxiliares tipo velador de estructura despejada.

Si no quieres pintar las puertas del antiguo armario o se queda pequeño el armario exento del dormitorio, crea tu zona de vestidor en la casa del pueblo para la ropa tuya y de la casa. Juega con cortinas de lino con mucha caída para ocultar el interior, organizado con baldas. Puedes usar módulos Pax de Ikea, que tras las cortinas, no desentonarán en un estilo rústico actualizado. Incluso, un bonito efecto, es usar el mismo tejido y cortina en la ventana que en el armario que se ubica a continuación y crear un único frente.

Si cambiasteis las antiguas puertas por unas más modernas pensando, para algo las usaré. ¡Este puede ser su destino! Píntalas de un color vibrante o recupera el estado natural de la madera lijándolas y colócalas a modo de cabecero en la habitación. Dependiendo del color que elijas, el resultado será más rústico, más vintage o más veraniego, pero la inversión será mínima.

Utiliza las plantas de tu jardín para hacer bonitos centros de mesa, colocarlas en una damajuana o en una antigua botella de sifón. No hay manera más económica de decorar una casa de campo que utilizando los recursos que esta te da. Y, para ello, la naturaleza que te rodea es perfecta. Unas hortensias en una botella, unas ramas de eucalipto en un jarrón, unos lirios en un recipiente de cristal...