Soy estilista y en 2024 estos son los 3 colores que envejecen tu casa y los otros 3 que la rejuvenecen

Soy Magda Martínez, directora de Estilismo de la revista El Mueble, y hoy os vengo a hablar de la importancia de una buena paleta de colores en nuestro hogar. ¿Sientes que tu casa tiene un aspecto un tanto viejuno y no sabes por dónde empezar a hacerle un lavado de cara? Si esta idea lleva tiempo rondando tu cabeza y quieres darle un cambio de aires, debes centrarte en ellos.

Sí, ni en los muebles ni en la distribución: en los colores. Estos son los protagonistas principales de una primera imagen y sensación del hogar, por eso es importante escoger un color que de sensación de amplitud, mucha luz, que inspire tranquilidad y sobre todo, que dé a nuestra casa un toque actual.

Por sí solos (y por poco dinero), son capaces de hacer un cambio radical en el hogar, ya sea a través de la pintura o papel de la pared o en los textiles que utilices. Por eso, hoy os vengo a contar cuáles son los colores capaces de rejuvenecer nuestra casa y cuáles, por el contrario, deberíamos evitar. ¡Toma nota!

Qué tres colores rejuvenecen el aspecto de tu hogar

Anota estos tres tonos que conseguirán ese ‘efecto lifting’ tan deseado en un hogar con aspecto obsoleto. ¡Renovarlo es más sencillo de lo que parece!

El amarillo

Salón con sofá, de Cado. Butaca y consola, de Taller de las Indias. Mesas de centro doradas, en Mercantic. Alfombra, en Usera Usera. Espejo, en Merc & Cia. 

En un guiño nostálgico al pasado, el amarillo en todas sus vertientes - desde los mostazas y ocres hasta los más luminosos- vuelve con todas sus fuerzas para llenar de vitalidad los hogares. Eso sí, en pequeñas dosis y en elementos determinados. Hace décadas era muy común pintar las paredes de amarillo, algo que hoy nos parecería completamente obsoleto.

Sin embargo, sigue siendo un color que aporta una energía especial a la casa, por lo que no está de más utilizarlo como tono principal en un papel pintado para avivar algún frente de la casa. También me encanta en los textiles, ya sea en cojines, plaids y mantas para el salón, hasta en la mantelería y fundas de cojines de los dormitorios. Lejos de parecer que el amarillo recarga el ambiente, recurrir a esta paleta lo que hace es lograr una sensación de recogimiento y confort como ninguna otra. ¿Te atreves?

El verde

Salón con aparador, de Obsolete Mallorca. Lámpara de sobremesa con pie de latón, de El Corte Inglés. Cuadro, de Midnight Blue. Cortina de lino, de Yutes. 

Verde que te quiero verde. Entre las últimas tendencias de decoración destaca la llegada triunfal del color verde como gran protagonista de la casa. Eso sí, las tendencias de verano miran a los tonos pastel, a los verdes azulados, pasteles y mint que dulcifican cualquier ambiente.

Suelen estar presente en pequeñas pinceladas: desde puertas, hasta marcos de las ventanas en las casas de verano, pasando por detalles en madera, multitud de muebles pintados en este color, ¡e incluso el panelado de las cocinas sucumben a su refrescante encanto! En invierno, por su parte, el verde inglés y los papeles pintados más refinados se llevan la palma, tiñendo las casas en pequeñas dosis con su elegante sofisticación.

El blanco

Dormitorio con cómoda francesa de un anticuario de L'Isle sur La Sorgue. Butaca de Crearte, en La Bòbila Atellier. 

El eterno blanco, siempre a la cabeza de los colores para rejuvenecer cualquier espacio de nuestro hogar. Para mí no hay ninguno como él para potenciar la luz y la sensación de espacio. Además, es una base atemporal que no pasa de moda y combina con todo. Para no caer en su frialdad lo mejor es que optes por un blanco menos puro, de esta manera resaltarán más el resto de colores y materiales.

Además, encaja en todo tipo de estilos. ¿Cómo darle un punto de calidez? Con suelos y muebles de madera, detalles decorativos confeccionados con fibras naturales y textiles con texturas suaves y especiales. 

TRES COLORES QUE DAN UN ASPECTO ANTICUADO A TU CASA

El pintor David Hockney dice que "no hay color desagradable"; pese a eso, sí que hay tonalidades que pueden dar un aspecto rancio a tu hogar bajo mi humilde opinión. Para ello, debes evitar el uso excesivo de los siguientes tonos:

Marrón

Recibidor con consola de roble, de NF Asian. Zócalo, de Güell Lamadrid. Alfombra en tonos anaranjados, de Basarabian. Vasija antigua a modo de macetero. Sombrero oriental. 

El marrón no es un color brillante, ni alegre, ni aporta luz. De hecho, era uno de esos tonos que muchos artistas medievales y modernos siempre despreciaban por este motivo, tal y como se asegura en el libro "Las vidas secretas del color", de Kassia St. Clair. Aplicado a nuestro hogar ocurre lo mismo.

Es una tonalidad que nos recuerdan a las casas de hace décadas, esas que estaban llenas de muebles castellanos elaborados en una madera muy oscura que apagaba el ambiente de cualquier hogar. Ahora sería impensable crear ambientes tan lúgubres. Por sus reminiscencias y carencia a la hora de aportar luminosidad, prefiero apartarlo de mi lista de opciones decorativas.

Beige (usado en exceso)

Salón con sofá y velador metálico, de Velafusta. Mesas de centro y sillas de comedor, de Cottage Little House. 

Quizás te sorprenda que el color beige sea uno de los elegidos en esta lista. Aunque es una tonalidad que en ciertos aspectos pueda aportar calidez al ambiente, ya sea en la ropa de cama o en otros textiles, el hecho de abusar en exceso de esta paleta de tonos tierra puede crear estancias con un halo anticuado.

Hay quienes unifican paredes, techos, suelos, textiles y muebles en este color, creando una monocromía carente de personalidad. El beige es una base estupenda, pero hay que combinarlo con toques actuales, de lo contrario se ve anticuado.

El lila o morado

El lila, siempre recargado, no apto para casas minimalistas.

Los tonos lilas y morados marcaron la tendencia en la moda y el interiorismo en el segundo semestre de 2020 gracias a las elecciones de Pantone. Cuando estábamos en plena pandemia, las tonalidades moradas más pastelosas asaltaron las tendencias del hogar, instándonos a llenarlo todo de esos tonos malvas, lilas y violetas de los que hoy renegamos.

Decían que aportaban un toque lujoso e íntimo en los salones y dormitorios, pero lo cierto es que nunca fueron fáciles y son complicados de encajar en el hogar, por lo que ahora creo que es mejor recurrir a tonos menos potentes y recargados. 

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