El dormitorio perfecto está lleno de luz, tiene muebles cómodos, un espacio despejado y una decoración relajante y acogedora que, sobre todo, propicia el descanso. 

Debe tener una cama cómoda, un cabecero lleno de estilo, un mueble para guardar que mantenga el orden y complementos que le den carácter, un aspecto mullido y lo completen, como alfombras, espejos o ropa de cama. Toma nota de estos consejos y tu dormitorio será de revista.