Casos de éxito: trucos de estilista para mezclar lo antiguo y lo moderno

Lo mejor de las piezas antiguas es que pueden suavizar las líneas de los espacios más modernos y sumarles calidez. Cuando predominan los diseños sencillos, los tonos neutros y una decoración actual, los muebles antiguos son todo un recurso para dar personalidad. Y más si se trata de piezas tan especiales como el mueble de imprenta que protagoniza este espacio y contrasta con el cerramiento de cristal que separa el salón del recibidor. 

Si tienes un comedor compuesto por una mesa y sillas clásicas, puedes 'modernizarlo' con otros elementos como las lámparas. Aquí, la interiorista Carmen Figueras se decantó por una pareja de luminarias de estilo minimalista que contrastan con el contundente estilo del comedor. También ayuda la librería de estilo moderno pintada en un atractivo gris marengo. Una buena muestra de que mezclar es sinónimo de estilo.  

"Si tienes un mueble con un acabado muy oscuro, y te parece serio para tu casa, cámbiale el acabado por otro más suave", dice a interiorista Carolina Mora. Puedes encargar a un profesional que te ‘lave’ el barniz: el efecto es espectacular y encajará en cualquier ambiente.

Ante la duda sobre cómo puede quedar un mueble antiguo en una decoración moderna, puedes colocarlo en una zona discreta en la que no robe el protagonismo al resto de la decoración. Es lo que hizo la interiorista Lucía Mariñas en su casa, donde colocó una antigua consola para dar servicio a la zona del escritorio, pero colocada en un lugar discreto donde decora pero no satura.  

Uno de los mayores temores al decorar nuestra casa es elegir el mobiliario que dará ese toque especial. Pero no tengas miedo a mezclar. Como puedes ver en este recibidor, una mesa clásica redonda en madera deslavada puede ser el elemento que suavice las líneas rectas del resto del diseño. 

Otra opción para añadir un mueble antiguo en una decoración moderna es darle color a un mueble con pintura. Así, puedes pintar en negro un mueble con un acabado en madera que no te guste y que no combine con el resto de tu decoración. 

Hay muebles que en su versión original ‘no dicen nada’. Y basta darles un acabado un poco especial, como esta pátina, para que ganen protagonismo. Y si lo haces tú misma, ¡doble satisfacción!

Un espacio moderno puede aprovecharse del carácter de una pieza antigua, ya sea para sumar calidez, texturas o carácter. En este dormitorio, llama la atención el banco de madera colocado a los pies de la cama. Su carácter en bruto contrasta con los acabados limpios del resto de elementos. Se trata de un proyecto de Dafne Vijande. 

Otra forma de añadir un mueble antiguo a una decoración moderna es convirtiendo a esa pieza en la protagonista. En este moderno dormitorio, la cómoda de herencia es la que roba todas las miradas. Y no se suavizó el efecto de la madera ni se pintó, sino que se dejó en su acabado original, creando un contraste total con la cama en color topo y el enorme cuadro con un motivo abstracto que decora la pared del cabecero. 

El papel pintado, el espejo, la lámpara... dan el toque romántico y conviven con muebles pintados, lisos y más sencillos, con pantallas de fibra, muy naturales... Para encajar una cama de forja, solo hay que pintarla también de blanco y voilà! Es un consejo de Carolina Mora. 

Una opción tradicional es colocar mantas de punto o ganchillo en los pies de la cama. Para Carolina Mora, otra opción, que ahora está muy de moda, es el patchwork, que le dará mucha personalidad a cualquier dormitorio.  ¡Atrévete a hacerte una tú!

Queda genial en ambientes provenzales y no desentona con elementos más marcados, como el papel pintado de la fotografía. ¡En realidad, se potencian el uno al otro!

Un antiguo tocador tiene muchas salidas, porque lo mismo sirve de tocador que de escritorio. Y al pintarlo de blanco encaja en cualquier estilo decorativo sin perder nada de su esencia.